Maz George sostiene flores y un panfleto tras el funeral de la activista trans Cecilia Gentili el 15 de febrero en la Catedral de St. Patrick de Nueva York.

(CNN) – La Arquidiócesis de Nueva York condenó el funeral de una activista transgénero que se realizó la semana pasada en la Catedral de St. Patrick’s, al expresar su indignación por lo que calificó de “comportamiento escandaloso”.

Más de 1.000 personas llenaron los bancos de la venerada catedral en Nueva York el 15 de febrero para honrar a la legendaria activista trans Cecilia Gentili, quien murió el 6 de febrero a los 52 años. Gentili fue un pilar de la comunidad trans neoyorquina, así como una firme defensora de las trabajadoras sexuales y de las personas con VIH. Aunque creció asistiendo a los servicios católicos en Argentina, su país natal, también era atea declarada.

Amigos y familiares de Gentili calificaron el funeral de la semana pasada como “icónico” e “histórico”, y sus organizadores afirmaron que creían que la activista era la primera persona trans que tenía una ceremonia en la catedral. Los dolientes acudieron con vestidos rojos de plumas, medias de rejilla y velos de encaje, y la comunidad rezó para que Dios protegiera a las personas trans con atención médica y vivienda. En un elogio, Gentili —extrabajadora sexual— fue recordada como “Santa Cecilia. Madre de todas las prostitutas”.

Sin embargo, después de que en internet empezaran a circular videos del funeral y los informes de CNN y otros medios, algunos católicos destacados y grupos conservadores reaccionaron criticando lo ocurrido. Un alto funcionario de la catedral de St. Patrick’s, sede de la Arquidiócesis de Nueva York, declaró después del funeral que lo engañaron para conducir el servicio.

CNN se puso en contacto con la Arquidiócesis de Nueva York desde el viernes para solicitar comentarios, antes de que condenara públicamente el funeral, pero no recibió una respuesta.

Cientos de personas llenaron los bancos de la Catedral de St. Patrick's la semana pasada para recordar a Gentili.

“La catedral solo sabía que la familia y los amigos solicitaron una misa funeral para un católico, y no tenía ni idea de que nuestra bienvenida y oración se degradarían de una forma tan sacrílega y engañosa”, dijo el reverendo Enrique Salvo, rector de la Catedral de St. Patrick’s, en un comunicado durante el fin de semana.

“El hecho de que este escándalo se produjera en la ‘Iglesia Parroquial de Estados Unidos’ lo hace aún peor; que tuviera lugar cuando estaba comenzando la Cuaresma, la lucha anual de cuarenta días contra las fuerzas del pecado y la oscuridad, es un poderoso recordatorio de lo mucho que necesitamos la oración, la reparación, el arrepentimiento, la gracia y la misericordia a la que nos invita esta santa temporada”, continuó.

El reverendo Salvo añadió que la catedral ofreció una misa de reparación bajo la dirección del cardenal Timothy Dolan para expiar el funeral.

Los organizadores del funeral dijeron a CNN que eligieron honrar a Gentili en la Catedral de St. Patrick’s porque consideraban que su grandeza era un tributo adecuado a su legado: en su funeral se le recordó por defender a las personas más marginadas de la sociedad.

Un alto líder de la catedral de St. Patrick's, sede de la Arquidiócesis de Nueva York, condenó el funeral de Gentili después de que se realizara, al decir que la casa de culto fue engañada para acoger el servicio.

Ceyenne Doroshow, una de las organizadoras, declaró en una entrevista con el diario The Washington Post que le informó a la catedral que Gentili era “una defensora de las trabajadoras sexuales, un icono y una activista” y los animó a buscarla. Añadió que el lugar de culto no preguntó por la identidad de género o la sexualidad de Gentili, y que ella no se lo reveló proactivamente.

“Si la familia de una persona cisgénero organiza su funeral, ¿dice su familia a la iglesia que era cis?”, señaló Doroshow a The Washington Post. “Si no es así, ¿por qué se nos pide eso a nosotros?”.

La familia de Gentili también criticó duramente la respuesta de la arquidiócesis, y caracterizó su funeral como un “desafío histórico a la hipocresía de la Iglesia y al odio antitrans”.

“Otorgamos la santidad a Cecilia, por el trabajo de su vida, por cómo ayudó, fue madre y amó a todas las personas, independientemente del VIH, la inmigración o la situación laboral”, dice un comunicado de la familia. Su corazón y sus manos llegaron a quienes la mojigata Iglesia sigue menospreciando, oprimiendo y castigando, y ella cambió las condiciones materiales de innumerables personas, incluidas las que carecían de vivienda y las que necesitaban asistencia sanitaria”.

La declaración continuó: “El único engaño presente en la catedral de St. Patrick’s es que pretende ser un lugar acogedor para todos”.

A pesar de la indignación de la arquidiócesis y de algunos católicos, a otros fieles no pareció importarles el servicio de Gentili. Michael Horlan, un abogado irlandés que asistió a la misa del domingo en la catedral, declaró al New York Post que “Jesús acogió a todo el mundo. No dijo que si eres una cosa u otra, estás fuera de la casa”.