(CNN) –– Manuel Rocha, exembajador de Estados Unidos en Bolivia, se declaró culpable este viernes de un cargo de conspiración para actuar como agente de un gobierno extranjero y defraudar a Estados Unidos. También aceptó su responsabilidad en el cargo de actuar como agente ilegal de otro país sin avisar al Gobierno de Estados Unidos.
“Asumo toda la responsabilidad”, dijo Rocha. También pidió disculpas a sus familiares y amigos por sus acciones. “Lo siento profundamente”, añadió.
A Rocha, de 73 años, los fiscales acusaron en diciembre de 2023 de actuar durante décadas como un agente encubierto “de los servicios de inteligencia de Cuba”. Durante audiencia celebrada en Miami en febrero, Rocha anunció su intención de declararse culpable, según el expediente judicial. Rocha se había declarado inocente de todos los cargos que enfrentaba a principios de ese mes.
“Le diste la espalda a este país una y otra vez”
La juez Beth Bloom condenó a Rocha a un total de 15 años de prisión: 5 años por el cargo de conspiración y 10 años por el cargo de actuar como agente ilegal de un gobierno extranjero, los cuales se deberán consecutivamente. Bloom también impuso una multa de US$ 250.000 por cada cargo. Además, Rocha enfrenta tres años de libertad supervisada por cada cargo. Esa es la pena máxima que permite la ley. “Le diste la espalda a este país una y otra vez”, le dijo la jueza a Rocha.
Como parte del acuerdo de culpabilidad de Rocha, se retiraron los cargos anteriores de mentir a los investigadores y de fraude electrónico.
Durante la audiencia de tres horas y media en un tribunal federal de Miami, Rocha admitió los delitos y acordó pagar la restitución.
Sin embargo, la jueza consideró que los fiscales no hicieron lo suficiente para investigar a las posibles víctimas. Los fiscales declararon repetidamente que el Gobierno de EE.UU. es la única víctima en este caso.
“Durante 53 años la información se entregó”, dijo la jueza Bloom a los fiscales. “No sé si hay víctimas. “No sé si ustedes lo saben.”
Rocha se desempeñó como embajador de Estados Unidos en Bolivia de 2000 a 2002 y como subdirector de la Sección de Intereses de Estados Unidos en Cuba en la década de 1990. Rocha también trabajó para la embajada de Estados Unidos en la República Dominicana en la década de 1980, así como para el consulado de Estados Unidos en Italia, y desempeñó diferentes funciones para las embajadas de Estados Unidos en México y Argentina.
Bloom también quiso saber por qué los fiscales no le quitaron Rocha, estadounidense naturalizado y originario de Colombia, la ciudadanía de EE.UU. La jueza lo acusó de jurar lealtad a Estados Unidos durante una ceremonia de naturalización en la década de 1970, mientras trabajaba para un enemigo del Estado. Calificó la ciudadanía de Rocha como un “beneficio, un privilegio, un honor” que se obtuvo mediante “fraude”. Bloom sostuvo que Rocha recibió un pasaporte y obtuvo su ciudadanía mientras estaba involucrado en defraudar a Estados Unidos y trabajando como espía para Cuba. “¿Por qué eso no era importante para Estados Unidos?”, preguntó a los fiscales.
El fiscal Jonathan D. Stratton dijo que el Gobierno de EE.UU. consideró despojar a Rocha de su ciudadanía, pero le dio prioridad a que Rocha admitiera su culpabilidad. “No estamos haciendo concesiones ni renunciando a la división civil que persigue la desnaturalización como parte de su caso. Simplemente no lo estamos exigiendo”, señaló.
Stratton dijo que, dada la edad de Rocha, una pena de prisión de 15 años equivale a una sentencia de por vida, y que hay pocos beneficios despojarlo de su ciudadanía cuando tiene 88 años.
La audiencia concluyó con un acuerdo de declaración de culpabilidad actualizado que incluía un nuevo lenguaje, según el cual el gobierno podría intentar desnaturalizar a Rocha en un procedimiento civil y deja abierta una ventana para que los testigos recientemente identificados puedan solicitar una restitución a Rocha.
El caso contra Rocha
El exdiplomático estadounidense “apoyó secretamente a la República de Cuba y su misión clandestina de recopilación de inteligencia contra Estados Unidos sirviendo como agente encubierto de los servicios de inteligencia de Cuba”, escribieron los fiscales en la acusación de diciembre pasado.
En varias reuniones con un empleado encubierto del FBI que se hizo pasar por miembro de la inteligencia cubana, Rocha se refirió repetidamente a Estados Unidos como “el enemigo”, y elogió al revolucionario y político cubano Fidel Castro, según los documentos judiciales de ese momento.
Rocha dijo estar “a cargo” de lo que describió como el “derribo de las avionetas”, que los fiscales creen que refiere a un incidente durante el mandato de Rocha trabajando para el Departamento de Estado en La Habana, cuando Cuba derribó dos aviones desarmados operados por miembros de Hermanos al Rescate, un grupo con sede en EE.UU. opuesto al gobierno de Castro. En el episodio murieron cuatro hombres.
En la acusación, los fiscales afirman que el Gobierno cubano ha trabajado durante años para reclutar a personas dentro de Estados Unidos para ayudar en la recopilación de información de inteligencia, incluidas personas dentro del Gobierno estadounidense.
Como empleado del Departamento de Estado, el exdiplomático tenía un acceso “único” a información gubernamental que no era pública, según los fiscales.
El secretario de Justicia Merrick Garland dijo en ese entonces que el caso contra Rocha “expone una de las infiltraciones de mayor alcance y más duraderas del gobierno de Estados Unidos por parte de un agente extranjero”.