Un viejo coche americano pasa por la explanada inundada del Malecón en La Habana, Cuba, el 5 de febrero de 2024.

(Reuters) – Un frente frío inusualmente fuerte azotó la costa norte de Cuba este martes, con olas blancas que inundaron las calles con agua de mar, causando cortes de energía dispersos y llenando a la capital, La Habana, de basura y ramas caídas.

Las ráfagas alcanzaron los 100 kilómetros por hora en las zonas occidentales de la isla, mientras las borrascas y los fuertes vientos avanzaban hacia el sur desde Florida, donde se registraron condiciones similares a principios de esta semana.

Los residentes de La Habana se refugiaron durante la noche mientras luces intermitentes iluminaban la ciudad, pero salieron lentamente a las calles este martes por la mañana, abrigados con chaquetas y sombreros, mientras las temperaturas caían hasta los 12 grados centígrados, una temperatura inusualmente fría para Cuba.

Personas navegan a través de una calle inundada en una balsa en La Habana, el 6 de febrero de 2024.

Al amanecer, el agua fluía por algunas calles de la ciudad como ríos costeros, desplazando medusas, algas y restos flotantes varias manzanas hacia tierra.

“Esto es realmente algo nuevo… no estamos acostumbrados a este tipo de frío”, dijo Jaqueline Dalardes, residente de La Habana, mientras paseaba por la explanada del Malecón de la ciudad. “El clima ha cambiado”.

La Habana, ciudad costera construida hace siglos a orillas del Golfo de México, es especialmente vulnerable a la subida del nivel del mar.

La Habana, ciudad costera construida hace siglos a orillas del Golfo de México, es especialmente vulnerable a la subida del nivel del mar y al fortalecimiento de las tormentas causadas por el cambio climático de origen humano, según afirman científicos y urbanistas.

Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, más de un tercio de sus 2,2 millones de habitantes viven en zonas amenazadas por la invasión de las aguas.

La subida del nivel del mar amenaza a algunas ciudades costeras como La Habana y podría borrar completamente del mapa estados de baja altitud en partes del Océano Pacífico Sur.