(CNN Español) – No fue una mujer, sino un hombre, como se había anticipado en la víspera. El contador José Sánchez se convirtió en el primer testigo llamado por la Fiscalía en el juicio contra el expresidente de Honduras Juan Orlando Hernández en Nueva York.
En la audiencia de este miércoles, Sánchez aseguró que estuvo presente cuando un narcotraficante le entregó dinero a Hernández, quien entonces era candidato a la presidencia, y agregó que aun cuando existe una grabación del momento él no cuenta con las pruebas del supuesto hecho.
Sánchez trabajó durante años llevando las cuentas de Geovanny Fuentes Ramírez, quien fue sentenciado en Estados Unidos en 2022 por narcotráfico.
Sánchez dijo que estuvo presente en reuniones entre Hernández y Fuentes, en las que el político supuestamente aceptaba sobornos.
El contador aseguró que había tres copias del video captado por las cámaras del lugar. Dos de ellas, dijo, fueron entregadas a funcionarios en Honduras.
Sánchez declaró que él tenía la tercera copia y que en 2015 se fue de Honduras por temor a su vida, rumbo a Estados Unidos, pero que la memoria USB en la que estaba el video se quedó en una maleta que nunca llegó a destino.
En el contrainterrogatorio, la defensa de Hernández hizo hincapié en la falta de pruebas. El abogado Raymond Colon le preguntó por qué esa evidencia tan vital había sido puesta en el equipaje y no la llevó con él.
Además, resaltó frente al jurado cómo un contador no podía aportar ninguna hoja de contabilidad o prueba física de las presuntas transacciones que involucrarían a Hernández y al narcotraficante Fuentes.
También le preguntó a Sánchez si le tenia temor o alguna vez fue amenazado por Hernandez entre 2013 cuando se postuló para presidente y 2015 cuando Sánchez se fue del país centroamericano a Estados Unidos. El testigo respondió que en ese tiempo nunca sintió que su vida estuviera en peligro por parte del entonces presidente a pesar de haber declarado sobre los supuestos vínculos de Hernandez con criminales violentos.
El segundo testigo vinculó a Hernández con “El Chapo” Guzmán
Posteriormente, la fiscalía llamó al segundo testigo, Alexander Ardón Soriano, un exalcalde que se declaró culpable de narcotráfico, quien dijo haber estado presente cuando Hernández presuntamente recibió dinero de parte de Joaquín “El Chapo” Guzmán, líder del Cártel de Sinaloa.
En la sala, el fiscal le pregunto al testigo si podía identificar quién le había ayudado, y Ardón Soriano señaló a Hernández.
Soriano agregó que estuvo en reuniones privadas con Hernández desde 2009, en las que presuntamente acordó recibir ayuda para no ser investigado. En contraprestación, entregó ayuda política y financiera. Afirmó que pagó millones de dólares en ese tiempo a Hernández.
Resaltó que mientras recibía la protección presuntamente otorgada por Hernández, nunca sufrió requisas de mercadería por parte de las autoridades.
Además, Ardón Soriano afirmó que traficó drogas junto a Tony Hernández, hermano del expresidente, quien fue condenado en 2021 en Estados Unidos a cadena perpetua por narcotráfico y otros cargos.
El contrainterrogatorio de la defensa quedó programado para el jueves.
Más temprano, en los alegatos iniciales, el abogado defensor Renato Stabile había pedido a los miembros del jurado en la Corte del Distrito Sur de Manhattan que tengan en cuenta que las acusaciones que escucharán en el juicio no serían suficiente evidencia para determinar que Hernández es culpable.
Por su parte, en sus argumentos de apertura, el fiscal David Robles expresó que Hernández “trabajó de la mano con los traficantes más influyentes y violentos en Honduras para enviar tonelada tras tonelada a Estados Unidos”.
El juicio comenzó el martes con la selección de los 12 miembros del jurado (siete mujeres y cinco hombres) y los seis suplentes, cuyas identidades permanecerán en reserva y serán los encargados de decidir el destino de Hernández, acusado de tráfico de drogas y uso de armas.
De ser encontrado culpable, Hernández podría enfrentar una sentencia de cadena perpetua. Desde que fue detenido y extraditado a EE.UU. en 2022, el exmandatario ha reiterado su inocencia.
De acuerdo con el juez Kevin Castel, el proceso tardará de dos a tres semanas, aunque el jurado podrá tomarse el tiempo necesario para llegar a un veredicto, salvo que queden estancados y se declare el juicio nulo.
Según adelantó el fiscal, también hará subir al estrado a narcotraficantes hondureños que detallarán cómo realizaban sus operaciones, y a un exalcalde que testificará sobre cómo traficaba droga con apoyo de Hernández y su hermano. También, dijo que miembros del Cartel de Sinaloa explicarán cómo y por qué entregaron millones de dólares a Hernández.
Hernández, o JOH, como es popularmente conocido, mantuvo durante su Gobierno una estrecha colaboración con Estados Unidos en temas de inmigración y lucha contra el narcotráfico. Pero en paralelo, las autoridades estadounidenses lo investigaban por supuestamente usar su cargo para apoyar a organizaciones de narcotráfico en Honduras, México y otros países.
La tesis de los fiscales señala que Hernández presuntamente usó dinero del narcotráfico para enriquecerse y financiar sus campañas políticas, y utilizó “su cargo público, las fuerzas del orden y el ejército para apoyar a organizaciones de narcotráfico”. También lo acusan de posesión de armas y haber ayudado a introducir toneladas de cocaína a Estados Unidos.
El exmandatario, de 55 años, alega que los fiscales se basan en declaraciones de sujetos fueron perseguidos por su Gobierno, y destaca que durante su gestión se aprobaron leyes contra el narcotráfico, incluso la que facilitó su propia extradición. La defensa de Hernández no ha confirmado si subirá al estrado para testificar en el juicio.
A comienzos de febrero, dos coacusados por el Departamento de Estado de EE.UU. se declararon culpables: el exjefe policial El Tigre Bonilla y el expolicía Mauricio Hernández Pineda, primo del expresidente. Ambos tienen programadas sus audiencias de sentencia, para junio y mayo, respectivamente, y podrían declarar en el juicio contra Hernández.