(CNN Español) –– El juicio contra Juan Orlando Hernández pasó este lunes a una nueva etapa, con el final de la presentación de los testigos de la Fiscalía y el inicio del turno de los testimonios citados por la defensa del expresidente de Honduras. El equipo de Hernández deberá definir en las próximas horas si el exmandatario subirá al estrado para defenderse de los cargos de narcotráfico.
Si Hernández decidiera no declarar el jurado no podría hacer inferencias negativas, porque, como acusado, tiene derecho de comparecer o no sin que esa decisión sea vista como la admisión de alguna responsabilidad.
Pero más allá de esa duda, una persona cercana a Hernández, quien se identificó como guía espiritual del acusado, pero que prefirió no ser nombrado “por la situación en Honduras” ––donde el juicio del hombre que gobernó al país entre 2014 y 2022 se sigue con el interés de una novela por entregas––, le dijo a CNN que el expresidente “está fuerte, está muy bien, muy decidido a continuar”. El consejero agregó que Hernández “cree que saldrá de todo esto”.
El estado emocional de JOH, como es conocido por sus siglas, es clave para la decisión que afronta junto a su equipo legal, luego de escuchar a varios testigos de la Fiscalía que declararon que el acusado supuestamente aceptó sobornos a cambio de protección de narcotraficantes.
El expresidente podría dar su versión en el estrado, pero también se expondría al interrogatorio de la Fiscalía ante el jurado. Si lo declaran culpable podría ser condenado a cadena perpetua.
El primero de la defensa
En la audiencia la defensa presentó a su primer testigo. Se trata del general de brigada Tulio Armando Romero Palacios, quien se presentó como asesor del jefe de Estado Mayor del Ejército. Según detalló, conoce a Hernández desde la década de 1980 y estuvo en su equipo de seguridad desde 2010, cuando el acusado era titular del Congreso.
En su declaración, dijo que conocía la agenda completa de Hernández y que nunca lo vio reunirse con los hermanos Valle o con el expolicía Giovani Fuentes, como han afirmado testigos de la Fiscalía en los últimos días.
En cuanto a Fabio Lobo, hijo del expresidente Porfirio Lobo, y al exalcalde Alexander Ardón, ambos condenados en EE.UU. por narcotráfico, afirmó que los vio en eventos junto a Hernández, pero añadió que nunca se enteró de una reunión en privado.
En cuanto a un contacto registrado a nombre de Hernández hallado en celulares incautados a Lobo y Fuentes, dijo que el número era correcto, pero que lo cambió en 2012, y que un correo electrónico también era real, pero comentó que es de público conocimiento.
También dijo que el expresidente no tenía una pista de aterrizaje, como había declarado otro testigo.
Además, declaró que solo vio dos veces a Hernández reunirse con su hermano Tony, quien ya fue condenado en EE.UU. en 2021 a cadena perpetua por narcotráfico. Esta versión refuerza la tesis de la defensa del expresidente, que sostiene que ambos no eran cercanos.
En el contrainterrogatorio de la Fiscalía, Romero Palacios reiteró que no tenía una relación amistosa con Tony Hernández. Pero la Fiscalía intentó demostrar lo contrario. En el teléfono del hermano del expresidente, las autoridades encontraron mensajes de texto entre el general hondureño y el hermano del expresidente que, en su criterio, denotaban una amistad más cercana.
La Fiscalía citó un episodio en la sala a modo de ejemplo. En 2018, antes de tomar el fatal vuelo que culminó en su detención en Estados Unidos, Tony Hernández le habría preguntado a este oficial si era seguro viajar, debido, según escribió, “a las payasadas que estaban inventando en EE.UU.”. Según la Fiscalía, Romero Palacios le prometió que averiguaría con el director nacional de Investigaciones e Inteligencia de Honduras si era seguro viajar. El oficial le dijo que podía. Entonces vino el arresto.
Este lunes, poco después de que Romero Palacios brindara su testimonio, las Fuerzas Armadas de Honduras afirmaron en un comunicado publicado en su cuenta de X que el general de brigada es un oficial activo de la institución y que había salido del país sin la autorización de sus superiores. “Las declaraciones dadas son de responsabilidad estrictamente personal y no representan la posición de la institución”, dice el texto. En el escrito se insinúa que el alto oficial hondureño se expone a sanciones en el fuero militar.
CNN está buscando la reacción de Romero Palacios al comunicado de las Fuerzas Armadas de Honduras.
Otros testigos
Más temprano, en el cierre del turno de la Fiscalía, presentaron a un experto en armas que describió y detalló varios tipos de armamento, incluido un lanzagranadas, un fusil AK-47, un fusil M16 y una ametralladora M60, que fueron mostrados en la sala. El expresidente Hernández también está acusado de posesión de armas.
Previamente, en el contrainterrogatorio del expolicía Giovani Rodríguez Fuentes, recluido desde hace siete años en una cárcel de EE.UU. por cargos de narcotráfico y con un acuerdo de cooperación, la defensa buscó afectar su credibilidad como testigo, resaltando que mintió en el juicio que afrontó en Honduras en 2010 por el robo de un cargamento de cocaína, y cuando aseguró en una entrevista de 2016 que era inocente, aunque luego admitió su culpabilidad cuando se entregó a las autoridades estadounidenses ese mismo año.
Sobre el final de la audiencia hubo una discusión entre el juez, la Fiscalía y la defensa, que quería citar a otros dos testigos. El juez lo negó con el argumento, en un caso, de que la Fiscalía no había tenido tiempo para prepararse, y, en el otro, porque el testimonio que se brindaría nada tendría que ver con los temas que se han estado ventilando en estas dos semanas de audiencias.
Con los argumentos finales de las partes, fijados por el juez para el miércoles, todo ha quedado servido para despejar la gran incógnita del juicio, que se acerca a su etapa cumbre. ¿Testificará el expresidente de Honduras?