(CNN) – Los cielos de Suiza están repletos esta semana de aviones que transportan a líderes empresariales y políticos, expertos de los medios de comunicación y multimillonarios a Davos para el Foro Económico Mundial (WEF por sus siglas en inglés), un acontecimiento anual en el que la élite debate los asuntos más apremiantes del año entre filetes de US$ 150 y martinis de US$ 40.
Este año asistirán más de 60 jefes de Estado, entre ellos el presidente de Israel, Isaac Herzog; el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky; el presidente de Francia, Emmanuel Macron; y el segundo al mando de China, Li Qiang. Estados Unidos también enviará al secretario de Estado, Antony Blinken; al asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan; y al enviado presidencial especial para el clima, John Kerry.
Entre los ejecutivos empresariales figuran el CEO de Microsoft, Satya Nadella; el CEO de OpenAI, Sam Altman; el CEO de JPMorgan Chase, Jamie Dimon; el CEO de Bank of America, Brian Moynihan; y el CEO de BlackRock, Larry Fink, por citar algunos.
Esto es lo que veremos mientras se codean las personas más influyentes del mundo.
El mundo vota
Con varios países importantes a punto de celebrar elecciones cruciales este año (la mitad de la población mundial acudirá a las urnas en 2024), los líderes están preocupados por cómo estos acontecimientos podrían remodelar las alianzas internacionales y las políticas económicas.
De especial interés son las primarias republicanas en Estados Unidos y cómo le puede ir a Donald Trump, quien ganó anoche en Iowa la primera contienda del Partido Republicano de 2024.
“Es una amenaza, es algo que preocupa a la gente en gran medida, pero también puede ser quizás una llamada de atención (para Europa)”, dijo el vicepresidente de BlackRock, Philipp Hildebrand, a Richard Quest, de CNN, el lunes sobre la candidatura de Trump a la reelección.
Este año también trae importantes elecciones en Taiwán, India y México.
Catástrofes climáticas
El cambio climático es un tema álgido mientras los líderes se reúnen para debatir el equilibrio entre el crecimiento económico y la sostenibilidad.
Davos se celebra pocos días después de que científicos de todo el mundo informaran que las temperaturas promedio alcanzaron el año pasado un nuevo récord. Este cambio sitúa al mundo a centésimas de grado de un umbral climático crítico.
El informe Riesgos Globales del WEF, publicado la semana pasada, concluyó que el cambio climático es uno de los mayores riesgos a los que se enfrenta el mundo.
El informe también señaló que la cooperación entre los líderes mundiales sobre este tema es escasa. Así pues, aunque es probable que los líderes debatan sobre el uso de combustibles fósiles y el desarrollo ecológico, es posible que no haya mucho acuerdo.
El WEF, por su parte, afirmó que un aumento de los fenómenos meteorológicos extremos, como el incremento de las temperaturas y la proliferación de inundaciones e incendios forestales, podría conducir a una “catástrofe mundial” en un plazo de 10 años.
Una década de oportunidades perdidas
En un mundo que aún se está recuperando de los impactos económicos de la pandemia y en el que la desigualdad de ingresos es alarmantemente alta, la economía mundial será probablemente el tema más debatido.
El Banco Mundial declaró la semana pasada que es probable que la economía mundial se ralentice hasta alcanzar su peor media década de crecimiento de los últimos 30 años. Sin “una importante corrección del rumbo”, dijo el banco, esta será “una década de oportunidades desperdiciadas”.
“Va a ser muy difícil ganar dinero”, dijo Nicolai Tangen, CEO del Norges Bank, que gestiona el fondo de pensiones del Gobierno de Noruega de US$ 1,4 billones y se autodenomina el mayor inversor individual del mundo en el mercado de valores, a Quest de CNN en Davos.
“Creo que será difícil acabar con la inflación, y estamos viendo aumentos salariales en muchas partes del mundo. El clima afecta ahora a la inflación, las rutas de transporte se ven afectadas, la geopolítica no es buena, así que las cosas no pintan especialmente bien”, afirmó.
Puestos de trabajo que desaparecen
El potencial de la inteligencia artificial para transformar las economías y sus implicaciones éticas serán otro de los temas centrales de esta semana.
Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), casi el 40% de los puestos de trabajo de todo el mundo podría verse afectado por el auge de la inteligencia artificial, una tendencia que probablemente acentuará la desigualdad.
En un artículo publicado este domingo en su blog, la directora del FMI, Kristalina Georgieva, pidió a los Gobiernos que establezcan redes de seguridad social y ofrezcan programas de reciclaje profesional para contrarrestar el impacto de la IA.
“En la mayoría de los escenarios, la IA probablemente empeorará la desigualdad general, una tendencia preocupante que los responsables políticos deben abordar de forma proactiva para evitar que la tecnología avive aún más las tensiones sociales”, escribió antes de la reunión del WEF, donde el tema ocupará un lugar destacado en la agenda.
Según un informe del WEF, la preocupación por que la IA perturbe las elecciones también encabeza la lista de los mayores riesgos para 2024.
Altman, de OpenAI, y Nadella, de Microsoft, hablarán en Davos como parte de un programa que incluye un debate sobre si la IA generativa puede desencadenar otra revolución industrial.
Tensiones geopolíticas
Con los conflictos en Europa y Medio Oriente y las crecientes tensiones entre Estados Unidos y China, la geopolítica será otro de los grandes temas de conversación.
Los líderes se reunieron el domingo en Davos para debatir el plan de paz de 10 puntos del presidente de Ucrania para poner fin a la guerra de Rusia con su país. Se espera que Zelensky pronuncie un discurso más tarde este martes y se reúna con Dimon, de JPMorgan.
El presidente de Israel, por su parte, participará en una conversación sobre “alcanzar la seguridad y cooperar en un mundo fracturado”, con el secretario de Estado de EE.UU. y el presidente ejecutivo del WEF, Klaus Schwab, a finales de esta semana.
La fortuna de los cinco hombres más ricos del mundo se ha más que duplicado desde 2020
Las cinco personas más ricas del planeta se han vuelto mucho más ricas en los últimos años, informa mi colega Tami Luhby.
Desde 2020, el patrimonio neto de Elon Musk, CEO de Tesla; Bernard Arnault, CEO de LVMH; Jeff Bezos, fundador de Amazon; Larry Ellison, cofundador de Oracle; y Warren Buffett, CEO de Berkshire Hathaway, se ha disparado un 114% hasta alcanzar un total colectivo de US$ 869.000 millones tras tener en cuenta la inflación, según el informe anual sobre desigualdad de Oxfam, publicado este domingo.
Si se mantiene la tendencia actual, el mundo podría ver su primer billonario en una década.
Al mismo tiempo, casi 5.000 millones de personas en todo el mundo se han empobrecido, al tener que hacer frente a la inflación, la guerra y la crisis climática. Con la trayectoria actual, se tardarían casi 230 años en eliminar la pobreza.
Nabil Ahmed, director de justicia económica y racial de Oxfam América, afirma que, aunque la desigualdad va en aumento, hay algunos puntos positivos. Los trabajadores se han movilizado mediante huelgas y acuerdos que mejoran su remuneración y sus condiciones laborales. Además, algunos gobiernos han estado de su lado, impulsando políticas destinadas a reforzar los derechos de los trabajadores.
“Nos encontramos en una nueva Edad Dorada, pero los trabajadores, los reguladores y los organizadores sindicales y comunitarios están empezando a abrir grietas en ella”, afirmó Ahmed.
¿Por qué los estadounidenses compran mucho menos champán?
Las ventas de champán perdieron parte de su chispa en 2023, tras unos años récord de ventas impulsadas por el fin de los cierres por covid-19, informa mi colega Jordan Valinksy.
Comité Champagne, una asociación comercial que representa a más de 16.000 viticultores y 320 casas de champán, dijo en un nuevo informe que los envíos totales el año pasado de burbujas de Francia cayó a 299 millones de botellas, una disminución del 8,2% en comparación con 2022.
Eso marca casi un retorno a los niveles precovid en 2019, cuando se enviaron 297,3 millones de botellas. Durante su punto más alto en 2022, las ventas se dispararon un 33%, cuando se enviaron 325 millones de botellas.
Pero no lloren por Moët. Aunque los envíos totales cayeron, las fortunas financieras de muchas casas de champán se vieron menos afectadas porque vendieron etiquetas más caras, lo que les permitió mantener sus ventas por encima de los 6.000 millones de euros (US$ 6.600 millones) un año más, dijo el Comité en un comunicado.