(CNN Español) – El Gobierno de Estados Unidos decidió este miércoles reinstaurar algunas de las sanciones sobre el sector de petróleo y gas de Venezuela, informaron a CNN altos funcionarios sénior del Gobierno de Joe Biden. El anuncio supone el vencimiento automático de la Licencia 44, que suspendió parte de las sanciones sobre el sector petrolero de Venezuela, y que expiraba este jueves 18.
La exención había sido publicada por el Departamento del Tesoro de EE.UU. el 18 de octubre con una validez de seis meses sujetos a revisión, en el marco de los avances de ese entonces en los diálogos entre el Gobierno de Nicolás Maduro y la mayoría opositora representada por la Plataforma Unitaria (PU) en Barbados.
La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) permitió con la Licencia 44 a las empresas internacionales la producción y venta de petróleo y gas de Venezuela, así como el pago de bienes y servicios relacionados, las inversiones y la entrega de petróleo y gas a acreedores del Gobierno de ese país, a través del sistema financiero de Estados Unidos.
De esta forma, firmas extranjeras podían trabajar sin la presión de que cualquier movimiento en falso podría estar violando las sanciones que aplicaba anteriormente Washington.
También, a través las licencias 3I y 9H, modificadas el mismo día, habían quedado levantadas temporalmente las restricciones a los estadounidenses para compras de ciertos bonos soberanos y bonos o acciones de Petróleos de Venezuela en el mercado secundario.
Caracas esperaba con este alivio remontar la producción de crudo, que cayó a mínimos históricos en 2019, incluso por debajo de los 500.000 barriles de petróleo diario, debido a la crisis económica derivada de los controles que impuso el Estado a la economía y el despliegue de sanciones dictadas para presionar a Maduro, que en enero de ese año se juramentó para su segundo mandato como presidente, luego de que la oposición mayoritaria, Estados Unidos, la Unión Europea y los países de la región reunidos en el Grupo de Lima desconocieran la legitimidad de las elecciones presidenciales de diciembre de 2018.
No obstante, el lento avance de la producción de los últimos seis meses, sin alejarse de los 800.000 barriles diarios según datos de la OPEP, pone en duda si la reimposición de las sanciones puede generar una caída drástica.
“La expectativa era que con esta licencia Venezuela pudiese incrementar su producción petrolera [en] alrededor de 200.000 barriles [diarios] este año. Eso, más la posibilidad de reducir el descuento al cual se vendían las exportaciones petroleras, le podían permitir recibir al país entre US$ 6.000 y 7.000 millones anuales este año”, explicó Alejandro Arreaza, economista para América Latina de Barclays, entrevistado en CNN Dinero.
Pero el panorama ha quedado lejos de ese escenario optimista. “Venezuela hoy en día ha pasado a ser un productor marginal en los mercados petroleros internacionales, tiene una producción que ronda los 800.000, 850.000 barriles [diarios], que es algo similar a lo que a lo que produce Colombia”, agregó Arreaza.
El economista señaló que la guerra de Rusia en Ucrania puso algunas miradas sobre Venezuela ante los temblores del mercado petrolero, pero en el último semestre se vio que el país “no tiene la capacidad para jugar ese rol”, ya que no se convirtió en una opción para sustituir o mitigar la ausencia de otros mercados, al menos en el corto plazo.
De esta forma, Arreaza apuntó que una reimposición de las sanciones sobre el petróleo de Venezuela no tendría un efecto significativo tanto para el país como para el mercado internacional.
“La realidad es que independientemente de cuál sea la decisión que se termine tomando, el impacto, tanto para el mercado petrolero mundial como para la economía venezolana, pudiera ser este bastante limitado”, concluyó.
Por su parte, pese al vencimiento de la Licencia 44, la estadounidense Chevron, principal petrolera que opera en el país, podrá seguir trabajando por un tiempo más, ya que lo hace bajo otra autorización, la Licencia 41.
Arreaza dijo que Chevron tiene proyectos en Venezuela con una capacidad de 250.000 barriles diarios, con una producción actual cercana al 50% de esa meta. “Dada la incertidumbre política que todavía existe en el país y la falta de credibilidad que hasta ahora tiene el gobierno, pensar en desarrollos nuevos, en proyectos nuevos, pareciera tener una baja posibilidad”, agregó.
El Departamento del Tesoro no ha dado declaraciones específicas sobre el futuro de la Licencia 41, concedida en noviembre de 2022. Pero sí ha sido explícito sobre la Licencia 44, que desde sus inicios estuvo sujeta a que el Gobierno de Maduro permitiera la inscripción de los candidatos presidenciales de la Plataforma Unitaria siguiendo el marco legal y constitucional venezolano.
Después de la firma de acuerdos en octubre, la distensión continuó en diciembre con la entrega por EE.UU. de Alex Saab, un empresario colombiano con vínculos con Venezuela y a quien el Gobierno de Maduro lo califica como “diplomático”, a cambio de la liberación de diez estadounidenses detenidos en Venezuela.
Pero en enero, el Departamento de Estado avisó que la exención no sería extendida luego de que el Tribunal Supremo de Justicia, que responde a Maduro, resolvió ratificar la inhabilitación administrativa para ejercer cargos públicos que pesa sobre Maria Corina Machado, la ganadora de las primarias opositoras.
“Las acciones de Nicolás Maduro y sus representantes en Venezuela, incluyendo el arresto de miembros de la oposición y la prohibición de candidatos de competir en las elecciones presidenciales de este año, no son consistentes con los acuerdos firmados en Barbados”, señaló el Departamento de Estado a través de un comunicado obtenido entonces por CNN.
También avanzó en esa dirección al revocar la Licencia General 43A, que autorizaba desde octubre las transacciones relacionadas con Minerven, empresa estatal venezolana dedicada a la minería de oro, y dio un plazo de dos semanas para cerrar todas las operaciones con la compañía o sus afiliadas.
Si bien en los últimos días se realizaron reuniones entre representantes de EE.UU. y Venezuela, el lunes Maduro restó importancia a los efectos que podrían traer la reimposición de sanciones a la economía venezolana. “Le digo a los negociadores que le digan al presidente Biden el siguiente mensaje: ‘If you want, I want, I you don’t want, I don’t want’. En caraqueño: ‘Si tú quieres, yo quiero, si tú no quieres, yo no quiero’. Punto final”, comentó en su programa Con Maduro +.