(CNN) – Los turistas que visiten la ciudad de Sevilla, en el sur de España, pronto podrían tener que pagar una tasa para explorar la amplia y ornamentada Plaza de España, según informó el ayuntamiento, como parte de los planes para controlar la sobrecarga turística en un espacio público abierto.
“Estamos proyectando cerrar la plaza de España y cobrar a los turistas para financiar su conservación y garantizar su seguridad”, escribió el alcalde José Luis Sanz en una publicación en la plataforma de redes sociales X, acompañada de un video que muestra azulejos desaparecidos, fachadas dañadas y vendedores ambulantes ocupando nichos y escaleras.
La plaza, completada con una estructura palaciega neomusulmana semicircular enmarcada con altas torres en ambos extremos y cuatro puentes sobre un foso, forma parte de un complejo construido para la Exposición Iberoamericana de 1929 que se diseñó para reflejar la españolidad en su arquitectura y decoraciones de azulejos.
Miles de personas de todo el mundo la visitan a diario, en coches de caballos o a pie.
La estructura sirvió de plató en 1999 para la película “The Phantom Menace” de la franquicia Star Wars, y es también un punto caliente de la vida cultural de Sevilla, donde se celebran conciertos, obras de teatro y desfiles de moda.
Aunque Sanz dejó claro que los residentes locales seguirían teniendo acceso gratuito, muchos usuarios X, incluidos los de Sevilla, se apresuraron a criticar el plan.
“Una tasa turística para TODOS los visitantes provoca menos debate y genera más ingresos. Escuchen a la gente, no a los hoteleros”, escribió un usuario.
Otro añadía: “Lo que la gente quiere de ustedes es una tasa turística y una regulación general del turismo de masas que está destruyendo nuestra ciudad”.
Con más de tres millones de turistas al año y una población de 700.000 habitantes, Sevilla es la tercera ciudad más visitada de España, que a su vez es uno de los países más visitados del mundo, y el turismo representa el 13% del PIB.
Muchas ciudades luchan por encontrar el equilibrio entre el tan necesario turismo y el mantenimiento de su atractivo para los residentes. Venecia, en Italia, introducirá a partir de abril una tasa de prueba para limitar el número de turistas que van por el día.