Boeing alguna vez tuvo una reputación de seguridad y calidad inigualables: fue un gigante económico y un ejemplo destacado del poderío industrial estadounidense. Pero ya no más.
Desde finales de 2018, una serie de reveses han asediado a la compañía, incluidos dos accidentes fatales que inmovilizaron a su avión más vendido y un incidente en el que se desprendió un tapón de la puerta en pleno vuelo, dejando un agujero enorme en un costado de la aeronave.
Además de la pérdida de 346 vidas en los dos accidentes, los problemas le han costado a la empresa decenas de miles de millones de dólares y han dañado su reputación. Así es como Boeing llegó a este punto.