(CNN) – Tras varios intentos fallidos a lo largo de cinco meses de guerra devastadora de Israel en Gaza, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó finalmente este lunes una resolución que pide un alto el fuego inmediato. Estados Unidos, que había sido el único obstáculo que quedaba para tal llamamiento, decidió no rechazar la resolución.
La votación supuso una conmoción para Israel, que vio cómo su aliado estadounidense desde hace décadas se abstuvo en lugar de vetar la medida, como ha hecho sistemáticamente a lo largo de los años en su respaldo diplomático al Estado judío. Las autoridades israelíes arremetieron contra la resolución, afirmando que no tienen intención de cesar el fuego.
Más de 32.000 personas han muerto en Gaza en las operaciones que Israel lanzó después de que combatientes dirigidos por Hamas atacaran el país el 7 de octubre, matando a 1.200 personas y tomando a 250 rehenes.
Israel criticó el lenguaje de la resolución, afirmando que no vincula firmemente un alto el fuego a la liberación de los rehenes retenidos en Gaza. La resolución exige “un alto el fuego inmediato… y exige también la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes”. Una resolución propuesta por Estados Unidos la semana pasada, que fracasó, exigía un alto el fuego directamente vinculado a la liberación de los rehenes.
Aunque Estados Unidos afirma que la última resolución no es vinculante, los expertos difieren sobre si es así. La clave está en el lenguaje del documento, dicen.
Esto es lo que sabemos:
¿Tendrá la resolución repercusiones sobre el terreno en Gaza?
Israel reaccionó airadamente a la resolución, afirmando que no tiene intención de acatarla. El martes continuaron los ataques israelíes contra Gaza.
El embajador israelí ante las Naciones Unidas, Gilad Erdan, criticó al Consejo de Seguridad por aprobar una medida que pedía un alto el fuego “sin condicionarlo a la liberación de los rehenes”.
“Socava los esfuerzos para asegurar su liberación”, dijo en Naciones Unidas.
Entretanto, el ministro de Relaciones Exteriores, Israel Katz, afirmó en X que su país no acatará la resolución.
“El Estado de Israel no cesará el fuego”, dijo Katz. “Destruiremos a Hamas y seguiremos luchando hasta que el último de los rehenes vuelva a casa”.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, tomó represalias por la abstención estadounidense cancelando un viaje programado a Estados Unidos de dos de sus principales asesores. El asesor israelí de Seguridad Nacional, Tzachi Hanegbi, y Ron Dermer, miembro del gabinete de guerra, tenían previsto viajar a Washington el lunes por la noche para debatir alternativas a una ofensiva israelí prevista en la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza. La reunión había sido solicitada por el presidente de EE.UU. Joe Biden.
“Sobre el terreno ahora mismo… creo que no hay un efecto inmediato”, dijo Gabriela Shalev, exembajadora de Israel ante la ONU y profesora emérita de la Facultad de Derecho de la Universidad Hebrea. “Pero desde luego tiene un efecto moral y general”.
¿Es la resolución vinculante para Israel?
Tras la aprobación de la resolución, los funcionarios estadounidenses se esforzaron en decir que la resolución no es vinculante. El portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, afirmó en repetidas ocasiones durante una rueda de prensa que la resolución no es vinculante, antes de admitir que los detalles técnicos de la misma deben ser determinados por los juristas internacionales.
Del mismo modo, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, y la embajadora estadounidense ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, insistieron por separado en que la resolución no es vinculante.
Tras la aprobación de la resolución, el embajador de China ante la ONU, Zhang Jun, replicó que este tipo de resoluciones sí son vinculantes. El portavoz adjunto de la ONU, Farhan Haq, dijo que las resoluciones del Consejo de Seguridad son derecho internacional, “así que en esa medida son tan vinculantes como lo es el derecho internacional”.
Los expertos afirman que el carácter vinculante de una resolución depende del lenguaje utilizado, ya que un lenguaje ambiguo deja margen a la interpretación. En este caso, ha habido opiniones divergentes sobre si la resolución entra dentro del Capítulo VI de la Carta de la ONU (que la considera no vinculante) o del Capítulo VII (vinculante). Esta resolución “exige” un alto el fuego.
Según Maya Ungar, analista que sigue la evolución del Consejo de Seguridad de la ONU en el International Crisis Group (ICG), un grupo de reflexión con sede en Bruselas, “Estados Unidos, que se adhiere a una tradición jurídica que adopta una interpretación más restrictiva, sostiene que sin el uso de la palabra ‘decide’ o la evocación del Capítulo VII en el texto, la resolución no es vinculante”. “Otros Estados miembros y estudiosos del derecho internacional argumentan que hay precedentes legales a la idea de que ‘exigir’ es implícitamente una decisión del consejo”.
“El quid de la cuestión es el lenguaje de la resolución y la forma en que los Estados miembros están interpretando la Carta de manera diferente”, añadió.
“Estados Unidos está intentando caminar por una delgada línea entre criticar y apoyar a Israel”, dijo Ungar. “Al argumentar que la resolución no es vinculante, parece que Estados Unidos ha calculado que podría hacer una declaración pública al no vetar sin enfrentarse a una reacción demasiado violenta por parte de Israel”.
Incluso si los expertos legales deciden que la resolución es vinculante, queda la cuestión de cómo y quién puede hacerla cumplir, dijo Yossi Mekelberg, miembro asociado del programa de Oriente Medio y el Norte de África en el grupo de reflexión Chatham House de Londres.
“La respuesta es nadie”, declaró Mekelberg a CNN, sobre todo porque el único país que puede hacer cumplir la resolución, Estados Unidos, se apresuró a anunciar que no es vinculante.
¿Deja la resolución a Israel aislado en la escena mundial?
Los aliados occidentales de Israel, en particular Estados Unidos, llevan mucho tiempo protegiéndolo de la censura de la ONU. Su apoyo se puso de manifiesto poco después de la masacre del 7 de octubre dirigida por Hamas, cuando muchos países apoyaron a Israel en el Consejo de Seguridad y en la Asamblea General de la ONU. Pero el apoyo empezó a disminuir a medida que se prolonga la guerra en Gaza y aumenta el número de víctimas mortales, incluso por parte de algunos de los aliados más comprometidos de Israel, dejando a Estados Unidos como su único valedor en la ONU durante los últimos meses. Hasta la votación del lunes.
“No están aislando totalmente a Israel, sus argumentos sobre la naturaleza no vinculante lo dejan claro”, dijo Ungar del ICG. “Pero esto es lo más lejos de la política israelí que EE.UU. ha estado dispuesto a ir hasta ahora en las Naciones Unidas”.
Shalev, exembajadora israelí, dijo que, al abstenerse, EE.UU. tomó un “camino intermedio”, pero que muestra hasta qué punto la Casa Blanca está “muy preocupada e inquieta por lo que está ocurriendo”.
Los funcionarios del Gobierno de Biden llegaron a la conclusión de que Israel corre el riesgo de convertirse en un paria internacional si la crisis humanitaria de Gaza empeora o persiste durante un largo periodo de tiempo.
Israel se ha enfrentado a intensas críticas internacionales, con llamamientos de políticos estadounidenses y funcionarios europeos para que reconsidere la venta de armas al país ante el enorme número de víctimas civiles en Gaza.
Las relaciones con el gobierno de Biden han ido cuesta abajo mientras Israel promete seguir adelante con una posible invasión de Rafah, donde se refugian 1,4 millones de palestinos. Estados Unidos ha advertido en contra de tal medida, aunque sus funcionarios insisten en el compromiso de Washington con la seguridad de Israel.
La vicepresidenta Kamala Harris afirmó el pasado fin de semana que la invasión sería un “error” y se negó a descartar consecuencias para Israel en caso de que se llevara a cabo.
La decisión de Netanyahu de cancelar reuniones oficiales en Washington en protesta por la abstención de Estados Unidos ha dejado perplejos a los funcionarios estadounidenses. Kirby dijo que EE.UU. estaba “muy decepcionado de que no vayan a venir”, pero insistió en que la abstención no suponía un cambio en la política estadounidense hacia Israel.
“Está buscando pelea con Washington, en el peor momento en que un primer ministro de Israel puede buscar pelea con Washington”, dijo Mekelberg.
A pesar del desaire, el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, viajó a Washington el martes para presentar al secretario de Defensa de EE.UU., Lloyd Austin, una lista de armas y equipos estadounidenses que Israel quiere comprar y que se le entreguen de forma acelerada.
Shalev afirmó que Israel se enfrenta a “un punto muy bajo en nuestras relaciones con Estados Unidos”, y señaló que, aunque existe tensión a nivel gubernamental, la mayoría del pueblo israelí desea que mejoren los lazos.
En el pasado, Estados Unidos ni siquiera permitía que este tipo de resoluciones se sometieran a votación, dijo. “(Esta vez) EE.UU. quería confirmar su opinión sobre los aspectos humanitarios de las acciones de Israel sobre el terreno en Gaza, así como sobre la liberación incondicional de todos los rehenes”.
– Con información de Richard Roth, Ivana Kottasová, Lauren Izso, Jeremy Diamond, Kylie Atwood, Jennifer Hansler, Abeer Salman y Alex Marquardt.