(CNN) – Las Islas Baleares de España están tomando más medidas enérgicas contra el consumo de alcohol en la vía pública y las fiestas en barcos, como parte de las modificaciones de un decreto de 2020 que abordaba el “turismo de excesos”.
Las nuevas normas prohíben beber en la calle en zonas turísticas clave de las islas de Ibiza y Mallorca, con una excepción para las terrazas y otras zonas autorizadas. Las sanciones por infracciones oscilarán entre 500 y 1.500 euros (US$ 540 a US$ 1.615).
Las embarcaciones que hacen fiestas y venden alcohol a bordo también tendrán prohibido estar a menos de una milla náutica de las zonas incluidas en el decreto. El embarque o desembarque de pasajeros también estará prohibido en las zonas afectadas.
Aunque las nuevas medidas pretenden frenar aún más los comportamientos perturbadores, el gobierno ha suavizado el lenguaje en torno a su decreto original de 2020 contra el “turismo de excesos” en favor del término “turismo responsable”. La actualización reconoce que la redacción original iba en contra de la principal industria de las islas, señalando que “el turismo representa más del 45% del PIB de la comunidad”.
Las islas han sido durante mucho tiempo centros de ocio nocturno para viajeros jóvenes y celebridades internacionales.
El decreto original de 22 artículos, del 2020, fue introducido tras informes de los medios de comunicación sobre “comportamientos incívicos en determinadas zonas turísticas” de Mallorca e Ibiza, atribuidos en gran parte al consumo de alcohol. Ese comportamiento había dañado la imagen de los destinos y dado lugar a un ambiente nocturno que perjudicaba las zonas para los residentes.
“Año tras año han aparecido noticias relacionadas con comportamientos incívicos de jóvenes turistas que han causado una profunda inquietud en el resto de ciudadanos, en el sector hotelero y en las administraciones implicadas, decía el decreto, que señalaba que se habían producido heridos graves y muertos.
El decreto establecía medidas para los alojamientos turísticos, la venta y publicidad de bebidas alcohólicas, sanciones y otras medidas para frenar los comportamientos peligrosos o perturbadores.
El recién modificado Decreto de Turismo Responsable asigna 16 millones de euros (unos 17,2 millones de dólares) de un impuesto de turismo sostenible para ayudar a las zonas afectadas a financiar proyectos de fomento del turismo responsable.
En abril, los habitantes de las Islas Canarias se movilizaron en protesta contra el turismo excesivo, culpando a los visitantes de echarles de sus casas y causar daños medioambientales como consecuencia del aumento del número de turistas de 11,5 millones anuales a 16 millones en la última década.