(CNN) – La muerte de Alexey Navalny fue recibida con gran pesar en todo el mundo, e incluso en Rusia -donde el más mínimo acto de disidencia política conlleva un gran riesgo- se ha honrado su memoria.
Los rusos han acudido a improvisados actos de homenaje, y se ha informado de la detención de cientos de personas en la mayor oleada de arrestos en actos políticos del país en dos años.
En contraste con la opinión pública, los medios de comunicación estatales rusos han ignorado en gran medida su muerte.
Navalny, de 47 años, feroz crítico del presidente de Rusia, Vladimir Putin, murió el viernes tras sentirse mal en un paseo por su prisión y caer inconsciente, según el servicio penitenciario ruso. La causa de su muerte no está clara y su equipo acusó a las autoridades de mentir para retrasar el proceso de devolución de su cuerpo a la familia.
El incidente desató protestas en todo el mundo, y muchas personas se concentraron ante las embajadas rusas en capitales europeas como Berlín y París, con pancartas en las que se leía “Putin es un asesino” y “Putin a La Haya”.
En Rusia, las protestas necesitan autorización de los funcionarios del Gobierno. La Fiscalía de Moscú advirtió que estaba prohibida cualquier manifestación en la capital por la muerte de Navalny.
Aun así, multitudes acudieron a vigilias y concentraciones. En los actos celebrados en todo el país, la gente mostró sus respetos a Navalny, colocando flores y portando carteles, según se puede ver en las redes sociales y en los videos de las agencias de noticias.
Pero incluso esto, aparentemente, les pareció demasiado a las autoridades, que grabaron un video en el que se veía cómo la Policía introducía a algunos asistentes en furgones policiales.
En Moscú, la gente llevó flores al Muro del Dolor, un monumento a las víctimas del ex líder soviético Josef Stalin, según muestra un video del canal independiente SOTA en Telegram.
Alrededor de 50 personas se reunieron el sábado en el Muro del Dolor para una concentración en memoria de Navalny antes de que la Policía comenzara a expulsar a la gente del monumento, informó el medio de noticias independiente Mozhem Obyasnit (MO).
En la ciudad siberiana de Novosibirsk, la Policía detuvo el viernes a activistas que lamentaban la muerte de Navalny y acordonó el monumento dedicado a las víctimas de la represión política, informó SOTA.
Desde la muerte de Navalny han sido detenidas más de 366 personas, según OVD-Info, un grupo independiente ruso de derechos humanos que vigila la represión en Rusia.
Tan solo en San Petersburgo se produjeron más de 200 detenciones, según la organización. En total hubo detenciones en 32 ciudades diferentes, entre ellas Murmansk, Moscú, Rostov del Don y Nizhni Novgorod. OVD-Info informó que algunos detenidos fueron puestos en libertad, aunque no está claro cuántos.
Mientras tanto, los cientos de flores y velas depositadas en Moscú fueron retiradas en su mayoría durante la noche del sábado en bolsas negras, informó Reuters.
La oleada de detenciones es la mayor en Rusia desde septiembre de 2022, cuando se produjeron manifestaciones contra la “movilización parcial” de reservistas por parte de Putin para su guerra en Ucrania.
Un hombre de 36 años que depositó un clavel en la Piedra Solovetsky, un monumento en la plaza Lubyanka de Moscú, habló con Reuters desde el refugio de un paso subterráneo.
“La muerte de Navalny es terrible: las esperanzas se hicieron añicos”, dijo.
“Navalny era un hombre muy serio, un hombre valiente, y ahora ya no está con nosotros. Decía la verdad, y eso era muy peligroso porque a algunos no les gustaba la verdad”.
Las reacciones de otros moscovitas fueron diversas. Un residente de Moscú, Alexander, dijo a Reuters que pensaba que la muerte de Navalny era “esperada”.
“Las noticias decían que lo mantenían en malas condiciones que no eran aptas para vivir”, comentó.
Navalny fue encarcelado tras regresar a Rusia en 2021 desde Alemania, donde recibió tratamiento tras ser envenenado con Novichok, un agente nervioso de la era soviética. A su llegada, Navalny fue rápidamente detenido por cargos que él rechazó como motivados políticamente.
Navalny estuvo encarcelado desde entonces, y la preocupación por su bienestar se intensificó tras su traslado a una colonia penal al norte del Círculo Polar Ártico. Pasó sus últimas semanas en la prisión siberiana, donde dijo que dormía debajo de un periódico para calentarse.
Otro residente de Moscú, Mikhail, dijo que creía que “se debe actuar contra los enemigos” de Rusia “cuanto antes mejor”.
Ha habido informes de que los detenidos han sido golpeados.
OVD-info comunicó que un joven fue detenido tras depositar flores en Surgut, Siberia occidental, y contó a los abogados del grupo que fue golpeado en la comisaría.
También afirmó que los agentes le apuntaron con una pistola a la cabeza, le obligaron a tumbarse en el suelo y le estiraron los brazos hacia arriba, exigiéndole que confesara por qué había llevado las flores, según OVD-info.
MO dijo que hubo dos casos de golpizas durante el arresto, en Moscú y San Petersburgo.
CNN no ha confirmado de forma independiente los informes. CNN se puso en contacto con las autoridades de Moscú, San Petersburgo y Surgut para obtener sus comentarios.
Silencio de los medios de comunicación estatales
La muerte de Navalny fue noticia en todo el mundo.
Sin embargo, en algunos de los canales de los medios de comunicación estatales rusos, las noticias sobre la muerte de Navalny han sido escasas.
El canal de noticias Rusia-24 no ofreció ningún reportaje al aire en las horas posteriores al anuncio de su muerte ni se mencionó en el teletipo de noticias del canal. En su lugar, informó sobre la situación en la ciudad fronteriza de Belgorod, donde se han producido mortíferos bombardeos ucranianos, y sobre la visita de Putin a la ciudad de Chelyabinsk.
El Canal Uno de Rusia informó por primera vez de la muerte de Navalny poco antes de las 3 p.m. hora local, leyendo una declaración de los servicios penitenciarios rusos que ocupó 25 segundos de tiempo de emisión. No se emitió ninguna imagen de Navalny.
Un comentarista del canal de propaganda Soloviev Live afirmó que la muerte de Navalny fue orquestada por la CIA y que Occidente la utilizaría como arma contra Rusia.
La afirmación ocurre después de que el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia condenara la respuesta de Occidente a la muerte de Navalny.
En una declaración en redes sociales, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zakharova, dijo que la reacción de los líderes de la OTAN -muchos de los cuales señalaron directamente a Putin- “revela sus verdaderos colores”.
“Todavía no hay un examen forense, pero las conclusiones de Occidente ya están listas”.
Ninguno de los medios de comunicación ofreció información contextual sobre Navalny, que supuso una de las amenazas más serias para Putin durante su mandato, organizó protestas callejeras antigubernamentales, y utilizó su blog y las redes sociales para denunciar la supuesta corrupción en el Kremlin y en los negocios rusos. El Kremlin niega las acusaciones.
Y el propio Putin aún no ha hecho ningún comentario, aunque no es de extrañar. El líder ruso se ha negado sistemáticamente a nombrar siquiera al hombre que se convirtió en uno de sus oponentes de más alto perfil.
Eve Brennan y Uliana Pavlova, de CNN, contribuyeron a este informe.