(CNN) – Fumar, aspirar con un vaporizador o ingerir marihuana está relacionado con un riesgo significativamente mayor de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular, incluso si una persona no tenía enfermedades cardíacas existentes y no fumaba ni vapeaba tabaco, según un nuevo estudio.
Tanto los consumidores diarios como los que no eran consumidores diarios tenían un mayor riesgo de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular en comparación con los no consumidores, el riesgo de accidente cerebrovascular aumentaba un 42% y el riesgo de ataque cardíaco aumentaba un 25% si se consumía cannabis a diario, encontró el estudio. El riesgo crecía a medida que aumentaba el número de días de consumo de marihuana.
“El humo del cannabis no es tan distinto del humo del tabaco, salvo por la droga psicoactiva: THC (tetrahidrocannabinol) frente a nicotina”, afirma la autora principal del estudio, Abra Jeffers, analista de datos del Hospital General de Massachusetts, en Boston, quien investiga el tabaco y la forma de dejarlo.
“Nuestro estudio demuestra que fumar cannabis tiene riesgos cardiovasculares significativos, al igual que fumar tabaco. Esto es especialmente importante porque el consumo de cannabis está aumentando y el de tabaco convencional disminuyendo”, afirma Jeffers en un comunicado.
Las conclusiones del estudio reflejan otras investigaciones que han descubierto que el consumo diario de marihuana está relacionado con un aumento de las cardiopatías coronarias, los infartos de miocardio y los accidentes cerebrovasculares, señaló Robert Page II, profesor de farmacia clínica y medicina física de la Facultad de Farmacia y Ciencias Farmacéuticas Skaggs, de la Universidad de Colorado, en Aurora.
“Los hallazgos de este estudio tienen implicaciones muy importantes para la salud de la población y deberían ser una llamada a la acción para todos los profesionales, ya que este estudio se suma a la creciente literatura de que el consumo de cannabis y las enfermedades cardiovasculares pueden ser una combinación potencialmente peligrosa”, señaló Page en un comunicado.
Page, quien no participó en este estudio, presidió el grupo de redactores voluntarios de una publicación científica de 2020 sobre el consumo de marihuana con fines médicos y recreativos y la salud cardiovascular.
El peligro es real tanto para los jóvenes como para los mayores
El estudio, publicado este miércoles en Journal of the American Heart Association, analizó los datos de 430.000 adultos recopilados entre 2016 y 2020 a través del Sistema de Vigilancia de Factores de Riesgo del Comportamiento, una encuesta telefónica nacional realizada cada año por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos.
Las personas que participaron en la encuesta tenían edades de entre los 18 y los 74 años, con una edad promedio de 45 años. Casi el 90% de los adultos no consumía marihuana, mientras que más del 63% nunca había consumido tabaco. Entre los consumidores actuales de marihuana, casi el 74% declaró que fumar era la forma más habitual de consumo; el 4% eran consumidores diarios, mientras que el 7% consumía menos de una vez al día. Casi el 29% de los consumidores diarios de marihuana y el 44% de los consumidores no diarios nunca consumieron cigarrillos de tabaco.
Los adultos más jóvenes -definidos como hombres menores de 55 años y mujeres menores de 65- que consumían marihuana tenían un riesgo 36% mayor de sufrir enfermedades coronarias, infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares, independientemente de si también consumían productos del tabaco tradicionales.
Las cardiopatías y el consumo de marihuana, un vínculo conocido
Investigaciones anteriores ya han encontrado un vínculo entre las enfermedades cardíacas y el consumo de marihuana.
Un estudio de febrero de 2023 descubrió que consumir marihuana a diario puede aumentar el riesgo de enfermedad coronaria en un tercio en comparación con quienes no la consumen nunca. La enfermedad coronaria está causada por la acumulación de placa en las paredes de las arterias que suministran sangre al corazón. También denominada aterosclerosis, es el tipo más común de cardiopatía, según los CDC.
Dos estudios publicados en noviembre descubrieron que los adultos mayores que no fuman tabaco pero que consumen marihuana tienen un mayor riesgo de sufrir tanto un infarto de miocardio como un ictus (condición médica grave que ocurre cuando el flujo de sangre a una parte del cerebro se interrumpe o reduce) cuando son hospitalizados, mientras que las personas que consumen marihuana a diario tienen un 34% más de probabilidades de desarrollar insuficiencia cardíaca.
El consumo de marihuana está aumentando entre los adultos mayores. Un estudio de 2020 descubrió que el número de estadounidenses mayores de 65 años que fuman marihuana o consumen comestibles se duplicó entre 2015 y 2018.
La Asociación Estadounidense del Corazón aconseja a las personas que se abstengan de fumar o vaping cualquier sustancia, incluidos los productos de cannabis, debido al daño potencial para el corazón, los pulmones y los vasos sanguíneos.
“Las últimas investigaciones sobre el consumo de cannabis indican que fumar e inhalar cannabis aumenta las concentraciones de carboxihemoglobina en la sangre (monóxido de carbono, un gas venenoso), (y) alquitrán (materia combustible parcialmente quemada) similar a los efectos de inhalar un cigarrillo de tabaco, ambos de los cuales se han relacionado con enfermedades del músculo cardíaco, dolor en el pecho, alteraciones del ritmo cardíaco, ataques cardíacos y otras afecciones graves”, dijo Page a CNN en una entrevista anterior.
“Hay que tratar esto como cualquier otro factor de riesgo (de cardiopatía y accidente cerebrovascular) y comprender honestamente los riesgos que se corren”, afirmó.