(CNN) – La Reserva Federal (Fed, por sus siglas en inglés) mantuvo las tasas de interés estables este miércoles por cuarta reunión consecutiva, manteniendo su tasa de interés de referencia en un máximo de 23 años, mientras Wall Street espera ansiosamente recortes de tasas en algún momento de este año.
El banco central de EE.UU. ha aumentado los tipos 11 veces desde marzo de 2022 en un intento por combatir la inflación más alta en décadas. Los aumentos de precios han disminuido sustancialmente desde entonces, acercándose cada vez más al objetivo del 2% establecido por la Reserva Federal.
Eso significa que la Reserva Federal debe recortar las tasas en 2024, como los propios funcionarios proyectaron el mes pasado, pero la última declaración de política del banco central publicada el miércoles hizo retroceder las expectativas de que el primer recorte de tasas se produciría en marzo.
“El Comité no espera que sea apropiado reducir el rango objetivo para la tasa de fondos federales hasta que haya ganado mayor confianza en que la inflación se está moviendo de manera sostenible hacia el 2 por ciento”, se lee en el comunicado.
Éste es el más reicente intento de la Reserva Federal de darle a Wall Street un control de la realidad sobre los recortes de tasas.
¿Cuándo comenzará el recorte de tipos?
Los funcionarios de la Reserva Federal han comunicado ese sentimiento durante semanas, y la declaración del miércoles es otra señal más de la Reserva Federal de que los inversores deben repensar sus apuestas. Wall Street poco a poco ha ido aceptando las orientaciones de la Reserva Federal. A principios de enero, los futuros mostraban que era muy probable que se produjeran recortes de tipos en marzo, pero esas probabilidades se han derrumbado desde entonces y es posible que sigan cayendo.
En general, una economía que se debilita rápidamente y que amenaza con perder empleos es una razón obvia por la que la Reserva Federal comenzaría a recortar las tasas, pero la economía sigue en buena forma, con un desempleo bajo y un crecimiento económico en territorio positivo. La inflación tampoco ha alcanzado todavía el objetivo del 2% de la Reserva Federal y la última declaración de política mantuvo una frase habitual que afirma que “sigue siendo elevada”.
Ésa es la gran pregunta a la que se enfrenta actualmente la Reserva Federal: ¿Cuándo es el momento adecuado para empezar a recortar las tasas de interés? Hay consecuencias si la Reserva Federal reduce las tasas demasiado pronto y si lo hace demasiado tarde.
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, ha dicho que las tasas deberían recortarse antes de que la inflación alcance el 2% porque se entiende ampliamente que la política monetaria tiene un efecto retardado en la economía real en general. Los funcionarios también consideran los efectos del aumento de las tasas de interés “reales”, que se produce cuando la inflación desciende, pero las tasas de interés siguen elevadas, exprimiendo innecesariamente la economía y poniendo en riesgo la pérdida de empleos.
Además de estabilizar los precios, la Reserva Federal también es responsable de maximizar el empleo, y hay mucho en juego porque el banco central también está a punto de derrotar la inflación sin un aumento del desempleo, un resultado muy raro conocido como aterrizaje suave.
La Reserva Federal hace un difícil acto de equilibrio al sopesar el riesgo de que la desaceleración de la inflación pueda estancarse, o incluso reactivarse, con el riesgo de que las 11 alzas de tasas anteriores de la Reserva Federal puedan inadvertidamente pesar demasiado sobre la economía, elevando el desempleo.
Esos riesgos han estado “haciendo un mejor equilibrio”, según el comunicado del miércoles.
“Parece que nos dirigimos hacia un escenario de aterrizaje suave”, dijo a CNN Subadra Rajappa, jefe de estrategia de tasas estadounidenses en Société Générale. “Pero el mercado ha descontado 150 puntos básicos de recortes, lo que ha llevado a esta importante flexibilización de las condiciones financieras y eso podría potencialmente retrasar el momento de cualquier tipo de normalización de la política monetaria”.