(CNN) – El reciente descubrimiento de restos a más de 183 metros de profundidad en el lago Superior resuelve uno de los misterios del SS Arlington, un granelero de 71 m que se hundió en 1940.
Pero, aunque por fin se encontró el lugar donde yacía el barco, aún queda por resolver la cuestión de los últimos momentos del capitán Frederick “Tatey Bug” Burke.
El barco, cargado de trigo, zarpó el 30 de abril de 1940 de Port Arthur, Ontario. Su destino era Owen Sound, Ontario, según la Sociedad Histórica de Naufragios de los Grandes Lagos (GLSHS por sus siglas en inglés), que anunció el hallazgo el lunes.
Después de que la densa niebla se convirtiera en tormenta y comenzara a entrar agua en el barco, Burke revocó la orden del primer oficial de acercarse a la costa.
Esa decisión devolvió al Arlington a su rumbo a través del lago, según la GLSHS. Alrededor de las 4:30 a.m. del 1 de mayo de 1940, el barco empezó a hundirse y el jefe de máquinas dio la alarma.
La tripulación comenzó a abandonar el barco. Y todos -excepto Burke- acabaron poniéndose a salvo a bordo del Collingwood, un carguero más grande que también estaba en el lago ese día.
¿Podría haberse salvado el capitán?
“No sé lo que pasó”, dijo el jefe de máquinas Fred Gilbert en la edición del Toronto Daily Star del 3 de mayo de 1940.
“Se hundió rápidamente”, dijo. “Apenas tuvimos tiempo de sacar los botes salvavidas. El barco estaba cubierto de hielo; se me congelaron las manos al empujarlos”.
En otras entrevistas periodísticas de la época, algunos miembros de la tripulación afirmaron que Burke saludó al Collingwood desde cerca de la cabina de mando de su barco justo antes de que se hundiera.
Algunas personas de la comunidad marinera dijeron entonces que pensaban que Burke seguía la tradición marítima de que un capitán se hundiera con su barco.
“No me sorprende en absoluto oír que el capitán Burke se hundió con el barco”, declaró George Mackery, cuyo padre era primer oficial del Arlington, al Toronto Daily Star en un artículo publicado el 2 de mayo.
“Era un auténtico marinero, rudo y preparado, y nunca fue de los que abandonan un barco que se hunde. Le echaremos mucho de menos en el barco”, declaró Mackery.
Los informes sugerían que los miembros supervivientes de la tripulación no se ponían de acuerdo sobre si el capitán podría haberse salvado después de que sus 16 tripulantes escaparan en botes salvavidas y luego al Collingwood. El Arlington disponía de un teléfono de barco a tierra, según los periódicos, pero no hubo ninguna llamada de emergencia.
“¿Por qué se hundió con el barco… cuando podía haberse salvado fácilmente como el resto de la tripulación? El hecho es que nadie sabrá nunca la respuesta”, declaró la GLSHS en un comunicado de prensa el lunes, anunciando el descubrimiento de los restos del naufragio. La GLSHS y el investigador de naufragios Dan Fountain encontraron el SS Arlington en 2023.
Un emocionante descubrimiento sorpresa
Fountain, un técnico electrónico jubilado que vive en Negaunee, Michigan, ha estado buscando naufragios desde que era un niño y más en serio como un pasatiempo durante más de una década, dijo a CNN. Fountain había estado analizando unos datos de teledetección recogidos hace años para otros fines cuando encontró una anomalía profunda.
Pidió ayuda a la GLSHS para investigar el hallazgo. El agua era lo bastante profunda y estaba lo bastante lejos de la costa como para que Fountain pensara que no podría investigar el lugar con su propia pequeña embarcación y un sonar convencional.
“Sabíamos que había algo. Esperábamos que hubiera algo. Teníamos indicios de que lo había”, dijo Fountain.
Una expedición en 2023 a bordo del R/V David Boyd, en la que participaron Fountain, Darryl Ertel (director de operaciones marinas de la GLSHS) y otros tripulantes y voluntarios, llevó a los buscadores a unas 56 kilómetros al norte de la península de Keweenaw, en Michigan.
Bruce Lynn, director ejecutivo de la GLSHS, señaló en un comunicado que su organización confía en el tipo de trabajo en equipo que se puso de manifiesto cuando Fountain “se dirigió a nosotros con un objetivo potencial cerca de la zona de Copper Harbor, en el lago Superior. Estos objetivos no siempre llegan a nada… pero esta vez se trataba absolutamente de un naufragio. Un naufragio con una historia interesante y quizá misteriosa”.
Junto con la emoción, Fountain sintió alivio, ya que la misión había convocado a la sociedad histórica, a sus avanzados equipos y a una tripulación de voluntarios de lugares tan lejanos como Nueva York.
También hubo sorpresa, y un poco de decepción al principio. En realidad buscaban otro buque. “No voy a decir cuál era porque aún queremos salir a buscarlo”, dijo Fountain.
Un vehículo teledirigido pudo ver unas letras en la popa que identificaban el barco como el Arlington, que “también tiene algunas historias excelentes”, dijo. “Así que fue emocionante”.
“Es una gran historia porque, en primer lugar, la gente no sabía dónde estaba, y aún queda la duda de por qué el capitán se hundió con su barco. Todavía no sabemos nada de eso, y probablemente nunca sabremos cuáles fueron sus razones”.
Fountain también comentó que el descubrimiento podría ser importante para la familia de Burke, cuyos descendientes podrían seguir viviendo en los alrededores de Midland, Ontario. Pero Fountain dijo que no ha estado en contacto con ellos.
“Les proporciona un pequeño cierre, espero, y simplemente resuelve un misterio más del Gran Lago”.