CNNE 1609080 - empieza el juicio contra juan orlando hernandez
Empiezan los testimonios en el juicio contra Juan Orlando Hernández, expresidente de Honduras
03:22 - Fuente: CNN

(CNN Español) – Uno de los protagonistas de la tercera audiencia del juicio contra el expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, no estaba en la sala, pero lo mencionaron varias veces. Según un testigo convocado por la Fiscalía, Joaquín “El Chapo” Guzmán, uno de los narcotraficantes más conocidos de la última década, habría entregado grandes sumas de dinero a las autoridades del país centroamericano a cambio de protección para sus negocios.

El exalcalde hondureño Alexander Ardón Soriano, quien había iniciado su testimonio el miércoles, continuó dando detalles sobre los presuntos acuerdos entre el entonces líder del Cartel de Sinaloa y las autoridades hondureñas. Se trata de un testigo especial para la Fiscalía, dada su presunta cercanía tanto con Hernández como con su hermano, Tony Hernández, condenado en 2021 en EE.UU. por narcotráfico.

Ardón relató que estuvo presente en una reunión con Guzmán en la que el narcotraficante contó que le habían robado un cargamento de cocaína en la ruta hacia Guatemala, por lo que solicitaba protección para el transporte.

El exalcalde, también condenado por narcotráfico en EE.UU., aseguró que en aquella oportunidad contactó a Tony Hernández para proponerle el presunto negocio de quitar los retenes policiales a cambio de sobornos.

Ardón testificó que El Chapo y Tony Hernández se reunieron junto a otras personas en 2013 en El Espíritu, una localidad del departamento de Copán, en Honduras. Según relató, allí el narco mexicano le dijo que quería abrir nuevas rutas, a lo que Hernández presuntamente le respondió que si su hermano ganaba la presidencia (en las elecciones de noviembre de ese año), tendrían asegurado que ni él ni sus aliados serían extraditados.

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Ante esa posibilidad, contó Ardón, Guzmán ofreció US$ 1 millón, a lo que, según el exalcalde, Tony respondió que tendría que consultar con su hermano. Luego, el dinero fue presuntamente aceptado y recibido por Tony Hernández en nombre de Juan Orlando.

Ardón, quien se entregó a la DEA en 2019 y aceptó haber participado en 56 asesinatos, fue alcalde del departamento de El Paraíso, en el centro este del país centroamericano, hasta 2015.

Según relató Ardón en el juicio, no volvió a postular por pedido del propio Juan Orlando Hernández. En una reunión, el entonces mandatario presuntamente le dijo que había muchas acusaciones y sospechas sobre las actividades de Ardón y que eso terminaría siendo un problema. A cambio de dejar su cargo, el presidente supuestamente le daría protección para que no sea extraditado.

Para las elecciones de 2017, Ardón dijo que volvió a reunirse con los Hernández y que Tony presuntamente le pidió US$ 500 mil para la campaña.

Ardón aseguró que había ayudado a Hernández a cometer fraude electoral en cada una de las elecciones en las que participó el ahora exmandatario, y que lo hizo pagándole a todos los votantes y a los trabajadores de mesas electorales para que emitieran sus votos por Hernández.

En el contrainterrogatorio, el abogado de la defensa se enfocó en el prontuario del exalcalde, preguntándole sobre las decenas de asesinatos que admitió haber ordenado y los dos homicidios que aceptó que cometió personalmente.

Frente al jurado, el abogado pasó varios minutos leyendo cada nombre de las víctimas, incluso algunos que Ardón no recordaba, y le preguntó por actos de tortura de los que se declaró culpable cuando se entregó.

El entonces presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, habla con los medios de comunicación el 27 de octubre de 2015 en Berlín, Alemania.

La defensa insiste en la falta de pruebas y la discutible credibilidad de los testigos para intentar salvar a Hernández de los cargos de narcotráfico presentados por la Fiscalía. Se espera que el juicio, que comenzó el martes, dure dos a tres semanas.

Hernández, que fue presidente de Honduras entre 2014 y 2022, y extraditado tres meses después de dejar el cargo, podría enfrentar una sentencia de cadena perpetua en caso de ser hallado culpable.

Hernández, o JOH, como es popularmente conocido, mantuvo durante su Gobierno una estrecha colaboración con Washington en temas de inmigración y lucha contra el narcotráfico. Pero en paralelo, las autoridades estadounidenses lo investigaban por supuestamente usar su cargo para apoyar a organizaciones de narcotráfico en Honduras, México y otros países.

La Fiscalía dijo en su alegato inicial que el exmandatario, de 55 años, “trabajó de la mano con los traficantes más influyentes y violentos en Honduras para enviar tonelada tras tonelada a Estados Unidos”.