(CNN Español) – Hace casi 27 años, México cambió su sistema de pensiones para los trabajadores. Entonces se pasó de un modelo en el que el Gobierno pagaba con sus recursos la pensión al trabajador, según el monto de sus últimos salarios, a uno donde cada trabajador ahorra para su retiro y eso es lo que recibe como jubilación.
El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que el próximo 5 de febrero enviará una reforma al sistema de pensiones para que los trabajadores puedan jubilarse con el 100% del sueldo que perciben al momento de retirarse y no solo un porcentaje.
“Si obtienes, como trabajador, dos salarios mínimos o tres, que eso sea lo que recibas (de pensión). Que no recibas la mitad o el 40%”, dijo el presidente el 9 de enero durante su conferencia matutina.
Te explicamos cómo son los dos sistemas para el retiro que se aplican en México actualmente.
La Ley del Seguro Social de 1973
En 1995, durante el Gobierno del presidente Ernesto Zedillo (1994-2000) se aprobó la reforma a la Ley del IMSS de 1973, que entonces regía la forma en que los trabajadores recibían una pensión al retirarse.
La Ley del 73 daba a los trabajadores una pensión de acuerdo con la edad a la que se retiraban y el promedio de su sueldo en los cinco años anteriores al retiro. Tenía dos modalidades: retiro por cesantía entre los 60 y 64 años; y por vejez a partir de los 65 años.
Para solicitar la pensión, el trabajador debió haber cotizado 500 semanas como mínimo ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), que equivalen a unos 10 años de trabajo. El monto que recibían los trabajadores dependía, además del promedio del sueldo, de la edad a la que se retiraban.
Si lo hacían por cesantía podían recibir entre el 75% y el 95% del promedio de su sueldo; si lo hacían por vejez recibían el 100%.
En este modelo, los trabajadores en activo y sus impuestos pagaban las jubilaciones de los retirados. Eso que representó un problema para las finanzas públicas, según la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), el órgano desconcentrado de la Secretaría de Hacienda encargado de la regulación del esquema actual.
“Las pensiones se convirtieron en pasivos laborales que debían ser cubiertos con recursos presupuestales, lo que resultaba sumamente oneroso e inviable”, dice la Consar en un comunicado.
De acuerdo con el economista Jorge Tonatiuh Martínez, en su libro “Una propuesta para reformar el sistema de pensiones en México”, otra de las justificaciones que se argumentaba en esos años para realizar la reforma al modelo de pensiones fue que el IMSS ―que era el responsable de los pagos― estaba a punto de caer en una crisis económica y no podría seguir pagando a los nuevos jubilados.
En México todos los trabajadores que hayan cotizado al IMSS antes de la entrada en vigor de la Ley 97 pueden pensionarse con la Ley 73.
El nuevo sistema: la Ley de 1997
El 1 de julio de 1997 entró en vigor la nueva Ley del Seguro Social, vigente hasta el momento, y cuyo modelo se basa en que cada trabajador tiene una cuenta individual en la que se van sumando sus aportaciones, las de su patrón y las del Gobierno.
Dichas cuentas están bajo la tutela de las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores), que son instituciones financieras vigiladas por la Consar. Actualmente hay 10 Afores: 9 privadas y una del Estado.
Cada bimestre, el patrón aporta 5,15% del salario base; el Gobierno federal pone la llamada Cuota Social de 0,225% del salario base; y el trabajador, el 1,125% de su salario. En total, la Afore recibe el 6,5% del salario base de cotización.
Además, el trabajador puede hacer aportaciones voluntarias cada quincena o mes para aumentar el saldo de su ahorro.
La Consar se encarga de regular el Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR), y entre sus funciones está vigilar que las Afores resguarden bien los recursos de los trabajadores; supervisar que estos recursos se inviertan de acuerdo con las reglas de la Consar y que se asegure que los trabajadores reciban información sobre la evolución de su ahorro.
Los trabajadores, bajo este esquema, son todos los que empezaron a cotizar ante el IMSS a partir del 1 de julio de 1997. Para retirarse deben tener un mínimo de 825 semanas cotizadas para 2024.
A partir de 2022 se estipuló que cada año se aumentarán 25 semanas hasta llegar a 1.000 semanas cotizadas en 2031. La edad de retiro queda igual que en la Ley 73.
Las formas para retirarse
Los trabajadores de la Ley 97 pueden elegir dos modalidades para pensionarse: renta vitalicia o retiro programado.
En la renta vitalicia el trabajador recibirá una pensión de por vida. Para ello debe contratar una aseguradora aprobada por el IMSS para que administre los ahorros de su Afore de tal forma que se garantice el pago de una pensión predeterminada de por vida.
El monto de la pensión depende de lo ahorrado más la actualización anual por inflación. La aseguradora debe administrar los recursos para que el trabajador siempre reciba su pago.
Si se elige el retiro programado entonces la Afore calculará ―tomando en cuenta la esperanza de vida promedio― el monto mensual que dará al trabajador hasta que se agoten los recursos de su Afore. Puede ser que los recursos se agoten antes de que el trabajador fallezca.
Pensión mínima garantizada
La Ley 97 también tiene una opción para las personas que están en edad de retirarse y cumplen con un mínimo de 825 semanas cotizadas al 2024, pero que sus recursos no alcanzan para contratar las opciones anteriores. Con esta opción, el trabajador recibe un monto equivalente a un salario mínimo general, que serían 248,93 pesos diarios (US$ 14,15 dólares) o unos US$ 435 al mes.