(CNN) – Una operación de la Armada y la Guardia Costera de Estados Unidos rescató el martes a tres marineros varados en un pequeño islote del océano Pacífico durante más de una semana después de que el trío escribiera “HELP” (“ayuda”, en español) usando hojas de palma sobre una playa de arena blanca.
La misión también se convirtió inesperadamente en una reunión familiar.
Los tres hombres planearon pescar en las aguas alrededor del atolón Pikelot, parte de Micronesia, el 31 de marzo cuando su esquife abierto de 20 pies (6 metros) fue atrapado por las olas y su motor fuera de borda se dañó, según funcionarios de la Guardia Costera de Estados Unidos.
Llegaron a tierra en el deshabitado Pikelot, pero su radio se quedó sin batería antes de que pudieran pedir ayuda.
Fue entonces cuando los náufragos recogieron hojas de palma de la isla de 12 hectáreas, las dispusieron para que se deletreara “HELP” en la playa y esperaron, según un comunicado de la Guardia Costera.
La Guardia Costera no reveló los nombres de los hombres varados y los intentos de CNN de contactar a sus familiares no han obtenido respuesta.
Durante una semana, los hombres vivieron de coco, pero tenían agua dulce de un pequeño pozo en la isla, que a veces es visitado por los pescadores de la región, dijeron funcionarios de la Guardia Costera.
La búsqueda de los hombres comenzó el 6 de abril, cuando uno de sus familiares llamó a los funcionarios de rescate en el territorio estadounidense de Guam, en el Pacífico, diciendo que no habían regresado al atolón Polowat, una isla a más de 160 kilómetros de distancia, donde los tres iniciaron su viaje el domingo de Pascua.
Es difícil exagerar lo remoto que es Piklelot. La isla forma parte de los Estados Federados de Micronesia, una nación del Pacífico entre Filipinas y Hawái que se compone de más de 600 islas repartidas en unos 2,5 millones de kilómetros cuadrados de océano.
La Guardia Costera dijo que un avión de reconocimiento P-8A de la Marina de EE.UU. enviado desde la Base Aérea de Kadena en Okinawa, Japón, vio el cartel de “HELP” con hojas de palma en la playa el 7 de abril.
La teniente Chelsea García, coordinadora de la misión de búsqueda y rescate el día que se localizó al trío, dijo que el letrero fue “crucial” para encontrarlos en un área de búsqueda que cubría más de 266.000 kilómetros cuadrados.
“Este acto de ingenio fue fundamental para guiar los esfuerzos de rescate directamente a su ubicación”, dijo García en un comunicado.
El avión de la Marina dejó caer paquetes de supervivencia a los tres hombres y transmitió su ubicación al centro de rescate.
Un día después, un HC-130 de la Guardia Costera que voló desde la Estación Aérea Barbers Point en Hawaii dejó caer una radio a los hombres, quienes pudieron decirle a la tripulación que estaban en buena forma y ansiosos por recibir ayuda para regresar a Polowat.
Cuando el buque guardacostas Oliver Henry llegó a Pikelot el 9 de abril, la historia dio otro giro.
Uno de los primeros rescatistas en la playa fue el suboficial de segunda clase Eugene Halishlius. Los hombres varados se sorprendieron al ver que Halishlius era micronesio y hablaba el idioma local.
“Podía ver en sus caras, ‘¡Guau! ¿Quién es este tipo que habla nuestro idioma?’”, dijo Halishlius a CNN en una entrevista desde el Oliver Henry, que estaba en el mar el jueves después de dejar a los hombres en Polowat.
Cuando dio su nombre al primero de los hombres varados que llegó al barco de rescate, el náufrago quedó atónito: eran parientes.
“¡Es un mundo loco, de hecho descubrí que soy pariente de ellos!” Dijo Halishlius.
“No podía creer que yo estuviera con la Guardia Costera tratando de rescatarlos”.
El hombre era primo tercero, los demás primos cuartos, comentó.
Sorprendentemente, este no fue el primer rescate de náufragos de Pikelot.
En 2020, otros tres hombres que viajaban entre dos atolones de la Micronesia fueron arrastrados allí después de que su barco se quedara sin combustible durante el viaje.
Esos tres deletrearon “SOS” en la playa, un mensaje que fue descubierto por la tripulación de un avión cisterna de la Fuerza Aérea de EE.UU. que operaba desde la Base de la Fuerza Aérea Andersen en Guam, que luego ordenó a unidades navales de Micronesia y Australia de la Guardia Costera a que rescataran a los hombres de la isla.
¿Cómo sucede esto en la misma isla dos veces en cuatro años?
“Podría ser una coincidencia”, dijo la suboficial Sara Muir, funcionaria de asuntos públicos de las Fuerzas de la Guardia Costera de Estados Unidos en Micronesia.
“La gente de Micronesia viaja con frecuencia de isla en isla y lo hace con gran habilidad y experiencia”, dijo.
Pero de vez en cuando ocurren accidentes. Y también lo hacen las reuniones familiares inesperadas.