(CNN) – El Gobierno de Biden se apresura a terminar un informe de alto riesgo que debe presentar al Congreso esta semana sobre si Israel ha violado el derecho internacional humanitario durante su guerra en Gaza, una determinación que podría tener importantes repercusiones y avivar aún más las divisiones dentro y fuera del país.
El informe ha sido objeto de intenso debate durante meses en toda la administración y ya ha generado profundas divisiones dentro del Departamento de Estado, donde algunas oficinas han expresado dudas sobre las garantías de Israel de que ha utilizado armas estadounidenses sin violar el derecho internacional durante su guerra de 7 meses en Gaza.
El informe, que también se pronunciará sobre si Israel ha impedido la entrega de ayuda humanitaria estadounidense, llega en un momento crucial de la guerra. Israel parece estar a punto de realizar una incursión en la ciudad meridional de Rafah, algo contra lo que el presidente Joe Biden ha advertido al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu. Mientras tanto, Hamas e Israel siguen sin alcanzar un acuerdo de alto el fuego y de liberación de rehenes, y numerosas universidades estadounidenses cancelan sus ceremonias de graduación tras las protestas propalestinas que han estallado en los campus durante las últimas semanas.
Bajo la presión de los demócratas del Congreso, Biden accedió en febrero a emitir un nuevo memorando de seguridad nacional que examinaría la conducta de Israel y el uso de armas estadounidenses en su guerra contra Hamas. Ese memorando exige que todos los países que utilicen armas estadounidenses certifiquen que lo hacen de conformidad con la legislación internacional sobre derechos humanos, con un plazo acelerado para los que se encuentren en un conflicto activo.
El secretario de Estado Antony Blinken tiene hasta este miércoles para informar al Congreso si la administración considera que esas garantías son “creíbles y fiables”. Sin embargo, la administración ha transmitido al Capitolio que se espera que el informe se retrase ligeramente, según dijeron fuentes del Congreso a CNN.
“Estamos intentando por todos los medios cumplir ese plazo”, dijo este martes el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, señalando que es la primera vez que el departamento redacta un informe de esta naturaleza. “Es posible que se retrase sólo un poco”.
El Departamento de Estado ha permanecido en gran parte callado sobre la producción del informe, diciendo solamente que “un amplio espectro del departamento contribuirá a este informe”. La información ha sido limitada desde el Capitolio, donde fuentes del Congreso dijeron que la expectativa es que el informe cubra el período de tiempo desde enero de 2023 hasta la actualidad.
Fuentes del Congreso dijeron a CNN que entendían que el informe fue redactado por la Oficina de Asuntos Político-Militares del Departamento de Estado, con aportes de otras áreas de la agencia, y con la participación del Departamento de Defensa y el Consejo de Seguridad Nacional.
Aunque el informe no obliga a un cambio en la política estadounidense, podría utilizarse para desencadenar una.
Funcionarios israelíes, profundamente recelosos de que sus conclusiones puedan aumentar la presión sobre Biden para que condicione la ayuda militar de EE.UU. a Israel, han estado en estrecho contacto con la administración a medida que se desarrollaba el informe, según fuentes del Congreso. Si el informe concluyera que Israel no respeta el derecho internacional, probablemente desencadenaría una tormenta dentro del Gobierno de Netanyahu.
El primer ministro de Israel y otros altos cargos de su Gobierno se han opuesto recientemente a posibles restricciones de la ayuda militar a una unidad militar israelí que, según se ha descubierto, cometió graves violaciones de los derechos humanos antes de la guerra de Gaza.
Aunque los funcionarios de la administración Biden se han vuelto cada vez más francos sobre la catástrofe humanitaria resultante de la guerra, todavía no han tomado ninguna medida punitiva ni han restringido la ayuda militar a Israel. El mes pasado, Biden advirtió a Netanyahu de que Israel tenía que hacer más para abordar la situación humanitaria o se produciría un cambio en la política estadounidense.
A finales del mes pasado, Amnistía Internacional consideró que las armas suministradas por Estados Unidos a Israel se han utilizado “en graves violaciones del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos, y de manera incompatible con la legislación y la política estadounidenses”.
Un grupo de trabajo independiente dirigido por un exfuncionario del Departamento de Estado que dimitió por el apoyo de Estados Unidos a Israel y un abogado de derechos humanos que también es activista palestino-estadounidense también concluyó que las fuerzas israelíes actuaron de una manera que mostraba un “desprecio sistemático por los principios fundamentales del derecho internacional” al utilizar armas estadounidenses.
El informe cita siete ejemplos concretos de tales violaciones, incluido un ataque de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) contra el campo de refugiados de Yabalia el 9 de octubre que dejó 39 muertos y para el que la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos no encontró ningún objetivo militar específico.
Los demócratas aumentan la presión sobre Biden
Los demócratas de la Cámara de Representantes y del Senado han instado al Gobierno de Biden a que no se tome al pie de la letra las garantías de Israel.
El mes pasado, más de dos docenas de demócratas de la Cámara de Representantes escribieron una dura carta a funcionarios de la administración en la que afirmaban que “no cuestionar, como mínimo, las garantías del Gobierno de Netanyahu” es contrario al propósito del memorando de seguridad nacional.
“No basta con dar por buenas las explicaciones recibidas. Necesitamos ver pruebas”, dijo el senador demócrata Chris Van Hollen, que ayudó a redactar el memorando que Biden firmó en febrero.
Aunque votó a favor del reciente paquete de ayuda que incluía US$ 15.000 millones en ayuda militar para Israel, Van Hollen dijo que cree que la administración Biden necesita pausar cualquier transferencia de armas ofensivas a Israel hasta que se hayan cumplido las exigencias de Biden a Israel.
Un asesor republicano en el Congreso predijo que “habrá cierto fratricidio dentro del Partido Demócrata sobre esto”.
Los principales legisladores republicanos de las comisiones de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes y el Senado han denunciado el memorando de seguridad nacional como “un requisito redundante que añade burocracia innecesaria y contribuye a la frustración de los socios y aliados que cuentan con la ayuda de seguridad de Estados Unidos”.
Según Miller, portavoz del Departamento de Estado, este lunes todavía se estaba trabajando en el informe.
“Es algo que nos tomamos increíblemente en serio y hay mucho trabajo en marcha en el Departamento para asegurarnos de que cumplimos con esa obligación y la cumplimos a fondo”, dijo Miller.
“Haremos nuestras propias evaluaciones no sólo basándonos en lo que nos han dicho esos gobiernos, sino en lo que hemos visto en nuestra revisión aquí en el Departamento de Estado”, añadió, diciendo que Israel proporcionó sus garantías a EE.UU. a finales de marzo.
Numerosos funcionarios humanitarios de todo el mundo han dejado claro que creen que se han producido violaciones del derecho internacional y han manifestado que han compartido sus opiniones sobre el memorando con USAID, la principal agencia humanitaria estadounidense.
Han declarado a CNN que aceptar las garantías de Israel de que cumplen la ley socavaría la credibilidad de Estados Unidos.
“Está claro que ha habido violaciones”, dijo un funcionario humanitario. “Francamente, ¿por qué la gente se muere de hambre y por qué decidieron finalmente lanzar ayuda desde el cielo o construir un puerto muy caro si ustedes mismos no habían determinado que se estaba bloqueando la ayuda?”.