(CNN Español) – La vicepresidenta de Argentina, Victoria Villarruel, dijo en la última semana que no iba a “convertirse en Cristina Fernández de Kirchner”.
Su afirmación sucede después de que se rechazara en el Senado el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que emitió el Gobierno argentino y surgieran versiones de rispideces en su vínculo con Javier Milei.
Villarruel convocó a la votación atendiendo a los artículos 19 y 20 del reglamento de la Cámara Alta que afirma que la presidenta no puede negarse a convocar sesión en el caso de que “cinco o más” legisladores lo soliciten.
Sin embargo, horas antes del procedimiento en el Senado, la oficina del Presidente publicó un comunicado en el que expresó “preocupación por la decisión unilateral de sectores de la política que pretenden avanzar con una agenda propia e inconsulta” y “entorpecer las negociaciones y el diálogo” con otros sectores. Luego, en el mismo comunicado, se hace directamente mención al “tratamiento apresurado del DNU”.
Ese fue el contexto en el que surgieron interrogantes sobre la relación entre el presidente y su vice, pero rápidamente, Villarruel salió a desmarcarse. En esa línea, la referencia a la exvicepresidenta tiene que ver con las muchas diferencias públicas que Fernández de Kirchner tuvo con Alberto Fernández durante el gobierno saliente.
¿Quién es Victoria Villarruel?
Victoria Villarruel, “una persona brillante”, según Milei.
Tiene 48 años y, junto al economista libertario, fue la segunda integrante del bloque de diputados de La Libertad Avanza, conformado únicamente por ellos, desde 2021 hasta asumir la vicepresidencia de la Nación en diciembre pasado.
Es hija y nieta de militares. Su padre, el teniente coronel retirado Eduardo Marcelo Villarruel, que falleció en 2021, participó del Operativo Independencia, lanzado en 1975 por el gobierno de Isabel Perón para combatir un foco guerrillero, y que algunos organismos consideraron “el inicio de la represión clandestina”. Después participó de la Guerra de Malvinas en 1982 y fue el segundo jefe de la Compañía 602, comandada por Aldo Rico.
Desde 2006, la abogada preside el Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (Celtyv). Esta asociación, según su página web, vela por las “víctimas inocentes del terrorismo de las organizaciones guerrilleras” en los setenta.
En innumerables oportunidades criticó públicamente a las políticas de derechos humanos de las últimas décadas por distintos gobiernos. “Ni Argentina está a la vanguardia de los derechos humanos, ni las Madres y las Abuelas son blancas palomas”.
En su tarea legislativa, Villarruel es promotora del proyecto de ley que busca establecer el “Día Nacional de las Víctimas del Terrorismo en Argentina”. También, escribió dos libros sobre aquella época: “Los otros muertos, las víctimas civiles del terrorismo guerrillero de los 70” y “Los llaman… jóvenes idealistas”.
Años atrás, durante una entrevista, le preguntaron concretamente por el período de la dictadura militar en Argentina y cómo calificaba el golpe de 1976. Esta fue su respuesta: “Creo que la situación en ese momento realmente era muy difícil, existían muchísimos atentados por día, y sin justificar esta situación, la realidad es que los atentados terroristas comenzaron a decrecer y la población comenzó a estar más protegida”.
“En Argentina, si vos defendés determinadas ideas sos Satanás”, dijo en otra entrevista reciente.
En 2019, la ahora precandidata a vicepresidenta de Milei compartió una conferencia con líderes del partido de ultraderecha español Vox, convocada bajo el título de “Los desafíos de la batalla cultural”. Después del encuentro, Villarruel publicó una nota en un medio local, “Las lecciones de Vox que los argentinos podemos aprender”, en la que hacía hincapié en “la defensa de valores y principios” como “la familia, la libertad, el derecho a la vida, la propiedad privada”. Además, decía que hay “un sector de la sociedad que no cuenta con representantes que contradigan el discurso políticamente correcto cada vez más totalitario”, algo que atribuyó a un “relato artificioso” del kirchnerismo. También le reprochaba la falta de construcción de una “contranarrativa” al macrismo.
Se define a sí misma como “una profunda defensora de la vida” y dijo que derogaría la ley de interrupción voluntaria del embarazo, algo que de momento no ocurrió. Durante la campaña de 2023, después de ser nombrada por Milei como compañera de fórmula, un conductor de televisión que se declara abiertamente homosexual le preguntó sobre el matrimonio igualitario. Esta es una aproximación a ese diálogo:
-¿Qué opinas del matrimonio igualitario?
-Para mí estaba garantizado con la unión civil. Yo te tengo que ser franca, en lo legal estaban garantizados determinados derechos. ¿Ampliarlos? Sí, pero llamarlo matrimonio que es una institución que, si quieres, tiene más que ver con lo religioso. Sacando eso… Para mí todos tenemos derechos ante la ley.
(…) Me parece que en la unión civil estaba garantizado plenamente y aquellas cosas que no tuvieran su reconocimiento legal, había que ampliarlas y listo.
-Te molesta que los gays podamos tener el mismo tratamiento que los heterosexuales.
-No.
El año pasado, después del anuncio de Milei, Villarruel dijo que no es la primera vez que la invitaban a la política: “Con Javier ya nos elegimos una vez, él me eligió a mí, pero yo también lo elegí a él”. La abogada preside otra fundación, Oíd Mortales. Una de los lemas que pueden leerse en su página web es: “Hacer Argentina grande otra vez”.