(CNN) – El papa Francisco decidió no participar en un servicio del Viernes Santo a último minuto, según informó el Vaticano, “para preservar su salud” antes de las celebraciones de Pascua del fin de semana.
El bienestar del pontífice, de 87 años, ha sido vigilado de cerca tras una operación de abdomen el año pasado.
En las últimas semanas, Francisco ha pedido a sus asistentes que lean varios de sus discursos mientras lucha contra ataques de bronquitis, resfriado y gripe, y ha estado en el hospital para realizarse pruebas.
Justo antes de que comenzara el viacrucis en el Coliseo de Roma el viernes, el Vaticano anunció que Francisco lo seguiría desde su residencia en lugar de asistir en persona.
El pontífice había presidido antes la celebración de la Pasión del Señor en la Basílica de San Pedro.
Las estaciones marcan varias etapas del sufrimiento y la muerte de Jesucristo, y el papa trata de aplicar el relato bíblico a las preocupaciones contemporáneas.
Las reflexiones del papa Francisco el Viernes Santo
La guerra, el odio en Internet y la explotación de las mujeres son algunos de los temas abordados por el papa Francisco en sus meditaciones del Viernes Santo de este año.
En ellas, reflexiona sobre el juicio de la multitud que contempla la crucifixión, vinculándolo al odio en la red.
“Basta un teclado para vomitar insultos y condenas”, escribe el papa, al tiempo que hace un llamamiento para que cesen “los juicios precipitados, las habladurías y las palabras violentas y ofensivas”.
El papa también lamenta en sus reflexiones la “locura” y el “trauma” de la guerra, y promete solidaridad con quienes “se ven degradados por la arrogancia, la injusticia y el poder de quienes explotan a los pobres en medio de la indiferencia general”.
Durante sus meditaciones, Francisco también hace una mención especial a las mujeres que acompañaron y ayudaron a Jesús antes de la crucifixión.
“Ayúdanos a reconocer la dignidad de aquellas mujeres que permanecieron fieles y estuvieron a tu lado en tu pasión, y de aquellas que en nuestros días son explotadas y soportan injusticias e indignidades”, dijo el papa.