(CNN Español) – En Argentina viven alrededor de 220.000 venezolanos, según el ministerio del Interior a 2023, y al menos el 70% está en edad de votar.
Sin embargo, un venezolano que llegó al país en los últimos tres años no cumple los requisitos para empadronarse y votar en las elecciones presidenciales de Venezuela el 28 de julio.
Un venezolano que no pudo pagar los US$ 280 que, según testimonios recabados por CNN, cuesta la renovación del pasaporte en el consulado, no cumple los requisitos para empadronarse y votar en las elecciones del 28 de julio.
Uno que sí puede pagar la renovación de su pasaporte, pero tiene su identificación de usuario bloqueada en el sistema y no puede viajar a Venezuela a desbloquearla, tampoco puede inscribirse para votar.
Si perdió su cédula y no volvió a Venezuela a tramitar una nueva, imposible.
Más de 215.000 venezolanos en Argentina no van a poder votar en las elecciones presidenciales de su país en julio.
Según estimaciones del partido opositor Vente Venezuela, solo 2.500 podrán.
CNN consultó al Consejo Nacional Electoral sobre las distintas dificultades para el proceso de empadronamiento pero no recibió respuesta. Por ese motivo, esta historia está principalmente construida con testimonios de ciudadanos de la comunidad venezolana en Argentina, datos recabados o estimados por organizaciones e información de Vente Venezuela, el partido político de la opositora María Corina Machado.
“Yo logré empadronarme, pero fui la única de mi familia, de ocho personas que somos, que pudo hacerlo” —dice a CNN Yaritza Loyo de 43 años—. “Lo frustrante es que, en nuestro caso, todos tenemos la documentación requerida y sin embargo no pudimos”.
La documentación a la que hace referencia Loyo es el primer impedimento con el que se chocan en el camino. Lo principal: el pasaporte vigente. Pero también la cédula venezolana, vigente o vencida -de acuerdo con la Ley orgánica de procesos electorales- y el DNI argentino con residencia permanente, tal cual figura en el artículo 124 de la misma legislación para votantes en el exterior. En Argentina este último requisito solo pueden cumplirlo los extranjeros con más de tres años de residencia temporal.
El proceso para renovar el pasaporte tiene un valor de entre US$ 200 y US$ 400, según los testimonios y, dependiendo de la experiencia de cada ciudadano, puede demorar meses o años.
“Estos últimos meses se ve que necesitan plata y lo están haciendo más rápido”, explica Víctor Faza, integrante de la asociación civil Alianza por Venezuela, una organización en Argentina que defiende los derechos de los venezolanos.
Faza también forma parte del equipo de enlace de la opositora María Corina Machado en el país, y asocia la facilitación circunstancial para obtener el pasaporte con los tiempos electorales. “Tener 8 millones de venezolanos afuera pidiendo documentación y pagando en dólares es un montón de plata y ahora la necesitan porque vienen elecciones. Imagínate la cantidad de dinero que va a repartir (Nicolás) Maduro en los sectores más populares. Va a ser la campaña más millonaria en estos últimos tiempos”, dice.
En la página web de la Embajada de Venezuela en Argentina figura que el costo del trámite es de US$ 200 con tarjeta de crédito internacional, pero los entrevistados dicen que a la hora de retirar la libreta hay que pagar unos US$ 80 más por gastos de envío.
El consulado local no dio información a CNN sobre cuántos ciudadanos venezolanos pidieron renovar su pasaporte y cuántos de esos documentos están pendientes de entrega.
Según datos de la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela (R4V) con base en cifras oficiales emitidas por los respectivos gobiernos, hasta noviembre de 2023, 7.722.579 venezolanos vivían fuera de su país. 6.538.756 están en América Latina y 217.742, en Argentina.
De ese número, poco más de 150.000 están en edad de votar, pero solo el 1,5% está habilitado para hacerlo y, de acuerdo con estimaciones del partido opositor Vente Venezuela, de ese 1,5% son solo 500 los que se pudieron inscribir este año. Los otros 2.000 están empadronados desde las elecciones de 2018. Las organizaciones no pudieron confirmar a CNN si estos últimos esos empadronados de 2018 continúan en el país.
“Un chico periodista venezolano (…) manda las noticias por Instagram a diario y así me entero de las cosas”, dice Morela Márquez de 66 años. Otras personas cuentan que se informan mediante grupos de WhatsApp y distintas redes sociales. Hace 6 años que Márquez se fue de su país y dice que logró empadronarse la segunda vez que fue a la embajada. “La primera esperé seis horas y se terminaron los turnos antes de que me tocara; la segunda llegué a las seis y media de la mañana y tardé nueve horas”, agrega, “el resto de mi familia ni lo intentó”.
Ángel Cabrera tiene 70 años y dice que fue tres veces. “Las primeras dos resultaron un poco infructuosas porque la fila era muy larga”. Pero finalmente el último día pudo: “Decidí ir muy temprano, a las cinco y media de la mañana”.
“El empadronamiento estaba previsto entre el 18 de marzo y el 16 de abril, pero terminó comenzando el primero de abril y no se prorrogó su cierre”, explica Faza de Alianza por Venezuela.
El horario de atención del consulado venezolano en Argentina es de lunes a viernes de 8:00 am a 4:00 pm hora local, pero quienes fueron a empadronarse afirman que había un solo puesto de atención y se otorgaban entre 40 y 50 turnos por día. De ahí sale el dato de los 500 empadronados que estiman las organizaciones: 12 días hábiles, entre 40 y 50 personas por día, se llega a ese aproximado.
“Muy pocos jóvenes se inscribieron”, dice Faza. “En la fila veíamos, más que todo, gente mayor a 40, 50, 60 años. Los jóvenes sienten una total desesperanza, tienen el objetivo de irse a Estados Unidos, Europa y comenzar una nueva vida. Seguir conectado con un país que no te dio oportunidades y que prácticamente te echó genera un total desprendimiento”, opina.
Una encuesta realizada en enero de 2024 en Venezuela concluyó que, si el chavismo gana las elecciones, el 39,6% de la población pensaría en irse del país, más del 45% no sabe si se iría y solo el 14,5% dice que se quedaría.
En cambio, Yaritza Loyo dice que, si Nicolás Maduro pierde, vuelve: “Tengo fe, por eso fui a empadronarme, tengo esa ilusión”. Morela Márquez no tiene una respuesta tan determinante sobre regresar a vivir allá porque su hijo ya está establecido en Argentina. Sin embargo, cuenta que tiene boletos aéreos para visitar Venezuela después de las elecciones. “Voy a ir a festejar”, dice convencida de que esta vez llegará el cambio.