(CNN) –– La Corte Suprema de Estados Unidos rechazó este miércoles detener la ejecución de Kenneth Smith, condenado a muerte en Alabama, que está programada para esta semana utilizando gas nitrógeno. Se trata de un método totalmente nuevo que algunos expertos han denunciado está bajo un velo de secretismo en medio de preocupaciones acerca de que podría conducir a al dolor excesivo o incluso a la tortura.
A Smith lo ejecutarán durante un período de 30 horas a partir de este jueves por su participación en un asesinato por encargo en 1988. Hace 14 meses, el estado debió suspender un intento por ejecutarlo con inyección letal porque los funcionarios no pudieron colocarle una vía intravenosa antes de que expirara la orden judicial.
Antes y después de ese episodio, Smith expresó su deseo de ser ejecutado a través de hipoxia de nitrógeno, un método que sólo Alabama, Oklahoma y Mississippi han aprobado y ninguno ha utilizado. De hecho, únicamente Alabama ha esbozado un protocolo al respecto.
Smith y sus abogados pidieron la semana pasada a la Corte Suprema que suspendiera el procedimiento y así poder argumentar que intentar ejecutar a Smith por segunda vez equivaldría a un castigo cruel e inusual, violando las enmiendas 8 y 14.
El caso, dijeron al alto tribunal, “plantea asuntos importantes sobre la constitucionalidad del segundo intento del estado de Alabama por ejecutar al señor Smith”.
Sin embargo, este miércoles, los jueces rechazaron las solicitudes de Smith. No dieron una explicación en su breve orden y no se observaron disidencias.
Durante el intento de ejecutarlo en noviembre de 2022, los funcionarios “golpearon repetidamente al Sr. Smith en brazos y manos” en un esfuerzo por acceder a sus venas, lo que le generó al recluso “dolor físico severo y tormento psicológico, incluido trastorno de estrés postraumático”, escribieron sus abogados.
La ejecución de Smith sería solo la segunda vez en la historia de Estados Unidos que un estado intenta ejecutar a un recluso por segunda vez después de fracasar inicialmente, dijeron.
El estado se opuso a la apelación de Smith, al señalar esta semana en una presentación ante la Corte Suprema que esta vez usaría un método diferente y describiendo la hipoxia de nitrógeno como “quizás el método de ejecución más humano jamás ideado”.
“Ese tratamiento es mucho mejor que el que Smith le dio a Elizabeth Sennett hace casi 36 años”, escribió el estado de Alabama, refiriéndose a la víctima en el caso de 1988.
Sin embargo, los expertos de las Naciones Unidas han “expresado alarma” por la inminente ejecución de Smith, y dijeron este mes en un comunicado de prensa: “Nos preocupa que la hipoxia de nitrógeno resulte en una muerte dolorosa y humillante”. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos pidió a Alabama que detuviera la ejecución, diciendo que “podría equivaler a tortura u otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes según el derecho internacional de los derechos humanos”.
“No es que el gas nitrógeno no te mate”, dijo a CNN el Dr. Joel Zivot, profesor asociado de anestesiología y cirugía en la Universidad Emory. “¿Pero te matará de una manera que cumpla con el requisito constitucional de que no sea cruel ni tortura?”
Smith fue condenado a muerte por su papel en el asesinato a sueldo de Sennett en 1988. Su marido, el ministro Charles Sennett, contrató a alguien que a su vez contrató a otros dos, incluido Smith, para matar a su esposa y hacer que pareciera un robo por 1.000 dólares cada uno, según registros judiciales.
Sennett, quien, según los registros judiciales, estaba teniendo una aventura y había contratado una póliza de seguro para su esposa, se suicidó una semana después del asesinato de ella mientras los investigadores se centraban en él. Smith finalmente fue arrestado después de que los investigadores registraron su casa y encontraron la videograbadora de los Sennett, que había tomado durante el asesinato.
Esta noticia fue publicada previamente el 24 de enero y actualizada el 25