(CNN) – Gustavo Petro y Nicolás Maduro se han reunido en seis ocasiones desde el 7 de agosto de 2022, cuando el mandatario colombiano tomó posesión de su cargo. El encuentro más reciente fue este martes, precedido de un tenso ambiente diplomático por las declaraciones de Petro sobre las elecciones presidenciales del 28 de julio en Venezuela.
“El derecho a elegir no es solo individual, es de la sociedad. Hoy está esta discusión muy bien argumentada en los hechos de Venezuela. A la señora María Corina (Machado), y a otros previamente, se les inhabilitó para participar de campañas electorales por autoridades administrativas. Es un problema, y en Colombia pasa lo mismo. Aquí, en una especie de doble moral, atacamos lo que hacen allá porque indudablemente es un golpe antidemocrático, pero ocultamos que aquí también se hace”, sostuvo Petro en un evento público en la Casa de Nariño el 1 de abril.
La situación fue superada en una reunión celebrada en la ciudad fronteriza de Cúcuta el 8 de abril, cuando se anunció el encuentro entre Petro y Maduro en Caracas para el día siguiente. “El cuento de Petro ‘indignado’ con la narcodictadura de Venezuela es una de las tantas farsas diarias. Hoy abrazados, hablando de paz en Colombia y de democracia en Venezuela, lo que menos buscan”, afirmó en su cuenta en la red social X, antes Twitter, la senadora colombiana María Fernanda Cabal, del partido Centro Democrático.
Tras su encuentro con el mandatario venezolano, Petro dijo que el objetivo era avanzar en la agenda común de acuerdos energéticos, de seguridad fronteriza y reactivación del intercambio comercial entre los dos países. “Y finalmente, una intermediación colombiana para lograr la paz política en Venezuela. He hablado con el presidente Maduro, una propuesta que le he hecho, y con sectores de la oposición, quizá los más importantes en este momento, para lograr que este país pueda tener paz política. La paz política en Venezuela puede ser también la paz armada en Colombia”, sostuvo el mandatario colombiano su visita a Caracas.
Y es que ese ha sido uno de los principales puntos en común en la agenda de los seis encuentros bilaterales. Petro busca —en medio de muchas dificultades por incumplimientos de cese del fuego por parte de los grupos armados ilegales con los que hay conversaciones para poner fin al conflicto— sacar adelante su política de “paz total”. Y el gobierno de Venezuela ha manifestado su intención de ayudar, como lo hizo en el pasado en la facilitación de los diálogos de paz con la desmovilizada guerrilla de las FARC.
De hecho, tras el encuentro Petro-Maduro en Caracas se anunció una reunión extraordinaria entre la delegación del Gobierno y los negociadores de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en Venezuela para tratar de superar el congelamiento de los diálogos de paz por diferencias de fondo entre las partes. Actualmente hay un cese al fuego con ese grupo armado ilegal, vigente hasta el 3 de agosto. Esta semana, el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, hizo un llamado para que avancen estas negociaciones con el fin de lograr “una paz duradera en Colombia”.
El Gobierno colombiano ha impulsado gestiones para que Estados Unidos alivie las sanciones económicas a Venezuela, y del llamado Acuerdo de Barbados en el que se acordaron algunos principios de garantías mínimas para la participación opositora en las elecciones presidenciales.
El canciller encargado y embajador de Colombia en EE.UU., Luis Gilberto Murillo, se reunió este jueves con el asesor de Seguridad Nacional Adjunto, Jon Finer; el director senior para el Hemisferio Occidental del Consejo de Nacional de Seguridad, Dan Erickson; y con el secretario de Estado adjunto para el Hemisferio Occidental, Brian Nichols. A ellos les manifestó que Colombia no está de acuerdo con reimponer sanciones a Venezuela, a propósito de la inhabilitación de María Corina Machado.
“Nosotros no le hemos hecho ninguna recomendación al Gobierno de Estados Unidos, más allá de que nosotros sostenemos que, como principio, las sanciones unilaterales de un país no deberían existir”, afirmó Murillo en declaraciones después de la reunión de alto nivel en la Casa Blanca.
Todos estos temas son transversales en las relaciones entre Colombia y Venezuela, y por ello, cada vez más frecuentes los encuentros entre Petro y Maduro. En el pasado reciente, las relaciones diplomáticas entre los dos países habían sido muy difíciles, lo que llevó incluso al cierre de la frontera. Durante los gobiernos de Álvaro Uribe, Juan Manuel Santos e Iván Duque fueron varias las crisis que llevaron al rompimiento de relaciones diplomáticas o a llamados a consultas de los embajadores de ambos países.