(CNN) – Un “nor’easter”, o sistema del noreste, es una tormenta que se desplaza a lo largo de la costa este de EE.UU. y suele tener vientos costeros del noreste.
“Los nor’easters suelen desarrollarse en latitudes comprendidas entre Georgia y Nueva Jersey, a menos de 160 km al este o al oeste de la costa este”, explica la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés).
Suelen formarse entre septiembre y abril, y son más fuertes durante los meses del invierno boreal.
Al viajar hacia el norte a lo largo de la costa este, estas tormentas suelen intensificarse cuando el agua cálida del océano cerca de la corriente del golfo, una fuerte corriente oceánica que trae agua caliente desde el golfo de México hacia el océano Atlántico, choca con el aire ártico del norte.
Estas diferencias de temperatura proporcionan “el combustible que alimenta los nor’easters”, explica la NOAA.
Los “nor’easter” afectan regularmente a algunas de las ciudades más densamente pobladas de EE.UU., como Washington, Filadelfia, Nueva York y Boston, así como a las provincias marítimas de Canadá.
Los “nor’easters” traen lluvias torrenciales y/o nieve, ráfagas de viento y olas extremadamente altas que pueden causar inundaciones costeras.
Estos efectos pueden causar la muerte de personas, afectar los desplazamientos y dañar bienes.
Nor’easters más peligrosos
Tormenta de nieve de 1888: esta tormenta terminó con la vida de 400 personas al azotar el noreste de EE.UU., desde la bahía de Chesapeake hasta Maine, con casi 1,2 metros de nieve entre el 11 y el 14 de marzo. Los bancos de nieve, de hasta dos pisos de altura, interrumpieron el tránsito, dejando varados a los viajeros e impidiendo el suministro del carbón necesario para la calefacción.
“En su momento fue descrita como ‘la peor tormenta de que se tenga memoria’, y sigue siendo la peor tormenta de invierno registrada en muchas zonas del noreste”, afirma el Servicio Meteorológico Nacional.
Tormenta del Miércoles de Ceniza de 1962: esta tormenta de marzo ha sido considerada el nor’easter más fuerte del siglo XX. Golpeó los estados del Atlántico Medio con olas de 12 metros, empujando las casas de sus cimientos hacia el océano. Según la NOAA, tan solo en Nueva Jersey unas 45.000 viviendas sufrieron daños.
La tormenta fue más fuerte que la mayoría de los huracanes y causó daños por valor de más de US$ 200 millones, según la agencia.
La “Tormenta del Siglo” de 1993: Esta tormenta, que también azotó en marzo, fue uno de los peores nor’easters jamás registrados y uno de los desastres meteorológicos más mortíferos y costosos del siglo XX. La tormenta produjo vientos de hasta 145 km/h a lo largo de la costa y dejó caer 1,5 metros de nieve tierra adentro.
A medida que el Ártico se calienta, los ‘nor’easters’ pueden empeorar
En un momento en que el mundo se enfrenta a la crisis climática, las condiciones meteorológicas invernales extremas —en concreto, las grandes tormentas de nieve en el noreste de EE.UU.— se han vinculado al calentamiento de las temperaturas árticas, según un estudio publicado en la revista científica Nature Communications por Atmospheric and Environmental Research, el Instituto Tecnológico de Massachusetts y la Universidad de Rutgers.
Las grandes tormentas invernales eran entre dos y cuatro veces más probables cuando el Ártico era anormalmente cálido que cuando era anormalmente frío, según la investigación, que analizó la relación entre el tiempo invernal severo, el frío extremo y las fuertes nevadas en ciudades estadounidenses y las condiciones en el Ártico durante y antes de las tormentas.
Nota del editor: este artículo fue publicado originalmente en 2023.