Llamado a la Tierra es una serie editorial de CNN comprometida con reportar los desafíos ambientales que enfrenta nuestro planeta, además de mostrar las soluciones a esos retos. La iniciativa Perpetual Planet, de Rolex, se ha asociado con CNN para crear conciencia y educación sobre los asuntos de sostenibilidad claves y para inspirar acciones positivas.
(CNN) – Alejada de la famosa Gran Barrera de Coral, que acapara la mayor parte de los titulares, un ecosistema templado de más de 8.000 km se extiende en torno a la costa sur de Australia. Se trata del bosque marino de quelpos, en el Gran Arrecife del Sur, que los científicos intentan salvar de los estragos del cambio climático.
El Gran Arrecife del Sur es hogar de una diversidad de algas marinas conocidas como quelpos que “no se encuentra en ningún otro lugar de la Tierra”, dice Scott Bennett, ecólogo marino del Instituto de Estudios Marinos y Antárticos. Según él, de hecho, el 70% u 80% de especies presentes solo se pueden encontrar aquí.
Los quelpos gigantes anclan en este entorno, construyendo y sustentando el bosque acuático. Y prácticamente han desaparecido de las aguas de Tasmania, un problema que preocupa a los científicos. “Hemos perdido cerca del 95% de nuestros bosques de quelpos gigantes durante las últimas cinco décadas, justamente debido al cambio climático”, explica Bennet.
Ese 5% superviviente “ha superado muchos retos” vinculados al calentamiento global y las olas de calor marinas de las últimas cinco y décadas, dice Bennett, y explica el enfoque de su trabajo: “Nuestra esperanza es que este 5% sea la clave de la supervivencia”.
Descifrar los secretos de los supervivientes
En tierra, los científicos estudian a los quelpos supervivientes con la esperanza de descubrir su secreto.
“Estamos tratando de entender, mediante estudios genómicos, qué es lo que les ha permitido a estos especímenes aguantar temperaturas más altas, y después los llevaremos al laboratorio y reproduciremos kelp que tenga esa tolerancia térmica”, explica Anusuya Willis, directora de la Colección Nacional Australiana de Cultivos de Algas de la Agencia Científica Estatal de Australia (CSIRO, por sus siglas en inglés).
En la CSIRO, Anusuya Willis y su equipo han identificado los marcadores genéticos que pueden haberlas hecho más resistentes al cambio climático mediante la reproducción selectiva.
Los científicos pueden aumentar la efectividad de ese rasgo genético en el quelpo, que más tarde será reintroducido nuevamente en el océano.
Pero la dimensión del Gran Arrecife del Sur hace difícil determinar los lugares donde se necesita con más urgencia este quelpo reforzado.
“No tenemos una base y no podemos proteger lo que no se puede medir. Entonces no podemos establecer programas de conservación hasta que tengamos esa base”, explica por su parte Leah Kaplan, líder de Negocios de Sostenibilidad en la Región Asia-Pacífico, de Google Cloud.
Crear el primer mapa de bosques de quelpo gigante
Google Australia se ha unido a la CSIRO, The Nature Conservancy, la Universidad de Tasmania y la Fundación del Gran Arrecife del Sur para dotar a los científicos de nueva tecnología.
“Para este proyecto estamos analizando 7.000 kilómetros cuadrados de imágenes satelitales, algo que hubiera sido increíblemente difícil de hacer con computadoras tradicionales”, explica Kaplan.
La tecnología geoespacial de Google está creando el primer mapa australiano de bosques de quelpo gigante. Los investigadores usarán las herramientas de inteligencia artificial de la compañía para analizar el quelpo que ha sobrevivido.
“Ya no hay una regeneración natural. Si no hay intervención de los humanos en la restauración, se perderá”, dice Bennett.
Aumentar la intervención humana, de la mano de la inteligencia artificial, les da a estos científicos una mayor oportunidad de salvar a los quelpos gigantes. Y, con ellos, al Gran Arrecife del Sur.