(CNN) – Cuando Lauren Price tenía ocho años, se propuso tres objetivos: ser campeona del mundo de kickboxing, jugar al fútbol con la selección de Gales y competir en unos Juegos Olímpicos.
Para la mayoría de las personas, crecer implica tomar decisiones, renunciar a múltiples sueños para concentrar todas sus energías en uno solo, con la esperanza de que quizá uno, si tienen suerte, pueda hacerse realidad.
Pero Lauren Price nunca tuvo que tomar esa decisión. A los 12 años ya era campeona del mundo de kickboxing, título que ganó otras tres veces.
Antes de cumplir los 18, ya había jugado al fútbol con Gales dos veces en categoría absoluta y otras 50 en las categorías sub-16, sub-17 y sub-19, donde fue capitana de su equipo. El fútbol y el kickboxing fueron tachados de la lista.
Entonces, ver a mujeres boxeadoras luchar en un ring olímpico por primera vez en Londres 2012 inspiró otro objetivo para Price, y poco después empezó a practicar este deporte, dejando el fútbol para centrarse en él.
Ese fue el deporte que la llevó a los Juegos Olímpicos donde, notablemente, ganó una medalla de oro en Tokio 2020 en la división de peso medio femenino.
Y, el sábado, completó otro hito al convertirse en la primera boxeadora galesa campeona del mundo al derrotar a Jessica McCaskill por decisión técnica unánime después de que la pelea en Cardiff, Gales, se detuviera antes de tiempo por consejo médico para tratar el ojo lesionado e hinchado de McCaskill.
“Esto es solo el principio”, declaró Price, ahora campeona de peso wélter de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), la Organización Internacional de Boxeo (OIB) y la revista Ring Magazine, a la cadena Sky Sports. “Quiero construir un legado y crear grandeza… Ya ven lo que Katie Taylor hizo por Irlanda, yo quiero hacer lo mismo por Gales”.
Pero, a pesar de la realización aparentemente perfecta de todos sus sueños infantiles, Price tuvo que luchar duro por ellos tanto fuera como dentro del cuadrilátero.
Cuando empezó a boxear, Price compaginaba los entrenamientos con su trabajo como auxiliar de enseñanza, dando apoyo a una niña con necesidades educativas especiales, y más tarde como taxista para la empresa de sus abuelos, llevando y trayendo gente de Cardiff los viernes y sábados por la noche.
Sus abuelos, Linda y Derek, la criaron desde que tenía tres días de nacida.
Fueron ellos quienes iniciaron a Price en el deporte, al principio como una forma de dar salida a toda su energía de niña, según declaró Linda a The National Lottery, que financia a los atletas británicos, en 2021.
“Siempre me apoyaron y me dijeron que creyera en mis sueños. Mi abuela solía decir ‘alcanza la luna, si te quedas corta aterrizarás en las estrellas’”, dijo Price a Sky Sports.
“Incluso ahora me regaló una tarjeta de la buena suerte y la leeré antes de la noche del combate, son las pequeñas cosas”.
El abuelo de Price, Derek, falleció en noviembre de 2020, antes de que pudiera verla convertirse en campeona olímpica y convertirse en la nueva “superestrella” del boxeo, como dijo Ben Shalom, promotor de Boxxer, según la BBC.
“Creo que si trabajas lo suficiente y tienes sueños, puedes conseguirlos”, dijo Price a Sky Sports el sábado antes de su combate por el título mundial.
“Yo fui niña una vez y tenía tres metas… Conseguí cumplir las tres con el amor y el apoyo de mis abuelos”.