Nápoles, Italia (CNN) – Un proyecto de tres años para construir un parque infantil y una zona recreativa al sur de la ciudad italiana de Nápoles ha desenterrado las ruinas de una casa de playa situada en un acantilado que tiene 2.000 años de antigüedad.
La mansión panorámica, construida en el siglo I, tiene vistas a las islas de Ischia y Procida. Ahora está parcialmente inundada por el mar. Los expertos creen que alguna vez pudo haber sido la opulenta residencia de Plinio el Viejo, el legendario autor, naturalista y comandante de la flota romana estacionada allí.
El descubrimiento, realizado la semana pasada en la ciudad costera de Bacoli, desenterró los gruesos muros de piedra perimetrales de 10 grandes habitaciones con pisos, paredes de azulejos y un laberinto de terrazas panorámicas al aire libre intactas.
Allá por el siglo I, la mansión habría estado ubicada dentro del puerto romano de Misenum, donde durante cuatro siglos una flota de 70 barcos controló el mar Tirreno, cuya seguridad era clave para defender el flanco occidental del imperio romano.
“Es probable que la majestuosa villa tuviera una vista de 360 grados del golfo de Nápoles con fines militares estratégicos”, dijo a CNN Simona Formola, arqueóloga principal del patrimonio artístico de Nápoles, en un entrevista. “Creemos que (la excavación de) capas más profundas podría revelar más habitaciones e incluso frescos, lo que potencialmente también podrían ser hallazgos valiosos”.
Las autoridades quedaron sorprendidas por el estilo elaborado de las paredes, que fueron construidas con bloques de toba (piedra caliza) en forma de diamante colocados en un patrón ornamental en forma de red a unos 70 centímetros bajo tierra.
La villa llega hasta un pequeño muelle de piedra en ruinas que ahora se encuentra a unos cuatro metros bajo el nivel del mar. El hecho de que esta y otras partes de la villa desenterrada estén ahora bajo el agua se debe al fenómeno del “bradisismo negativo”, término utilizado para describir el descenso gradual de la superficie terrestre hacia el mar en áreas expuestas a frecuente actividad volcánica. (El área bordea una “caldera” o cráter volcánico extinto en forma de luna).
Las excavaciones continuarán en los próximos meses, y las autoridades esperan arrojar más luz no solo sobre la forma de la villa de playa en sí, sino también sobre la vida y estructura más amplia de Misenum, una de las colonias más importantes del Imperio Romano.
“El descubrimiento es aún más excepcional dado que sabemos muy poco (sobre) el puerto de Misenum”, dijo Formola.
Además de actuar como mirador, la villa de playa de Plinio probablemente también se habría utilizado para el ocio. El muelle privado era donde recibiría a los invitados de alto rango que llegaban por mar para celebrar fastuosas fiestas. Muchos antiguos romanos solían acudir en masa a Bacoli y sus alrededores para disfrutar de sus casas de vacaciones y de los baños termales y retiros de spa de la región.
Bacoli se encuentra dentro de los llamados “Campos Flégreos” (o “Llanuras de Fuego”), que están salpicados de géiseres naturales y diminutos cráteres activos donde todavía se producen frecuentes terremotos. Debido a sus llamas y vapores sulfurosos, los antiguos creían que era la entrada al inframundo y la llamaban “la Boca del Infierno”. De hecho, es posible que Plinio el Viejo hubiera presenciado la erupción del monte Vesubio en el año 79 d.C. desde la villa. Se sabe que murió tratando de rescatar a quienes huían de la calamidad.
Si bien los arqueólogos se sorprendieron con el hallazgo, la tradición local había especulado durante mucho tiempo sobre la existencia de un tesoro subterráneo en este lugar. En la playa, junto a los muros recién descubiertos de la villa, los residentes locales llamaron a una gran ruina de ladrillo el “muro parlante”, ya que, en su opinión, demostraba la antigua existencia de una gran residencia.
El sitio ahora se convertirá en un museo al aire libre, cuya inauguración está prevista para las próximas semanas. “Las ruinas de la villa romana serán limpiadas y acordonadas con vallas de madera”, afirmó el alcalde de Bacoli, Josi Gerardo Della Ragione. “Serán el núcleo de este hermoso espacio que (…) nuestros ciudadanos y visitantes podrán admirar”.