Nota del editor: Mari Rodríguez Ichaso ha sido colaboradora de la revista Vanidades durante varias décadas. Especialista en moda, viajes, gastronomía, arte, arquitectura y entretenimiento. Productora de cine. Columnista de estilo de CNN en Español. Las opiniones expresadas en esta columna son exclusivamente suyas. Lee más artículos de opinión en cnne.com/opinion
(CNN Español) –– La compra de “moda usada” ––llamada muy creativamente en inglés “pre loved” o “amada anteriormente”–– y las tiendas de segunda mano ¡está en aumento!
Se comenta que esa tendencia obedece a la creciente conciencia ambiental, pues la gente busca opciones sostenibles y económicas al mismo tiempo. Aunque opino que mayormente se debe al deseo de tener objetos de lujo ––que parecen nuevos–– a una fracción de su precio original y porque permite a los consumidores acceder a marcas de alta calidad a precios mucho más bajos.
Comienzo mi comentario con una anécdota que he repetido a través de los años: mi madre se vestía como una reina. Alta, delgada, con gran estilo propio y buen gusto innato, durante los muchos años que vivió en Nueva York ¡toda su ropa era de thrift shops o tiendas de segunda mano! Como éramos exilados de Cuba, con poquísimos medios cuando llegamos a la ciudad ––y mami tenía una tienda de objetos usados a la vuelta de la esquina–– aquello fue su salvación para vestir bien y le fascinaba visitarla todos los días ¡y regresaba a casa con verdaderas maravillas! Y por apenas unos dólares compraba un bolso vintage divino, descubría un broche de cristales azules de Kenneth Lane, que era una belleza. Un sombrero años 50 de Lily Dache. Un vestido negro de Dior que era una joya. Y una vez compró una docena de zapatos Ferragamo que lucían 100% nuevos ¡por los que pagó US$ 1 por par, y le duraron el resto de su vida! “No podía creer que eran de mi talla y los compré todos”, comentó. “Los donó una señora que vive en la Quinta Avenida y ya no puede usar tacones”. Y así, nos contaba de su muy personal mundo de la moda en lo que llamábamos “la tienda de las viejas”. ¡Una divertida experiencia diaria!
Adelantando ahora el reloj unos cuantos años, en 2024 la supertendencia del momento es comprar ropa y accesorios usados, ¡aunque esta vez no vintage, sino modernos, de superlujo y famosas marcas!
Pero piezas tan ligeramente usadas y tan bien cuidadas ¡que lucen nuevas de paquete! Y lo que comenzó como tendencia, poco a poco, durante el encierro de la pandemia –y el aumento de las compras por internet– se ha convertido en una industria, donde compañías como The RealReal, Vestiaire Collective, Poshmark, Rebag y otras son la nueva pasión de los fashionistas.
No quiero celebrar que lo retro sea la última moda. ¡No! Ni que ahora mismo debemos correr a una tienda de ropa usada a comprar piezas que lucen francamente muy usadas. El fenómeno es que esas tiendas online (y algunas con tiendas abiertas al público) ya son compañías poderosas y venden ––a una fracción de su precio original–– objetos modernos, de última, desde bolsos de Hermes a ropa de Gucci, joyas de Tiffany, vestidos de Valentino, Dior o Chanel, bufandas y gafas de sol de Carolina Herrera o Prada, etc. ¡Verdaderas maravillas que quizás no hubiésemos comprado a precio regular por ser demasiado caras!
Es un nuevo método de ser consumidores y con un iPhone o tableta en mano ¡se nos hace más fácil hacer clic y comprar con libertad objetos que nos encantan! ¿Otra gran ventaja de esta tendencia de resale o reventa? ¡Que en esos lugares también podemos vender nuestras piezas de moda! Ese bolso Vuitton que está como nuevo y ya nos aburre. Esa pulsera de Cartier que nos puede traer un buen dinero. Ese vestido de Gucci que nunca nos estrenamos porque no nos gustó nunca mucho, etc. Yo soy clienta de algunas de ellas, para comprar y vender muy al estilo de una consumidora 2024. Y muchos de estos negocios, como The RealReal, cuentan con expertos para verificar la autenticidad de los productos, lo que es muy importante.
Sí… algunas celebridades y figuras públicas han optado por usar ropa de segunda mano en eventos públicos o incluso en su vida diaria. Al hacerlo, estas personalidades pueden influir positivamente en sus seguidores y destacar la importancia de considerar opciones más sostenibles en la moda. Helen Mirren, Emma Watson, Julia Roberts, Kendall Jenner. Zooey Deschanel y Eva Mendes, entre otras, visitan thrift shops y usan a menudo prendas vintage y de segunda mano. Y -aparte de la oferta en Internet- en el 2024 en muchas ciudades puedes encontrar muchas de estas tiendas thrift shops o resale shops.
Otra tendencia ––prima hermana de lo anterior–– es alquilar ropa de lujo por una noche. Esto ha ganado popularidad en los últimos años y permite a las personas acceder a prendas de alta gama para eventos especiales sin la necesidad de comprarlas. Plataformas como Rent the Runway en Estados Unidos y Net-a-Porter y By Rotation, en Londres, son muy populares porque ofrecen una amplia variedad de vestidos y accesorios de diseñadores conocidos para alquilar por períodos cortos. ¡La idea es disfrutar de la moda de lujo de manera temporal, evitando un gran gasto de dinero!
Y un ejemplo de esto es Kate Middleton, princesa de Gales, quien es conocida por comprar ropa a precios moderados, entre ella de Zara. En diciembre de 2022 creó toda una revolución mediática cuando llegó a la gala del Earthshot Prize en Boston con un bello vestido verde ¡que alquiló de la plataforma inglesa de segunda mano HURR!