(CNN) – A Serhii Palkin le resulta difícil olvidar el ruido de los aviones de combate sobrevolando su país, dos años después de que inició la guerra en Ucrania.
Como todos los ucranianos, Palkin, de 49 años, vivió la “pesadilla” que supuso el inicio de la invasión rusa de Ucrania el 24 de febrero de 2022.
Mientras luchaba por mantener a salvo a su joven familia en medio de los casi constantes bombardeos, Palkin también tenía la responsabilidad de cuidar del club de fútbol más laureado de Ucrania, el Shakhtar Donetsk.
Nunca pensarías que Palkin está viviendo una guerra, solo de verlo. Es tranquilo, comedido y no tarda en bromear mientras se sienta en una modesta sala de reuniones de Londres para reflexionar sobre cómo su vida personal y profesional cambió para siempre.
“Todos estamos sufriendo por todo lo que está pasando. Dos años es un plazo enorme para permanecer en este tipo de condiciones… un impacto muy grande en tu estabilidad psicológica, en tus aspectos morales”, explica Palkin, de voz suave, a CNN Sport.
“Mentalmente, es difícil sobrevivir, día a día, semana a semana, mes a mes. Llevamos casi dos años en este tipo de condiciones”.
Palkin fue nombrado mánager del Shakhtar Donetsk en 2004, haciéndose cargo del club más laureado de Ucrania. Además de su dominio nacional, el equipo compite regularmente en la Liga de Campeones de la UEFA, junto a los más grandes de este deporte.
Mientras que antes se ocupaba de la gestión diaria del negocio, ahora el excontador se enfrenta a diario a cuestiones de vida o muerte.
El fútbol, de repente, dejó de ser importante. La vida de las personas se convirtió en la mayor prioridad.
Mientras su propia familia buscaba refugio en el extranjero en las primeras fases de la invasión, Palkin se atrincheró en la ciudad sitiada de Kyiv y no se marchó hasta que todos sus jugadores estuvieron a salvo.
Sin embargo, desde que comenzó el conflicto, seis personas directamente vinculadas al club han muerto, según Palkin.
“Mi vida cambió por completo y empecé a dedicarme a la gestión de crisis. Es lo más importante de lo que me he ocupado y me ocupo ahora”, dice, explicando las nuevas exigencias de su función.
“A causa de la guerra, tenemos crisis por todas partes”.
Regreso del fútbol
A finales de 2022, el fútbol regresó a Ucrania con la reanudación de la primera división del país, aunque sin aficionados.
Aunque algunos partidos se detuvieron debido a las sirenas antiaéreas, y a pesar de los riesgos obvios de organizar un evento deportivo competitivo durante la invasión, el fútbol se considera una parte importante del esfuerzo de guerra.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, así lo manifestó, permitiendo a los jugadores viajar por Europa para representar al país en la escena mundial.
El fútbol era ahora un símbolo de esperanza en medio de la miseria del conflicto.
Palkin afirma que todo lo que el club hizo, y sigue haciendo, es para ayudar a ganar la guerra, ya sea recaudando dinero jugando partidos benéficos o dando buenas noticias a la población ucraniana, apasionada del fútbol.
“Si nos permitieron salir del país en tiempos de guerra, significa que tenemos que dar grandes noticias a la gente que vive en Ucrania”, afirma, refiriéndose a cómo viaja el club para jugar exhibiciones por todo el mundo y a sus partidos en casa, en Alemania.
“Significa que, sí, puedes perder, pero debes jugar con el corazón y mostrar el mejor fútbol que puedas, fútbol de ataque, ya sabes, fútbol bonito, como nuestro ADN”.
El Shakhtar lo ha hecho a veces, la última vez al derrotar al FC Barcelona por 1-0 en la fase de grupos de la Champions League en noviembre.
Un resultado aún más impresionante si se tiene en cuenta la logística que supone para el club jugar en tiempos de guerra.
Pesadilla logística
En realidad, el Shakhtar ha sido un club itinerante desde 2014, cuando se vio obligado a abandonar su sede en la región de Donbás en medio de la anexión por la fuerza de Crimea por parte de Rusia. Pero incluso este club fue puesto a prueba tras la invasión a gran escala.
Ante la imposibilidad de volar dentro y fuera de Ucrania, el equipo a menudo pasa días viajando en autobús para llegar a su sede para los partidos. Palkin parece agotado mientras enumera la larga lista de asuntos prácticos que hay que resolver, como encargar comida para el equipo y garantizar que siempre esté lo más seguro posible.
Palkin admite que el equipo a menudo no está en igualdad de condiciones cuando juega en competiciones europeas. ¿Cómo se puede esperar, por ejemplo, que un jugador compita al más alto nivel cuando acaba de pasar dos días sentado en un autobús?
“Para nosotros, seguir jugando al fútbol y concentrarnos al 100% en el partido es muy difícil, porque siempre estás pensando en lo que pasa en casa, con tus padres, con tu familia”, afirma.
“Si nos fijamos en la vida de nuestros jugadores, no es normal. Todo lo que estamos haciendo hoy en nuestra vida futbolística en Ucrania, no es normal. Desde un punto de vista físico y desde un punto de vista mental, es muy difícil vivir [y mucho más] mostrar un fútbol bueno y atractivo […] nuestros jugadores se han mostrado como auténticos héroes”.
El mundo del fútbol ha apoyado en gran medida a Ucrania, mostrando públicamente su apoyo y recaudando millones de dólares para las labores de socorro.
Sin embargo, Palkin critica al organismo rector del fútbol mundial, la FIFA, que, según él, se ha olvidado de su club.
La raíz de sus críticas radica en la decisión de la FIFA de adoptar una resolución que permitía a jugadores y entrenadores internacionales suspender sus contratos con clubes ucranianos y rusos.
La estrategia del Shakhtar se ha centrado durante mucho tiempo en traer al club a jugadores jóvenes, sobre todo de Brasil, desarrollarlos y luego venderlos para obtener beneficios.
El ex mediocampista del Manchester City Fernandinho es el ejemplo perfecto, ya que se trasladó a Ucrania desde el club brasileño Atlético Paranaense en 2005 antes de fichar por el gigante de la Premier League por unos US$ 40 millones en 2013.
Pero muchos de esos jugadores, en los que el club había invertido antes de la guerra, se marcharon sin pagar del Shakhtar como consecuencia de la resolución.
Palkin dijo que estaba contento de facilitar la salida de jugadores del club, pero argumentó que la sentencia permitía a algunos clubes aprovecharse, fichando a jugadores del Shakhtar a cambio de nada, antes de recuperar un beneficio después de traspasarlos.
Palkin afirma que el club quedó con deudas de más de US$ 43 millones.
El Shakhtar formó parte de un grupo que apeló la decisión de la FIFA ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (CAS), pero el caso fue desestimado en enero de 2023.
El club presentó entonces una queja ante la Comisión Europea de la Unión Europea el año pasado, mientras Palkin sigue luchando por que se haga “justicia”. La Comisión Europea dijo a CNN que estaba “evaluando actualmente” la queja “según nuestros procedimientos estándar”.
“Somos una familia futbolística y, si un miembro de la familia tiene un problema, todos deben apoyar”, dice Palkin, elogiando al club de la Premier League inglesa Chelsea por su conducta al fichar a la joven estrella Mykhailo Mudryk del Shakhtar en 2023, por US$ 75 millones iniciales.
“Se ven muchas palabras positivas de apoyo, pero en algunos casos, cuando se necesita el apoyo, no lo hay”.
“La situación con la FIFA, para mí, es muy extraña y nada comprensible”.
La FIFA remitió a CNN a la decisión del CAS tras una petición de comentarios.
El poder del deporte
Aunque la guerra significa que Palkin no puede planificar con más de un mes de anticipación, su atención se centra en reconstruir la plantilla para que recupere su antiguo esplendor.
Admitió que fichar jugadores en medio de la incertidumbre es difícil, pero no imposible. Incluso cuando los jugadores están dispuestos, dijo, es otra cuestión cuando se trata de convencer a los padres y familiares para que dejen marchar a sus hijos.
“No tengo ningún caso en el que no hayamos podido fichar por culpa de la guerra. Puede haber diferentes problemas, pero la guerra no es uno de los principales”, afirma.
A pesar de todos los retos, el mánager del Shakhtar confía en que su club pueda salir reforzado de este momento imposible.
Entre otras cosas, porque el Shakhtar es un equipo que se juega algo más que los puntos. Palkin ha sido testigo de cómo el deporte que ama puede ofrecer un respiro temporal en los momentos más oscuros, y de cómo el dinero recaudado en los partidos benéficos puede tener un impacto tangible en el apoyo a quienes intentan reconstruir sus vidas.
“El fútbol tiene una influencia increíble a escala mundial”, afirma con una sonrisa en el rostro.
“Créanme, esta influencia puede cambiar a cualquiera y nosotros lo vivimos y lo entendemos porque lo sentimos y vemos las reacciones.
“Está por encima de todo, ¿sabes? Y si todos permanecemos juntos y vamos en una dirección, puedo decirte al 100% que podemos cambiar positivamente cualquier área de la humanidad”.
El Shakhtar Donetsk no clasificó este año para los octavos de final de la Champions League, y cayó en la Europa League, la segunda competición europea de clubes.
El jueves se enfrentará al Marsella francés en el partido de ida de la eliminatoria. El partido se disputará de nuevo en Hamburgo, Alemania.