(CNN) – Un video viral que muestra a más de 150 hombres vestidos de negro y levantando el brazo derecho para hacer un saludo fascista en el centro de Roma ha causado revuelo en todas partes menos en el despacho de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni.
El suceso, ahora investigado por la unidad especial antifascismo de la policía de Roma, tuvo lugar la noche del 7 de enero para conmemorar el 46 aniversario de la masacre de Acca Larentia, cuando tres jóvenes militantes neofascistas del Movimiento Social Italiano (MSI) fueron asesinados en la calle de ese nombre.
Dos, Franco Bigonzetti y Francesco Ciavatta, fueron asesinados por presuntos activistas de izquierdas en la calle, frente a la sede del partido MSI, y el tercero, Stefano Recchioni, murió a manos de un agente de policía que respondía a los disturbios tras los primeros asesinatos.
Nunca se ha acusado a nadie de los asesinatos de 1978.
En los videos grabados por curiosos el pasado fin de semana se oye claramente a los hombres que saludan gritar “presente” tres veces mientras levantan el brazo derecho.
A continuación, uno de ellos lanza un grito de guerra neofascista habitual: “Por todos los camaradas caídos”.
Cada 7 de enero se celebra una conmemoración de sus muertes, en la que la policía se encarga de la seguridad, tanto bajo gobiernos de izquierdas como de derechas. A ella asisten constantemente miembros de ambos extremos del espectro político, que depositan coronas de flores en un monumento a los jóvenes.
El partido MSI surgió de las cenizas del Partido Nacional Fascista de Benito Mussolini tras su desmantelamiento al final de la Segunda Guerra Mundial, cuando el dictador fue depuesto y ejecutado.
Es el partido a través del cual Meloni entró en política por primera vez. Ella dirigió el MSI antes de fusionarlo con su propio partido, Hermanos de Italia, más moderado, que ganó las elecciones anticipadas de 2022.
Meloni ha asistido a la conmemoración en la Via Acca Larentia muchas veces en el pasado, según sus propias redes sociales, pero nunca como primera ministra.
Varios miembros del partido de Meloni, entre ellos Francesco Rocca, jefe de la región del Lacio, donde se encuentra Roma, y el agregado de cultura de Roma, Miguel Gotor, que forma parte del opositor Partido Democrático, asistieron el pasado fin de semana. Gotor y Rocca depositaron una corona de flores en un monumento a los activistas caídos, pero se marcharon antes de que se realizara el saludo fascista, según informaron sus oficinas a CNN.
La oposición italiana, incluida la líder del Partido Democrático, Elly Schlein, ha pedido a Meloni que prohíba los grupos neofascistas.
Aunque la Constitución italiana prohíbe la ideología fascista, en todo el país sigue habiendo monumentos al pasado fascista de Italia, como un obelisco con el nombre de Mussolini frente al Estadio Olímpico de Roma.
Es un tema complicado y la ley —como muchas en Italia— es ambigua. Hacer “apología” del fascismo antiguo es delito en Italia, pero los grupos neofascistas no son ilegales: estos grupos suelen tener cuidado de no adoptar una ideología abiertamente fascista en sus constituciones.
Tampoco son ilegales los recuerdos fascistas ni gestos como el saludo fascista, algo que, según los críticos, debe cambiar.
“Esto es Roma, 7 de enero de 2024. Parece 1924”, escribió Schlein en las redes sociales con una imagen del saludo. “Lo que ha pasado es inaceptable. Los grupos neofascistas deben ser disueltos”.
En un pedido al Gobierno para que condene el saludo, Noemi Di Segna, presidenta de la Unión de Comunidades Judías Italianas, dijo que las leyes deberían ser más estrictas, calificando tales actos de “nostalgia peligrosa”.
“Desde hace mucho tiempo pedimos que se refuercen las normas relativas a la nostalgia del neofascismo”, declaró.
El episodio también fue condenado por el vicepresidente y ministro de Asuntos Exteriores de Meloni, Antonio Tajani —actual jefe del partido Forza Italia tras la muerte de Silvio Berlusconi—, quien afirmó que su partido es antifascista y que ningún partido debe celebrar las dictaduras.
Meloni no estuvo en la conmemoración del domingo por la noche, y solo ha respondido al revuelo calificando de “ataques” a su Gobierno las reacciones y las peticiones de que prohíba los grupos neofascistas.
“Este gobierno continúa respondiendo a los ataques gratuitos y las controversias de los últimos días por parte de ciertos partidos de la oposición con hechos y resultados”, escribió en Facebook.
Un portavoz de Meloni dijo que la primera ministra probablemente no haría más comentarios.
Un testigo que vive en la calle donde tuvo lugar la conmemoración dijo a CNN que ocurre todos los años, incluso con el saludo fascista.
“Todos los años conmemoran los asesinatos y ponen flores en el monumento, y todos los años, después de que los dignatarios se marchan, hacen el saludo”, dijo Maria Calderone a CNN. “Lo chocante es que, en 46 años, recién ahora se le preste atención”.
“El fascismo en Italia nunca murió”
Paolo Berizzi, periodista italiano de La Repubblica que vive bajo protección policial por sus reportajes sobre el neofascismo y que adquirió el video, dijo a CNN que la razón por la que el fascismo “sigue de moda” en Italia es porque “nunca desapareció”.
“El fascismo no es un producto del gobierno de Meloni”, dijo a CNN. “El fascismo en Italia nunca murió. Fue derrotado militarmente, pero no fue derrotado culturalmente (…). En cierto modo está en el estómago del país, y resurge en momentos de debilidad”.
Esto contrasta con otros países como Alemania, que tienen tolerancia cero con otras formas de fascismo. Berizzi afirmó que “en este momento los grupos neofascistas se sienten protegidos por el silencio de Meloni, por su ambigüedad. Meloni no es capaz de cortar el cordón con su pasado. En cierto modo es rehén de su pasado”.
El fiscal principal de Roma abrió una investigación sobre el acto, para determinar si alguien infringió la ley de “apología del fascismo” con el saludo fascista.
La División General de Investigaciones y Operaciones Especiales (DIGOS) de Italia ha identificado a 150 participantes, todos ellos hombres, de los cuales nueve son conocidos militantes de derechas con cargos penales previos relacionados con el fascismo, según un portavoz de la agencia.
En su primer año en el poder, Meloni demostró cumplir promesa de que se había distanciado de su educación neofascista convirtiéndose en una de las líderes más moderadas de Europa, donde ha sido elogiada por su liderazgo en cuestiones que van desde Ucrania a la migración. Pero su silencio sobre el problema interno que sacude ahora al país puede cambiar todo eso.
El martes, el Parlamento Europeo de Estrasburgo abordará el caso cuando debata el resurgimiento del neofascismo en Europa. Ewan MacPhee, portavoz de los socialdemócratas en el Parlamento Europeo, advirtió que piensan tomarse en serio el debate.
“El silencio de la primera ministra nos parece aún más desconcertante, y nos preguntamos por qué no condenó los acontecimientos del 7 de enero”, declaró MacPhee antes de la reunión del martes, según medios italianos. “El debate se hace necesario y es importante que el Parlamento haga lo que Meloni parece incapaz de hacer: es decir, condenar lo ocurrido”.