(CNN Español) – El presidente Javier Milei dejó en claro lo que piensa sobre su política monetaria para los próximos meses. Durante su alocución el 26 de marzo en el cierre de IEFA Latam Forum, un foro empresario, afirmó que su Gobierno cancelará toda emisión de pesos y que la economía deberá proveerse de los ahorros que tienen los argentinos en el “colchón”, un modismo que hace referencia al dinero que se encuentra fuera del sistema financiero local.
Esta ecuación se entiende porque sin emisión, con una inflación todavía en dos dígitos y salarios atrasados, de algún lugar debe salir el faltante. El presidente apuesta a que los argentinos aporten sus ahorros (sobre todo en dólares) para monetizar la economía. Un camino hacia una dolarización por efecto del desahorro que llegaría por decantación, o al menos un esquema que vaya hacia una competencia de monedas entre el peso y el dólar. El presidente ha comentado en más de un reportaje que faltan dólares para poder liberar las restricciones cambiarias o ir al esquema de dolarización, ambas promesas de campaña electoral.
Recientemente, Milei insistió en que tenía un plan para dolarizar la economía desde el inicio de su mandato, pero que la política lo hubiera acusado de estafador y hubiera terminado en la cárcel. Por eso, el presidente de Argentina se enfoca ahora en llegar a una competencia de monedas y, ante la falta de financiamiento, los dólares los aportaría el llamado “colchón”. Y eso ya está empezando a pasar.
Por supuesto que esta dinámica se inscribe en el contexto del potencial que tienen los argentinos para comercializar dólares. En los últimos días, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) publicó su informe “Balanza de pagos, posición de inversión internacional y deuda externa”, correspondiente al cuarto trimestre de 2023. De allí se desprende que los argentinos tienen US$ 277.793 millones en fondos en el exterior en cuentas bancarias declaradas, cajas de seguridad y billetes que se encuentran fuera del sistema local, lo que puede estar “debajo del colchón”.
Es una tendencia que crece, ya que un trimestre antes atesoraron US$ 270.945 millones. Para tomar dimensión real de lo que significa que este nivel de ahorro, si se utilizara la totalidad de los dólares que los argentinos tienen por fuera del sistema local, podría pagarse más del 70% de la deuda bruta total del país, estimada en unos US$ 386.537 millones a febrero de este año de acuerdo con los registros de la Secretaría de Finanzas. Es más: si se toma como referencia las cifras oficiales del total de lo producido por el país durante 2023, los argentinos tienen en el “colchón” cerca del 40% del PIB de un año.
El efecto “colchón”
El último reporte publicado por el Banco Central de la República Argentina titulado “Evolución del mercado de cambios y balance cambiario”, con datos de febrero de 2024, asegura que los argentinos vendieron US$ 13 millones en el mercado oficial, más de un 300% con respecto al mismo mes del año pasado, cuando liquidaron US$ 3 millones.
Pero, además, la cantidad de individuos que vendieron dólares en el mismo segmento creció considerablemente. En febrero de 2023, 17.000 personas vendieron sus dólares en el mercado oficial, mientras que un año más tarde fueron 207.000 quienes tomaron esa decisión. Un aumento de más de un 1.100% en la cantidad de personas que se vieron en la situación de tener que desprenderse de sus dólares. Esto es lo que Milei considera que debe pasar en una economía en contracción y con emisión monetaria cero. Los argentinos están yendo a buscar al “colchón” sus ahorros para volcarlos al mercado. Esto sin analizar el comportamiento de las empresas, que venden sus dólares en el mercado financiero, pero a través del Contado Con Liquidación.
Con respecto a los últimos meses, los números señalan una evolución del número de personas que expenden dólares y también en las cantidades. En enero de 2024, 198.000 personas vendieron por un total de US$ 18 millones. Mientras que, en diciembre de 2023 (primer mes de la gestión Milei), lo habían hecho 197.000 personas que liquidaron también US$ 18 millones.
Con todo esto, el gobierno cuenta con una carta bajo la manga para avanzar en su proyecto de dolarización o de competencia entre el peso y la divisa estadounidense. Y la maquinaria, quizá a la fuerza, suena a haberse activado.