Foto sin fecha distribuida por la Sûreté de Quebec de Luc Jouret, líder de la Orden del Templo Solar.

(CNN Español) – La miniserie “Antracita”, el nuevo éxito francés de Netflix, remite a los espectadores a lo que fue una noche de horror en Suiza, en 1994, en la que casi medio centenar de integrantes de la denominada Orden del Templo Solar fueron asesinados o participaron en un suicidio masivo. Esta es su historia.

Una noche fatídica

La noche del 4 de octubre de 1994, los habitantes de un pequeño pueblo suizo llamado Cheiry estaban celebrando la reapertura de un restaurante cuando algunos notaron, cerca de la medianoche, que en una granja en las afueras de la localidad había estallado un incendio.

Los bomberos llegaron al lugar y encontraron a un hombre muerto con una bolsa de plástico en la cabeza. Se sumó la policía y, al registrar los edificios adyacentes, eventualmente dieron con una habitación secreta en la que se hallaron 22 cadáveres.

Este era el comienzo de una noche de terror en Suiza que acapararía los titulares mundiales, según relataba en una ponencia en la Universidad de Virginia el doctor suizo en Historia Jean-François Mayer, investigador y testigo de primera mano del desarrollo de la Orden del Templo Solar.

“La mayoría llevaba capas ceremoniales y la mayoría llevaba bolsas de plástico en la cabeza. La mayoría también tenía balas en la cabeza”, contó Meyers en un encuentro organizado en 1998.

Según los equipos de rescate, informó entonces la BBC, el piso de la habitación estaba lleno de botellas de champán “y las víctimas yacían formando una estrella”. Algunas de ellas, reportó el medio, tenían las manos juntas en señal de oración.

Y solo era el inicio.

“Esa misma noche, hacia las 3:00 a.m., un turista alojado en un pequeño hotel del pueblo de Granges-sur-Salvan (también en Suiza) estaba insomne, y al mirar por la ventana vio que había una casa en llamas cerca. Llamó a los bomberos, que sospecharon cuando se dieron cuenta de que tres casas situadas lejos unas de otras estaban ardiendo al mismo tiempo”, recordó Meyer.

“Llamaron a la policía y muy pronto se dieron cuenta de que era un incendio provocado. Dentro de las casas la policía encontró los cadáveres de 25 personas”, agregó.

Se trataba de integrantes de la Orden del Templo Solar.

Fotografía tomada el 5 de octubre de 1994 que muestra la casa en llamas del pueblo de Cheiry, en el condado de Friburgo, en Suiza, donde se encontraron 23 cadáveres.

Esoterismo y apocalipsis: la historia de la Orden del Templo Solar

La Orden del Templo Solar, calificada como un “Nuevo movimiento religioso” por la enciclopedia del mismo nombre, fue lo que comúnmente se conoce como una secta. Fue fundada en 1984, en Ginebra, Suiza, por dos líderes que para entonces ya contaban con un camino espiritual a sus espaldas y que morirían 10 años más tarde, precisamente en el suicidio masivo de 1994: Joseph DiMambro y Luc Jouret.

DiMambro, explicó Mayer, era un joyero y relojero de formación, nació en el sur de Francia, en 1924. Se “fascinó” con el esoterismo y en la década de 1950 entró en contacto con una orden rosacruz que estaba reclutando integrantes en Francia, orden que él mismo integró durante más de 10 años. Eventualmente se volvió un líder espiritual él mismo y creó una comuna en la que vivía junto a un grupo de seguidores, con los que realizaban rituales, al principio sencillos y con el paso del tiempo de mayor complejidad.

A comienzos de la década de 1980, relató Mayer, DiMambro “entró en contacto con un médico belga joven y brillante llamado Luc Jouret”, quien se convertiría en “el principal propagandista del movimiento”.

La Orden del Templo Solar, que encabezaron juntos, se desarrolló principalmente en Suiza, Francia, Canadá y el Caribe francés, según Meyer. La presidía un grupo de “hermanos mayores de la rosacruz” con base en la ciudad suiza de Zúrich, un grupo de “33 personas que vivían en una base secreta subterránea”.
En un segundo nivel había una comunidad y en un siguiente círculo una serie de clubes que eran, según el académico, el primer paso para el ingreso a la orden. También organizaban eventos públicos.

Según Meyer, nunca se trató de un movimiento demasiado masivo: en su momento de mayor expansión tuvo unos 500 integrantes.

Pierre Robichaud, policía provincial de Quebec, sostiene túnicas encontradas en una casa incendiada de Saint Casimir donde se hallaron cinco cadáveres el 22 de marzo de 1997 tras un suicidio colectivo en una vivienda perteneciente a un miembro de la Orden del Templo Solar.

Visión apocalíptica

La Orden del Templo Solar tenía una fuerte visión apocalíptica, la “convicción de que era inevitable un desastre cósmico abrumador e inminente”, tal como escribía Los Angeles Times en 1994, al reportar sobre las muertes.

En ese entonces, el periódico explicaba que “los escenarios de catástrofe ecológica” habían cobrado “especial protagonismo entre los sectarios apocalípticos contemporáneos, sobre todo los influidos por las ideas del New Age”. “En un momento en que muchas catástrofes naturales han perdido su poder de conmoción y el final de la Guerra Fría ha reducido el temor a un holocausto nuclear, los desastres ecológicos surgen como una potente expresión de que el mundo se acaba”.

Meyer hizo énfasis en el convencimiento que tenían los líderes de que “el medio ambiente estaba severamente amenazado”. En su investigación, el académico dijo que recuperó un borrador de un testamento escrito por DiMambro en el que, precisamente, quería que entre sus principales herederos hubiera organizaciones de protección del medio ambiente.

El tono apocalíptico era típico en las conferencias de Jouret, explicó Meyer, quien recordó haber participado como observador en una en la década de los ochenta titulada “Amor y Biología” en la que, contrario a lo que podía anticipar su título, luego de 10 o 20 minutos el líder comenzó a dar “un mensaje espiritual con un fuerte contenido apocalíptico, diciendo a la audiencia que los volcanes están a punto de entrar en erupción, los bosques están muriendo, esta tierra no puede soportar más estas atrocidades generadas por la humanidad, etc.”.

A esto se sumaba el hecho, según Meyer, de que los integrantes del grupo estaban “convencidos” de que eran personas “enviadas a la Tierra en repetidas reencarnaciones, para cumplir una misión de importancia cósmica”. “Nadie estaba allí por casualidad. Todos habían sido llamados”.

De los conflictos internos al “tránsito”

Para entender los asesinatos y suicidios masivos de 1994, hay que remontarse a desarrollos más terrenales y menos espirituales de la Orden del Templo Solar en esa década, según reseña la Enciclopedia de Nuevos Movimientos Religiosos.

A principios de la década de los noventa, empezó a aflorar el descontento entre miembros de la organización, dice el texto especializado.

Hubo acusaciones internas de fraude que llevaron a varios integrantes a dejar el movimiento, al tiempo que sus fundadores enfrentaban dificultades con la Policía en Canadá. “En 1993, su pequeño grupo de seguidores [en Canadá], dirigido por Jouret, fue investigado por acusaciones de que estaban almacenando armas semiautomáticas”, consigna la enciclopedia. También se investigaron presuntas irregularidades financieras en Francia y Australia.

“Propenso a interpretar las desgracias en términos apocalípticos, y aquejado de diversas enfermedades, Di Mambro empezó a componer tratados sobre el ‘Tránsito’ (palabra que en los hechos aludía al suicidio), en 1993. Las investigaciones policiales y el descontento y la desafección internos parecen haberle fomentado la convicción de que el fin de los tiempos era inminente. Con Jouret, con el que también parece haber tenido frecuentes desavenencias, Di Mambro comenzó a preparar el ‘tránsito’ a otro mundo”. Poco después sucedió la tragedia.

Entre las 48 personas que murieron la noche del 4 al 5 de octubre en Suiza, no todos se suicidaron, algunos fueron asesinados, remarcan tanto Mayer como la Enciclopedia de Nuevos Movimientos Religiosos.

De los que murieron en Cheiry, el primer poblado donde se detectó el fuego y la policía halló 23 cadáveres, algunos eran considerados “traidores” y fallecieron “tras consumir una droga inductora del sueño antes de ser fusilados, mientras que la mayoría de los que murieron en Granges-sur-Salvan, 25 en total, —la mayoría de los cuales formaban parte de los miembros principales— fueron envenenados, según la Enciclopedia de Nuevos Movimientos Religiosos. “Algunos parecen haber perecido directamente en las llamas”. No fue el único episodio.

Poco más de un año después, el 23 diciembre de 1995, 16 miembros de la orden, incluidos niños, fueron hallados muertos cerca de Grenoble y el 21 de marzo de 1997 cinco integrantes se suicidaron en Quebec, según la Enciclopedia.

En total, 74 personas de la organización murieron en un período de tres años en Suiza, Canadá y Francia, según múltiples reportes.

La Orden del Templo Solar no fue el único movimiento religioso involucrado en suicidios masivos en la década de 1990. En 1997, precisamente, 39 miembros de un grupo llamado Heaven’s Gate se suicidaron en un suburbio de San Diego, California, en un episodio que copó los titulares en Estados Unidos, reportó entonces CNN.