(CNN) – En septiembre, ante una sala llena de conservadores cristianos, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, hizo una declaración audaz: “No sé cómo se puede ser líder sin tener fe en Dios”.
Ser ateo sigue siendo un lastre político en Estados Unidos, aunque no es tan grave como DeSantis quiere hacer creer. Mientras que una encuesta de Gallup de 2020 encontró que seis de cada 10 personas votarían por un candidato presidencial ateo bien calificado, menos personas dijeron que estarían dispuestas a votar por un ateo que por un candidato que fuera gay, lesbiana o musulmán. Solo los socialistas se sitúan por debajo entre los encuestados.
Aunque la proporción de estadounidenses que dicen no creer en un poder superior aumentó en la última década, algunas personas todavía ven negativamente a los ateos. Un estudio de 2017 descubrió que la gente cree que los ateos son más propensos a ser asesinos en serie que los creyentes, a pesar de que los datos federales sugieren que son mucho menos propensos a cometer crímenes que las personas religiosas.
Al igual que las personas creyentes, no todos los ateos creen en las mismas cosas. Aparte de su falta de creencia en un poder o poderes superiores, los ateos varían mucho en sus respuestas a cuestiones espirituales y existenciales.
Dadas las ideas erróneas que rodean a este grupo, muchas personas se resisten a decir que son ateas, lo que significa que es difícil precisar las conexiones y diferencias entre sus integrantes.
¿Qué es el ateísmo?
Un ateo es alguien “que no cree en la existencia de un dios o dioses”, según el diccionario en línea Merriam-Webster.
Como los ateos se definen por lo que no creen, es difícil generalizar lo que sí creen. En palabras del comediante y ateo declarado Ricky Gervais en X, “decir ‘el ateísmo es un sistema de creencias’ es como decir ‘no ir a esquiar es un pasatiempo’”.
Algunos ateos, como el biólogo evolutivo Richard Dawkins y el neurocientífico Sam Harris, se mantienen firmes en su rechazo a la religión organizada. Otros son escépticos o apáticos cuando se trata de cuestiones filosóficas sobre si existe un dios.
Debido al estigma social al que pueden enfrentarse los ateos en Estados Unidos y en todo el mundo, algunas personas tienen sentimientos complicados sobre el término, dijo Nick Fish, presidente de la organización American Atheists. Muchas personas que encajan en la definición de ateo no se identifican como tales, sino que prefieren términos menos conflictivos como agnóstico, humanista o librepensador, añadió.
También están los católicos culturales, los judíos no practicantes y los musulmanes laicos, es decir, personas que no creen necesariamente en una divinidad pero se identifican con una fe concreta debido a su educación familiar, etnia o cultura.
“Una simple definición de diccionario no encierra necesariamente la identidad propia de la gente, que utiliza diversos términos aunque en el fondo crea en lo mismo”, explicó Fish.
¿En qué creen los ateos?
Los ateos también tienen distintas interpretaciones de lo que significa no creer. Aunque casi todos los que se autodenominan ateos no creen en el Dios descrito en la Biblia judeocristiana, el 23% sí cree en Dios o en algún otro poder superior o fuerza espiritual del universo, según un informe del Pew Research Center publicado en enero.
La creencia de los ateos va más allá de la cuestión de si existe un poder superior.
En concreto, una quinta parte de los que se autodenominan ateos se considera espiritual, según la reciente encuesta de Pew sobre los “no creyentes”. El informe contiene también otros datos sorprendentes: la mayoría de los ateos dice que el mundo natural es todo lo que hay, pero casi una cuarta parte cree que hay algo espiritual más allá de nuestro entorno actual. Aproximadamente un tercio cree que los animales distintos de los humanos pueden tener espíritus o energías espirituales, y un porcentaje ligeramente menor cree que las energías espirituales pueden encontrarse en partes de la naturaleza, como montañas, árboles o ríos. Algo menos de uno de cada cinco ateos cree que los cementerios o lugares conmemorativos pueden tener energías espirituales, mientras que menos de uno de cada 10 dice lo mismo de objetos como los cristales. Casi un tercio de los ateos cree que los seres humanos tienen almas o espíritus además de su cuerpo físico.
Estas respuestas pueden parecer confusas o contradictorias, pero el ateísmo y la espiritualidad no están necesariamente enfrentados. Aunque algunas personas asocian la espiritualidad con una conexión con un dios, para otras puede significar sentirse conectado con otras personas o con algo más grande que uno mismo.
De hecho, hay ateos que creen en la interconexión cósmica o en momentos trascendentales de asombro sin considerarse religiosos. La nadadora de larga distancia y autoproclamada atea Diana Nyad habló de esta distinción en una entrevista de 2013 con Oprah.
“Soy una atea asombrada”, dijo. “Creo que se puede ser ateo sin creer en un ser supremo que haya creado todo esto y lo controle. Pero hay espiritualidad porque nosotros, los seres humanos, y nosotros, los animales, y quizá incluso nosotros, las plantas -pero desde luego el océano y la luna y las estrellas- todos vivimos con algo que es apreciado y sentimos su tesoro”.
¿Cuántos ateos hay?
Es difícil saber cuántos ateos hay cuando algunas personas se resisten a atribuirse la etiqueta.
Mientras que una encuesta de Pew de 2018 encontró que el 10% de los adultos estadounidenses dice que no cree en ningún poder superior o fuerza espiritual, solo alrededor del 4% de los adultos estadounidenses se identifica como ateo. Una encuesta de Gallup de 2022 sitúa el número de no creyentes más alto, con el 17% de los estadounidenses diciendo que no creen en Dios.
Algunos estudiosos, sin embargo, consideran que estas cifras están infravaloradas: un análisis de los psicólogos Will Gervais y Maxine B. Najle sugiere que el recuento real está más cerca del 26%. Gervais señala que la época de la Guerra Fría asociaba a los ateos con “comunistas ateos” y que el cristianismo ha perdurado en la cultura estadounidense.
“El término ateo tiene connotaciones desagradables”, añadió. “Además, la religión (en EE.UU.) se premia política y socialmente, por lo que la gente puede ser reacia a declararse atea”.
También cabe señalar que el ateísmo -al menos en Occidente- suele definirse en relación con las tradiciones monoteístas, es decir, las religiones abrahámicas del judaísmo, el cristianismo y el islam. Como señala la organización American Atheists en su sitio web, los diccionarios más antiguos definían anteriormente el ateísmo como la “creencia de que no hay Dios”, el sustantivo propio y singular que suelen utilizar los cristianos y algunos judíos. Incluso la encuesta de Gallup de 2022 preguntaba por la creencia en “Dios”.
Enmarcar el ateísmo en estos términos no capta una serie de otras creencias que los ateos podrían tener. Se pueden encontrar corrientes de pensamiento ateo en tradiciones no teístas como el budismo, el jainismo y el hinduismo, así como en culturas de todo el mundo que practican el animismo.
¿Cuál es la diferencia entre un ateo y un agnóstico?
Hay todo tipo de etiquetas para describir a los no creyentes. Aunque el ateísmo y el agnosticismo se encuentran entre las más comunes, existen algunas diferencias entre esos términos.
Aunque a menudo se consideran visiones del mundo distintas, técnicamente no son mutuamente excluyentes. Más bien, los términos ateísmo y agnosticismo responden a preguntas diferentes, señaló Nick Fish, de American Atheists. El ateísmo responde a si una persona cree en un dios o dioses, y el agnosticismo responde a si es posible saber si existe un ser supremo.
Pero, una vez más, las definiciones de los diccionarios resultan limitadoras en este caso. En realidad, mucha gente considera el agnosticismo como una forma menos estricta de ateísmo.
“Si se indaga un poco, creo que (muchos agnósticos) dirán al final: ‘No creo en Dios, pero no estoy seguro, así que soy agnóstico’”, señaló Fish.
Jocelyn Williamson, cofundadora de la Comunidad de Librepensamiento de Florida Central, no cree en un poder superior, pero dice que no puede estar segura. Técnicamente, eso encaja en la definición de un ateo agnóstico. Pero dice que suele decir a la gente que le pregunta por sus creencias religiosas que es una humanista laica.
“La mayoría de la gente no sabe lo que eso significa, y entonces puedo mantener una conversación”, dijo Williamson. “Hay demasiadas nociones preconcebidas si solo digo que soy atea”.
El término ateo únicamente transmite aquello en lo que ella no cree, dijo Williamson. El término humanista, por su parte, indica que está motivada por la compasión hacia los demás y que cree que la toma de decisiones sociales debe basarse en la razón y la ciencia.
¿En qué se equivoca la gente con los ateos?
Una de las ideas erróneas más comunes sobre los ateos es que carecen de la moral que otros suelen atribuir a la religión.
En una encuesta de Pew de 2019, el 44% de los residentes en Estados Unidos dijo que la creencia en Dios era necesaria para ser moral y tener buenos valores; en otros países, esa proporción es mucho mayor.
Williamson está demasiado familiarizada con esas nociones. Cuando empezó a conocer a los líderes religiosos de su estado, a través de su trabajo con la Comunidad de Librepensamiento de Florida Central, recuerda que un miembro del clero le preguntó qué le impedía matar a otras personas si no creía en un poder superior.
“Siempre había pensado que eso era un meme, un lugar común”, dijo. “No creía que nadie lo creyera realmente”.
De hecho, varios estudios sugieren que los ateos no son más inmorales que los religiosos. También son tan propensos a participar en la vida cívica como los que están afiliados a una religión y tan propensos a comprometerse con el servicio comunitario, según la reciente encuesta de Pew sobre los “nones” religiosos.
Los ateos también son estereotipados como personas enfadadas que se oponen vehementemente a la religión y a sus seguidores. Sin embargo, como cualquier otra población, no son una unidad. Williamson, por ejemplo, forma parte del Consejo Interreligioso de Florida Central y trabaja con líderes religiosos en favor de objetivos comunes. Añadió que muchos no creyentes trabajan como voluntarios en organizaciones religiosas por el deseo de servir a sus comunidades: su padre trabajó como director local de la organización cristiana sin ánimo de lucro Hábitat para la Humanidad a pesar de no ser religioso.
Otra idea equivocada sobre los ateos es que están seguros o son inquebrantables en sus creencias, dijo Fish. A menudo le dicen que no están seguros de las grandes cuestiones existenciales y que, por tanto, no pueden ser ateos. Pero muchos ateos también se lo están pensando.
“Que no creamos en un dios no significa que tengamos todas las respuestas a todo lo demás”, comentó. “De hecho, para muchos, para la mayoría de nosotros, es lo contrario. Reconocemos que no las tenemos”.