(CNN) – Cuando el monte Ruang, en Indonesia, sufrió múltiples erupciones explosivas la semana pasada, los gases volcánicos salieron despedidos tan alto que alcanzaron la segunda capa de la atmósfera, a decenas de miles de metros por encima del suelo.
La fuerza de las erupciones del monte Ruang esta semana lanzó una columna de cenizas a decenas de miles de metros de altura y envió algunos gases volcánicos a más de 19.812 metros de altura, según estimaciones por satélite, unos 7.620 metros más de lo que suele volar un avión comercial.
Los posibles efectos de la erupción en el tiempo y el clima están empezando a hacerse patentes, aunque el peligro que representa el volcán persiste y continúan las evacuaciones.
Es posible que los volcanes tengan un impacto a corto plazo en el clima -incluido el enfriamiento de la temperatura global- debido a los gases que inyectan en la atmósfera superior. Pero la influencia del Ruang en el clima será probablemente mínima, según Greg Huey, director de la Escuela de Ciencias de la Tierra y la Atmósfera de Georgia Tech.
Y las condiciones meteorológicas cotidianas cerca del monte Ruang -como la temperatura, las nubes y la lluvia- probablemente no se verán influidas por el volcán durante mucho tiempo, dijo Huey a CNN.
El monte Ruang, un estratovolcán de 725 metros de altura situado en la isla de Ruang, en la provincia indonesia de Célebes Septentrional, entró en erupción al menos siete veces desde el martes por la noche, según informó la agencia vulcanológica del país. Los estratovolcanes pueden producir erupciones explosivas porque su forma cónica permite la acumulación de gas, según los vulcanólogos.
La ceniza volcánica suele ser una mezcla de sólidos triturados -como rocas, minerales y vidrio- y gases, como vapor de agua, dióxido de carbono y dióxido de azufre, de acuerdo con la NASA.
“Las cenizas duran poco en la atmósfera porque son pesadas, grandes y tienden a sedimentarse rápidamente”, explicó Huey a CNN. Son los gases los que pueden llegar mucho más alto en la atmósfera.
La ceniza densa cerca de la superficie crea una calidad del aire peligrosa y provoca un efecto de enfriamiento temporal al bloquear la luz solar que calienta. Una vez que cesa la erupción activa, la ceniza empieza a asentarse.
Algunos gases de las erupciones del monte Ruang subieron tan alto que perforaron la estratosfera, la segunda capa de la atmósfera terrestre. Está situada justo encima de la troposfera, que es donde se producen toda la vida y el clima.
La estratosfera es un lugar muy seco y, según Huey, normalmente solo se filtran hacia ella los gases con una larga vida útil, que dura décadas. Una erupción volcánica es básicamente la única forma natural de que gases de vida corta -menos de unos pocos años- como el dióxido de azufre y el vapor de agua lleguen a la estratosfera.
Una vez en la estratosfera, el dióxido de azufre y el vapor de agua se combinan para formar aerosoles de ácido sulfúrico que crean una capa de gotas nebulosas, según la Corporación Universitaria para la Investigación Atmosférica (UCAR por sus siglas en inglés). Estas gotas se extienden lejos de su punto de entrada y permanecen en la estratosfera hasta tres años, reflejando la luz solar hacia el espacio y provocando un enfriamiento de la temperatura global.
Pero el efecto de enfriamiento dura más si llega más gas a la estratosfera.
En 1991, el monte Pinatubo -otro estratovolcán- entró en erupción en Filipinas y produjo la mayor nube de dióxido de azufre jamás medida. La erupción vertió más de 17 millones de toneladas del gas a la atmósfera y provocó un descenso de la temperatura global de unos 0,5 grados Celsius que duró aproximadamente un año, según el Servicio Geológico de Estados Unidos.
En comparación, los instrumentos de satélite han calculado que el monte Ruang ha liberado hasta ahora unas 300.000 toneladas de dióxido de azufre, aunque no está claro qué parte de esa columna ha llegado a la estratosfera. Según Huey, si bien esta cantidad es enorme en sí misma, está muy por debajo del caso más extremo.
Una erupción tan grande como la del monte Pinatubo en 1991 podría enfriar el planeta durante unos años, aunque no podría borrar los problemas climáticos actuales de la Tierra causados por la contaminación que calienta el planeta, y se produciría a costa de enormes daños a la vida y la propiedad.
Kathleen Magramo, de CNN, contribuyó a este informe.