(CNN) – Varios periodistas, entre ellos un colaborador de CNN, resultaron heridos en un ataque contra un campo de refugiados en el centro de Gaza, en medio de la creciente preocupación por los trabajadores de medios de comunicación que han resultado muertos o heridos mientras cubrían la campaña militar de Israel.
Los tanques israelíes lanzaron un “ataque selectivo” donde varios periodistas estaban trabajando en el campo de Nuseirat, entre ellos un camarógrafo y un corresponsal que trabajaba para el canal TRT Arabi, según una declaración del jefe de la oficina en Jerusalén del canal estatal turco TRT. Uno de los periodistas sufrió heridas que le dejaron en estado crítico.
El camarógrafo de TRT Sami Shehada perdió una pierna, mientras que el corresponsal, Sami Barhoum, sufrió heridas leves, según el comunicado.
“Este incidente, que se produce en medio de la cobertura de un conflicto en desarrollo, pone de relieve los graves riesgos a los que se enfrentan los periodistas en las zonas de conflicto. Este ataque deliberado contra profesionales de los medios de comunicación, marcados claramente con “PRENSA” en sus chaquetas, forma parte de un patrón más amplio de violencia que se ha cobrado la vida de 140 periodistas desde que comenzó el conflicto”, añade el comunicado de TRT.
CNN se ha puesto en contacto con las Fuerzas de Defensa de Israel para que se pronuncien sobre el ataque y sobre las acusaciones de que los periodistas eran el objetivo en el campamento.
En imágenes filmadas por CNN se ve a Shehada siendo trasladado al Hospital de los Mártires de Al-Aqsa, en Deir al-Balah, en una ambulancia con otros periodistas. Tiene la pierna derecha amputada y está tendido en el suelo, respirando con dificultad. Mohammad Al-Sawalhi, colaborador de CNN, también fue alcanzado por la metralla, que le causó heridas leves en la mano derecha y hematomas en la pierna izquierda, según un responsable del hospital.
“Estábamos filmando en un lugar seguro, yo llevaba mi chaleco antibalas y mi casco, incluso el coche en el que viajaba tenía un cartel de PRENSA y TV. Estaba claro que yo era un civil y un periodista. Estábamos en el punto de mira”, declaró Shehada a CNN desde su cama de quirófano.
“Esto no me impedirá seguir trabajando, aunque tenga que andar con muletas. Mostraré al mundo entero los crímenes de la ocupación israelí contra civiles, personas y periodistas. Yo soy uno de ellos y no dejaré mi cámara aunque me muera”, continuó, y le dijo a Al-Sawalhi que se recuperara pronto.
Un video filmado por Al-Sawalhi mostraba a gente caminando por el campamento, empujando carros tirados por burros sobre escombros cuando los bombardeos de artillería alcanzaban la zona. Luego se ve a la gente, incluidos niños, mujeres y ancianos, correr a refugiarse en las tiendas, mirando alrededor con cautela en busca de cualquier señal de tanques israelíes antes de tomar sus pertenencias y huir presas del pánico.
A lo lejos se oyen repetidos disparos de artillería.
CNN habló con un hombre de unos 70 años, llamado Saleh, que intentaba huir de la zona después de que los tanques israelíes rodearan el campamento. Dijo a CNN que fue alcanzado por la metralla.
Momentos después, se pudo ver en video a Saleh cruzando la calle cuando un intenso fuego de artillería alcanzó la carretera a pocos metros de donde estaba filmando Al-Sawalhi, obligándole a retroceder y ponerse a cubierto.
Imágenes gráficas de las secuelas mostraban a Saleh gravemente herido con una herida sangrante en la cabeza. Fue trasladado al Hospital de los Mártires de Al-Aqsa, en Deir al-Balah, donde también acudió Al-Sawalhi para atender sus heridas. Las imágenes de CNN muestran a otros heridos trasladados al hospital, entre ellos varios periodistas.
En los últimos días, las fuerzas israelíes han intensificado los ataques contra el campo de Nuseirat, situado al norte de Deir el-Balah. El martes por la noche, un ataque aéreo israelí contra un edificio residencial del campo causó la muerte de 14 personas, según declaró a CNN el portavoz del Hospital de los Mártires de Al-Aqsa, el doctor Khalil Al-Dikran.
La ofensiva militar israelí en Gaza ha sido el periodo más mortífero para los periodistas desde que el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) comenzó a recopilar datos en 1992. Hasta el 12 de abril de 2024, las investigaciones preliminares del CPJ mostraban que al menos 95 periodistas y trabajadores de los medios de comunicación” se encontraban entre los asesinados en el enclave asediado.
Los expertos de la ONU han advertido de que “los ataques selectivos y los asesinatos de periodistas son crímenes de guerra”, y añaden que los periodistas “han sido objeto de ataques” a pesar de ser “claramente identificables con chaquetas y cascos con la inscripción ‘prensa’”.
La naturaleza de tales ataques indica que “los asesinatos, lesiones y detenciones son una estrategia deliberada de las fuerzas israelíes para obstruir a los medios de comunicación y silenciar la información crítica”, afirmaron expertos de la ONU en una declaración en febrero.