(CNN) – Sonia Lemos no sabe cómo hará para poner comida en la mesa hasta la próxima cosecha, dentro de dos meses.
Lemos, de 42 años, es una trabajadora temporaria del norte de Argentina. Seis meses al año, cosecha yerba, las hojas de un arbusto nativo de América del Sur que son la base de la bebida nacional de Argentina, el mate.
Pocas bebidas impregnan el estilo de vida argentino como el mate, una infusión de hojas secas de yerba que debe beberse lentamente y, lo más importante, compartirse con amigos o familiares. Cuando la selección argentina viajó a la Copa Mundial de fútbol de 2022 en Qatar, The New York Times informó que llevaban consigo más de 500 kilogramos de yerba mate para el torneo de un mes de duración.
El mate, una actividad social con una dosis de cafeína, se remonta a la época precolombina, cuando las hojas se recolectaban a mano de la misma manera que lo ha estado haciendo Lemos durante los últimos 30 años.
“Cuando yo era niña, éramos pobres. Mi mamá y mi papá también eran trabajadores agrícolas y yo dejé la escuela a los 12 años y me uní a ellos”, le dijo a CNN. Es una historia común en Misiones, donde se produce la gran mayoría de la producción de yerba mate y que es una de las provincias más pobres de Argentina.
Es un trabajo duro, pero Lemos pinta una imagen positiva de ello. Si bien su familia nunca se hizo rica, sí soñó con enviar a sus cuatro hijos a la escuela para que encuentren una vida mejor.
Este año, sin embargo, sus sueños han sido truncados por un cambio de rumbo gubernamental.
La industria de la yerba mate en Argentina, un negocio altamente regulado en el que el gobierno central establece los precios y subsidia la producción, es uno de los varios sectores que se preparan para una tormenta desde la elección del presidente de extrema derecha, Javier Milei.
La propuesta de Milei durante la campaña electoral fue simple: Argentina está en una crisis económica crónica debido a la mala gestión y a la corrupción, dijo. Y prometió eliminar la interferencia estatal y dejar que el mercado se regule a sí mismo. Desde que asumió el cargo en diciembre, ha anunciado planes para privatizar la aerolínea nacional, la emisora pública y la compañía petrolera estatal de Argentina (aunque desde entonces se ha retirado de esta última propuesta).
Milei también ha anunciado reformas para debilitar las protecciones laborales, permitiendo a las empresas contratar y despedir a los empleados más rápidamente, y reducir las regulaciones y los subsidios gubernamentales. Para aumentar la confusión, varias de estas reformas ya han entrado en vigor con decretos gubernamentales, aunque el Congreso aún no ha celebrado una votación formal, y los tribunales locales han aceptado apelaciones contra algunos aspectos de las nuevas regulaciones.
Mientras que Milei está abordando múltiples frentes para tratar de cambiar a Argentina para siempre lo antes posible, para Lemos las medidas han traído un final abrupto a la intercosecha, el apoyo financiero del gobierno para los trabajadores estacionales en los periodos en los que no hay cosecha agrícola. Esa reforma se produce al mismo tiempo que el aumento del costo de vida ha consumido los modestos ahorros de Lemos, y Argentina enfrenta la tasa de inflación más alta del mundo.
“Recibí la intercosecha hasta diciembre, 64.000 pesos argentinos (US$ 78) al mes. Luego, en enero, me dijeron que no la cobraríamos”, dijo a CNN.
“La cosecha no comenzará hasta marzo. Hasta entonces, no sé qué hacer y no sé cómo comeré”.
Lemos es uno de los muchos argentinos que miran con ansiedad el futuro. La semana pasada, ella y decenas de miles más salieron a las calles de Buenos Aires y otras ciudades argentinas para protestar contra un mega proyecto de ley de reformas respaldado por Milei y conocido como DNU (formalmente, el Decreto de Necesidad y Urgencia). Fue una manifestación histórica: la primera vez que un nuevo presidente se enfrentaba a una huelga general a menos de dos meses después de asumir el cargo.
Otra manifestante, Daniela Pantalone, azafata de Aerolíneas Argentinas y madre de dos hijos, de 52 años, dice que los planes de Milei de privatizar la aerolínea no parecen tener en cuenta las vidas afectadas por un cambio tan radical.
“Hemos estado escuchando todos los planes de privatización y liberalización del mercado, y todavía no hemos oído al gobierno decir qué será de nosotros”, dijo a CNN.
También señala que privatizar la aerolínea nacional podría poner en peligro las rutas más pequeñas, que mantienen al país conectado pero que pueden no ser rentables.
“Hay rutas en Argentina que no tienen suficientes pasajeros para ser comercialmente viables porque, simplemente, no hay suficiente gente allí. Pero Argentina es un país grande, y la mayoría de esos lugares están a días de distancia de Buenos Aires u otra gran ciudad”, dijo. “¿Qué haríamos? ¿Dejar las provincias aisladas del centro del país?”.
Popular para algunos
Aún así, las acciones de Milei siguen siendo populares para muchos argentinos. Según una encuesta reciente de la Universidad de San Andrés en Buenos Aires, el 42% de la población apoya las reformas, mientras que el 51% se opone.
La aerolínea nacional y, en particular, la industria del mate a menudo son consideradas ineficientes y excesivamente burocráticas. Hasta ahora, el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) de Argentina regulaba las cosechas, las importaciones y las exportaciones, y fijaba precios mínimos para la hoja seca, a diferencia de los precios de la mayoría de los demás productos agrícolas como el azúcar, la soja o el café, que flotan libremente. Entre las reformas propuestas por Milei estuvieron la suspensión de la intercosecha, pagada a los trabajadores temporarios registrados en el INYM, que ya entró en vigor. Según el INYM, en Misiones hay unos 15.000 tareferos que tienen derecho a recibir el beneficio por temporada muerta, aunque no está claro cuántos han visto suspendido su beneficio. CNN preguntó al Ministerio de Trabajo argentino sobre la intercosecha, pero aún no obtuvo respuesta. Milei también pretende despojar al instituto del poder de fijar los precios de la yerba mate, una medida que se ha detenido temporalmente tras una apelación ante los tribunales.
Si bien la sólida regulación vigente hasta ahora protege a los pequeños agricultores artesanales y les garantiza un ingreso mínimo cada año (más de la mitad de los productores de mate reconocidos por INYM tienen menos de cinco hectáreas), también significa que el crecimiento de la producción se ha estancado.
Los aliados de Milei, como el político local Humberto Schiavoni, dicen que recortar las regulaciones en el mercado de mate aumentará la producción y permitirá a los productores fijar el precio que consideren más justo. En lugar de fijar los precios, el INYM se convertiría en un grupo de presión como hay otros grupos de productores agrícolas, como la asociación de viticultores.
Pero el presidente interino de INYM, Jonás Petterson, sostiene que la desregulación sólo favorecerá a un puñado de grandes corporaciones que podrán fijar los precios en detrimento de los pequeños productores. En una entrevista con CNN, Petterson argumentó que sin los controles del Instituto, los trabajadores temporarios como Lemos se quedarían solos negociando sus salarios con los grandes productores, mientras que una reforma agraria propuesta por Milei para favorecer la inversión extranjera sólo abriría la producción rural a los conglomerados de la industria agroindustrial internacional
“El instituto garantiza la sostenibilidad de la industria, mientras que el DNU se centra en la competitividad y la rentabilidad”, dijo Petterson a CNN. “Pero no queremos competir, queremos cooperar y ser sostenibles a largo plazo”.
El miércoles, el paquete de reformas de Milei fue presentado por primera vez al Congreso, luego de un problemático itinerario por varias comisiones. De los 664 artículos originales que presentó el gobierno, más de 140 han sido anulados.
Lemos cree que, si se aprueba, allanará el camino hacia una nueva Argentina que le costará reconocer: “Con toda honestidad, nunca pensé que las cosas iban a cambiar… Siempre escuchamos que cosas así suceden en otros países. que pasan por reformas, pero nunca pensé que nos llegaría a nosotros también. Pero este nuevo presidente está alterando muchas cosas”.