(CNN) — Un cuadro de Rafael de 500 años de antigüedad es en parte obra de otro artista, según un nuevo estudio.
Un equipo dirigido por científicos de la Universidad inglesa de Bradford utilizó inteligencia artificial para determinar que el rostro de José en la “Madonna della Rosa” (Virgen de la rosa) fue pintado por alguien distinto al maestro renacentista.
Rafael es uno de los maestros del Renacimiento más conocidos y vivió entre 1483 y 1520. El italiano es mejor conocido por obras como La escuela de Atenas y Las tres gracias.
Hassan Ugail, director del Centro de Computación Visual y Sistemas Inteligentes de la Universidad de Bradford, dijo a CNN el jueves que había desarrollado un algoritmo para reconocer pinturas genuinas de Rafael, con un 98% de precisión.
Analiza 4.000 parámetros, como las pinceladas, la paleta de colores y el tono, para determinar si un cuadro es un Rafael auténtico, explicó Ugail.
La “Madonna della Rosa”, que se exhibe en el Museo del Prado, en Madrid, ha sido objeto de debate durante mucho tiempo, dijo en un comunicado de prensa el coautor del estudio Howell Edwards, profesor emérito de Espectroscopia Molecular en la Universidad de Bradford.
“Algunos conocedores consideran que la calidad de la composición y pintura de la Virgen, el Niño y san Juan supera con creces la de san José, la que, consideran, se agregó en el taller como una idea de última hora”, dijo Edwards.
“El análisis de nuestro trabajo realizado por el programa de IA ha demostrado de forma concluyente que, mientras que las tres figuras de la Virgen, el Niño Jesús y san Juan Bautista son inequívocamente obra de Rafael, la de san José no lo es y ha sido pintada por otra persona”, añadió Edwards.
Debate sobre la IA en el arte
El algoritmo se basa en una investigación previa que descubrió que un cuadro conocido como el Tondo de Brécy era probablemente un Rafael auténtico, contradiciendo a algunos historiadores del arte que afirmaban que el cuadro era una copia realizada en el siglo XIX.
Los hallazgos suscitaron las críticas de algunos historiadores del arte, que, según Ugail, se mostraron “un poco desdeñosos” con la investigación.
“Me quedé un poco sorprendido”, dijo, explicando que el algoritmo analizaba detalles que están más allá de las capacidades del ojo humano.
“Será muy muy difícil, por muy bueno que sea alguien, llegar a ese nivel de detalle y crear algo así”, declaró Ugail a CNN.
El debate en torno al Tondo de Brécy se inscribe en discusiones más amplias sobre el papel de la IA en la autenticación del arte, que Ugail considera complementario de otras formas de análisis, como la investigación de la procedencia de una obra.
“Se trata de una herramienta más”, afirma Ugail, quien subraya que el algoritmo puede utilizarse para determinar si una obra de arte misteriosa merece una investigación más profunda.
“Esta es una forma muy rápida de probar si es necesario mirar más profundamente en una pintura”, dijo.
A continuación, Ugail planea desarrollar un algoritmo capaz de reconocer obras de otros artistas, lo que, según él, llevará la ciencia a la autenticación del arte.
“El potencial de este tipo de herramienta es enorme”, afirmó.
El jueves se publicó un artículo revisado por pares sobre el trabajo en la revista Heritage Science.