(CNN Español) – Cuando decoras el árbol de Navidad, tal vez recuerdas con nostalgia la ilusión que te daba ese ritual cuando eras pequeño y piensas en las generaciones y generaciones y generaciones que se preparaban así para celebrar esta fecha clave del calendario cristiano. Aunque puede que no sean tantas generaciones como te imaginas: la tradición es de la Edad Media, pero se extendió masivamente sobre todo a partir del siglo XX. La costumbre de entregar regalos, de hecho, le precede.
¿Desde cuándo decoramos el árbol de Navidad?
Los primeros registros de la celebración de la Navidad datan del siglo IV después de Cristo —un siglo clave para la historia del cristianismo, ya que fue cuando el Imperio romano se convirtió oficialmente a esa religión—. En ese período, la gente “empezó a discutir sobre el origen y la humanidad de Jesús, y entonces empezó a tener importancia no solo celebrar la muerte y la crucifixión, sino también el nacimiento”, explicó a CNN en Español Lorena Pérez Yarza, profesora de Historia de las Religiones en la Universidad Carlos III e investigadora posdoctoral.
Sin embargo, por entonces no había ni rastros del árbol de Navidad. Para el surgimiento de esta tradición cristiana habría que esperar al imperio de Carlomagno, ya entrada la Edad Media.
“Cuando Carlomagno (en el siglo VII) conquistó el norte de Italia, gran parte de la actual Alemania, el sur de Francia, el norte de España, etcétera, uno de los grandes enfrentamientos que tuvo fue con los pueblos sajones y los fenicios”, explicó Pérez. Estos pueblos tenían sus propias tradiciones, por ejemplo el culto a la divinidad Frey, y estas incluían la decoración de árboles.
“Se cree que del mestizaje cultural que hay durante la Edad Media se importa esa festividad dentro del cristianismo”, continuó Pérez, aunque el traspaso no fue “automático”.
En Alemania la tradición de decorar el árbol también tenía otro vínculo: el culto al árbol de la vida, el Yggdrasill, un fresno gigante que en la mitología nórdica sostenía en universo con tres raíces que se extendían al inframundo, la tierra de los gigantes y la de los dioses.
(El relato de los propios cristianos sobre el origen del árbol de Navidad está protagonizado por san Bonifacio, evangelizador de la región de Alemania e Inglaterra, quien según la tradición derribó un árbol dedicado al dios Odín de la mitología nórdica y en su lugar plantó un pino, “símbolo del amor perenne de Dios”, tal como explica la Agencia Católica de Informaciones)
¿Y de dónde provienen los regalos?
Con el paso del tiempo, desde el siglo XVIII en adelante pero principalmente en el XX, el árbol decorado se extendió de manera “progresiva” a todo el mundo cristiano. “No existían los árboles hasta el siglo XX prácticamente”, explicó Pérez, en contraposición con lo que puede creerse. “Con la expansión cultural del XIX y sobre todo con los medios de comunicación del siglo XX, países que no tenían árbol de Navidad lo incorporan”, sintetizó.
Curiosamente, la tradición de entregar regalos es anterior a la de decorar el árbol y a la de celebrar la llegada de Papá Noel.
De hecho, proviene de una fiesta pagana del Imperio romano que se celebraba hasta el 23 de diciembre y que incluía los presentes como parte de sus rituales: la Saturnalia, dedicada al dios Saturno, el más popular de los festivales romanos.
Nota del editor: esta historia fue publicada originalmente en 2022