(CNN) – La Fiscalía de España presentó este viernes una apelación contra una orden judicial que dictaminó que el exfutbolista brasileño Dani Alves podía salir de prisión en libertad condicional con una fianza de US$ 1,08 millones luego de que lo declararan culpable de agresión sexual el mes pasado.
El miércoles, un tribunal de Barcelona dictaminó que Alves podría quedar en libertad condicional mientras apela la condena, si paga la fianza.
En el fallo sobre la fianza, el tribunal dijo que si Alves paga la fianza de US$ 1,08 millones, tendría que entregar sus pasaportes español y brasileño y presentarse semanalmente ante la corte. El tribunal también dictaminó que el exjugador del Barcelona no podía acercarse a menos de un kilómetro de la víctima, ni mantener ningún tipo de comunicación con ella.
El abogado de Alves anticipó un recurso de apelación de la condena y de la sentencia. Sin embargo, el futbolista brasileño continúa encarcelado por no pagar la fianza.
En la declaración de la fiscalía ante el tribunal, argumentan que el riesgo de fuga de Alves ha aumentado ya que ya ha sido condenado por delitos de agresión sexual y su sentencia de prisión podría ampliarse al concluir su apelación.
Como parte del pedido de reconsideración, la fiscalía estatal de Barcelona destacó la falta de “arraigo” de Alves en el país, al tiempo que señaló a Brasil como un país que no extradita a nacionales por delitos de agresión sexual.
Alves, de 40 años, es uno de los futbolistas más condecorados de su generación, ganando títulos nacionales en España, Italia y Francia. Ganó tres títulos de Liga de Campeones con el Barcelona en 2009, 2011 y 2015 y la Copa América con Brasil en 2007 y 2019.
La Audiencia Provincial de Barcelona condenó a Alves el 22 de febrero a cuatro años y medio de prisión por agredir sexualmente a una mujer en una de las discotecas de la ciudad a finales de diciembre de 2022.
En la sentencia de 61 páginas del juicio de Alves, a la que CNN tuvo acceso, el panel de tres jueces escribió que “consideraron probado que el acusado agarró bruscamente a la demandante, la arrojó al suelo y le impidió moverse” para llevar a cabo la agresión sexual.
Eso fue “a pesar de que la demandante dijo que no, que quería irse”, agregaron los jueces. Alves insistió durante el juicio en que las relaciones sexuales fueron consentidas.