CNNE 1579786 - alerta meteorologica por el fenomeno de la nina
¿Cuáles serán las condiciones difíciles a enfrentar por los fenómenos de El Niño y La Niña?
01:17 - Fuente: CNN

(CNN) – El actual fenómeno de El Niño es uno de los más fuertes de los que se tiene constancia, lo que lo ubica en el territorio de “Súper El Niño”, pero los meteorólogos creen ahora que es probable que La Niña se desarrolle en los próximos meses.

Los meteorólogos creen que el fenómeno de La Niña ––es decir condiciones más frías que el promedio en el Pacífico oriental tropical–– podría empezar a dejar sus efectos tan pronto como en verano boreal, pero lo más probable es que sea para otoño, por lo que emitieron una alerta este jueves.

Una alerta de La Niña significa que las condiciones son favorables para que se forme el fenómeno en los próximos seis meses.

Hay un 55% de probabilidades de La Niña se desarrolle de junio a agosto y un 77% de probabilidades de que sea de septiembre a noviembre, dijo a CNN Michelle L’Heureux, climatóloga del Centro de Predicción del Clima.

El centro prevé que esta transición ocurra durante los meses de verano boreal, con condiciones de La Niña cada vez más probables hasta el otoño.

Este brusco cambio de patrón no carece de precedentes. Según L’Heureux, históricamente, a un fuerte fenómeno de El Niño le sigue un fenómeno de La Niña en un 60% de las ocasiones.

Dependiendo de cuándo se produzca La Niña, o incluso de si se produce, este cambio de patrón a gran escala podría tener consecuencias significativas en la evolución del tiempo durante el resto del año.

La Niña suele producir patrones meteorológicos opuestos a los de El Niño, incluida una temporada de huracanes más activa en el Atlántico. Las condiciones de La Niña estuvieron presentes durante una parte de la temporada de huracanes más activa del Atlántico de la que se tiene constancia: 2020. Un cambio más rápido a La Niña podría significar un mayor impacto en la próxima temporada de huracanes, que comienza en junio y suele alcanzar su punto álgido en septiembre, sobre todo si los océanos se mantienen excepcionalmente cálidos.

La temporada de huracanes del Atlántico del año pasado fue inusualmente activa en medio de océanos cálidos sin precedentes, a pesar de los intentos de El Niño de frenar la actividad.