(CNN) –– Un exlíder del cartel hondureño Los Cachiros, Devis Leonel Rivera Maradiaga, dijo este martes que entregó US$ 250.000 para la campaña presidencial de Juan Orlando Hernández, en una nueva declaración que apunta al entorno cercano del expresidente de Honduras en el juicio que se realiza en Nueva York por narcotráfico.
Rivera está encarcelado desde que se entregó en 2015 y, aunque no ha sido condenado, se ha declarado culpable de narcotráfico, lavado de dinero y de haber participado en el asesinato de 78 personas, entre otros delitos.
Según su testimonio, en 2012 pagó un presunto soborno en efectivo en Tegucigalpa a Hilda Hernández, hermana de Juan Orlando Hernández, quien entonces era presidente del Congreso. Posteriormente, Hilda Hernández fue ministra y jefa de campaña hasta que murió en un accidente de helicóptero en 2017.
Rivera Maradiaga testificó que el presunto pago fue realizado bajo la promesa de recibir protección para sus actividades delictivas, evitar ser arrestado y conseguir contratos con el Gobierno para lavar dinero.
El lunes, otro exnarcotraficante, identificado por la Fiscalía como Luis Pérez, exmiembro del cartel de Sinaloa, también testificó que realizó varios pagos al entorno de Hernández para su campaña presidencial, incluido a su hermano Tony, ya condenado por los tribunales estadounidenses.
Este martes, en el contrainterrogatorio de la defensa, el testigo reconoció que no puede confirmar si el dinero que afirma haber entregado efectivamente lo recibió Juan Orlando Hernández, o si el entonces candidato estaba al tanto de los negocios, más allá de lo que le informaban a Pérez los supuestos intermediarios, ya que no hubo un contacto directo.
Aunque Hernández no ha sido llamado al estrado y no está confirmado si sus defensores quieren que testifique, el expresidente ha seguido con atención el juicio, pasando notas escritas a sus abogados durante los contrainterrogatorios.
Este martes fue una de las jornadas más activas del acusado, comunicándose a través de papeles amarillos con los abogados durante el contrainterrogatorio de Pérez, con comentarios o posibles preguntas para los testigos, que son alcanzados a través de un asistente.
Ante una consulta del juez, la Fiscalía informó que faltan las declaraciones de 7 a 10 testigos más, entre ellos tres personas que colaboran con las autoridades.
Hernández, extraditado en 2022, tres meses después de dejar la presidencia, está acusado de cargos de narcotráfico y si es hallado culpable podría ser condenado a cadena perpetua. El exmandatario, de 55 años, argumenta que los fiscales se basan en declaraciones de sujetos que fueron perseguidos por su Gobierno
Un jurado ausente
Este martes, el inicio de la jornada estuvo demorado por la ausencia de uno de los jurados, al que el juez estuvo intentando contactar sin obtener respuesta.
El integrante del jurado, señalado como uno de los miembros principales, había llamado a primera hora para informar que tenía conjuntivitis y que no podría asistir, pero luego no respondió a los llamados del juez.
El magistrado dijo que su intención era reemplazarlo con uno de los suplentes, pero la defensa se opuso porque se trata del único miembro latino del jurado. Los abogados de Hernández consideran que ese factor podría jugar a favor de su cliente. Según sostuvo la defensa, le preocupa la composición étnica de los 12 integrantes.
El juez, sin embargo, se negó a aplazar el juicio y el proceso se reanudó con once miembros del jurado y una silla vacía, correspondiente a la persona ausente. Hasta la tarde, el miembro del jurado no había devuelto las llamadas de la corte y el juez oficialmente anuncio que decidió excusarlo y reemplazarlo con uno de los suplentes