(CNN) – A principios de la próxima semana podría formarse una amenaza de tormentas fuertes generalizada en el centro de EE.UU., poniendo a millones de personas en riesgo de ráfagas de viento destructivas, granizo y tornados.
Las previsiones son aún algo inciertas y se consolidarán durante el fin de semana. Pero ya está claro que una gran parte de las Grandes Llanuras, el Valle del Mississippi y el Medio Oeste tendrán que vigilar muy de cerca el tiempo lunes y martes.
Un fin de semana inusualmente cálido ayudará a preparar la atmósfera para tormentas destructivas a principios de la próxima semana. Este calor, junto con una oleada de aire húmedo procedente del Golfo de México, dejará zonas vulnerables desde Texas hasta Iowa el lunes.
Según el Centro de Predicción de Tormentas, desde el norte de Texas hasta el sur de Kansas existe un riesgo de nivel 3 de 5 de tormentas intensas el lunes.
Es probable que las tormentas eléctricas comiencen el lunes por la tarde en partes de Texas, Oklahoma y Kansas, pero las tormentas más fuertes con los impactos más peligrosos podrían no desarrollarse hasta la noche.
Las tormentas, especialmente las que se formen a última hora del día, podrían producir granizo del tamaño desde monedas de 25 centavos hasta pelotas de béisbol, ráfagas de viento dañinas y tornados.
La mayor amenaza de tornados podría centrarse en Oklahoma.
Se trata de una configuración primaveral clásica para Texas y Oklahoma, donde la actividad meteorológica fuerte suele alcanzar su punto álgido en mayo, pero tanto abril como junio son meses muy activos.
Se prevé que las tormentas se expandan en alcance y fuerza en la noche del lunes y lleguen a partes de Nebraska, Iowa, Missouri y Arkansas. El lunes por la noche podrían producirse tormentas simultáneamente en gran parte de las Grandes Llanuras y partes del valle del Mississippi.
Oklahoma City (Oklahoma), Fort Worth (Texas), Wichita (Kansas) y Kansas City (Missouri) son sólo algunas de las zonas que podrían tener tormentas dañinas rugiendo a través de la noche. Algunas de estas tormentas podrían producir tornados.
Esto podría ser una situación de riesgo mortal: es difícil detectar un tornado por la noche, incluso para los que están despiertos o son despertados por las alertas. Según un estudio de 2022, los tornados nocturnos tienen el doble de probabilidades de ser mortales que los que se producen durante el día.
La mejor manera de mantenerse a salvo durante una amenaza de tornado nocturno es disponer de varias formas de recibir avisos de condiciones meteorológicas adversas. Como mínimo, asegúrese de que las alertas de emergencia están activadas en su teléfono inteligente. Cargue los dispositivos con antelación y ponga los teléfonos o las alarmas a un volumen alto para que no le pillen desprevenido.
Se prevé que las potentes tormentas de la noche del lunes duren hasta la mañana del martes, pero su fuerza y ubicación exactas determinarán qué zonas corren el riesgo de tormentas peligrosas durante el resto del día.
Aunque la configuración del martes depende en gran medida de cómo se desarrolle la noche del lunes, es probable que las tormentas recorran más del valle del Mississippi y partes del Medio Oeste.
Las principales amenazas con cualquier tormenta del martes se pronostican bastante similares a las del lunes: ráfagas de viento dañinas, granizo y posibles tornados.
Las tormentas fuertes a principios de la próxima semana también pueden producir períodos de fuertes lluvias, lo que podría dar lugar a problemas de inundaciones.
Al norte del tiempo adverso, las lluvias torrenciales del mismo sistema tormentoso empaparán una amplia zona que incluye las Dakotas y partes del Medio Oeste.
También se desarrollarán vientos fuertes en zonas al oeste del temporal a principios de la próxima semana. Las frecuentes rachas de viento de entre 65 y 100 km/h en algunas zonas de las Montañas Rocosas podrían causar daños en árboles o tendidos eléctricos.
Estos vientos también pueden aumentar el riesgo de propagación de incendios forestales, especialmente en partes de Nuevo México, donde casi el 75% del estado sufre sequía, según el US Drought Monitor.