(CNN) – Después de un fuerte aumento durante la pandemia de covid-19, datos preliminares muestran que las muertes por sobredosis de drogas en Estados Unidos disminuyeron en 2023, por primera vez en cinco años.
Unas 107.500 personas murieron por sobredosis en 2023, según datos del Centro Nacional de Estadísticas Sanitarias de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de EE.UU., unas 3.500 menos que en 2022.
La disminución del año pasado es la primera desde 2018, pero la caída del 3% es mucho menos sustancial que los aumentos que empujaron las muertes por sobredosis a niveles récord en los últimos años. Las muertes por sobredosis se dispararon un 30% entre 2019 y 2020, y aumentaron otro 15% entre 2020 y 2021, según muestran los datos de los CDC.
Los datos preliminares están sujetos a cambios a medida que se revisan los certificados de defunción y se evalúan los registros, pero las estimaciones sugieren que, a pesar de la disminución, las muertes por sobredosis en 2023 todavía eran casi el doble de lo que eran hace cinco años, según los datos de los CDC.
“Es una tendencia esperanzadora en cierto modo”, dijo la Dra. Katherine Keyes, profesora de la Escuela de Salud Pública Mailman, de la Universidad de Columbia, cuya investigación se centra en la epidemiología del consumo de sustancias. “Sabemos que esta epidemia de drogas es dinámica y cambia con bastante rapidez, por lo que cualquier nivelación o ligero descenso es prometedor. Desde luego, no es señal de que debamos levantar el pie del acelerador en la prevención de sobredosis”.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE.UU. puso en marcha hace dos años una estrategia nacional coordinada para prevenir las sobredosis.
“Este progreso en los últimos 12 meses debería hacernos querer revigorizar nuestros esfuerzos sabiendo que nuestras estrategias están marcando la diferencia”, dijo en un comunicado la Dra. Deb Houry, jefa médica de los CDC, pero “todavía hay familias y amigos que pierden a sus seres queridos por sobredosis de drogas en cifras impresionantes”.
“Nuestros pensamientos permanecen con aquellos que han perdido a sus seres queridos y aquellos que están luchando contra la adicción o conocen a alguien que lo está haciendo. Nuestro país está comprometido a poner fin a esta epidemia y a prevenir muertes y sufrimientos innecesarios”, afirmó.
El fentanilo ha impulsado la última oleada de muertes por sobredosis y los opioides sintéticos están implicados en más de dos tercios de las muertes por sobredosis. Estos narcóticos altamente potentes siguen desempeñando un papel preponderante: estuvieron implicados en casi el 70% de las muertes por sobredosis en 2023. Sin embargo, según los nuevos datos, en 2023, se produjeron unas 1.500 muertes menos por sobredosis relacionadas con el fentanilo y otros opioides sintéticos que en 2022.
Aun así, la amenaza mortal del fentanilo, unas 50 veces más potente que la heroína, persiste. Un estudio publicado el lunes muestra que las incautaciones de fentanilo ilícito por parte de las fuerzas de seguridad han aumentado en los últimos años.
Más de 115 millones de pastillas que contenían fentanilo ilícito fueron incautadas por las fuerzas de seguridad en 2023, en comparación con alrededor de 71 millones, en 2022, y menos de 50.000, en 2017.
“El fentanilo ha seguido infiltrándose en el suministro de drogas en comunidades de todo Estados Unidos y es un momento muy peligroso para consumir drogas, incluso solo ocasionalmente”, dijo en un comunicado la Dra. Nora Volkow, directora del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas. Ella no participó directamente en el nuevo estudio, pero la investigación fue financiada por la agencia federal. “Las píldoras ilegales tienen un aspecto idéntico al de las píldoras recetadas, pero en realidad pueden contener fentanilo. Es urgentemente importante que la gente sepa que cualquier píldora dada a alguien por un amigo, comprada en redes sociales, o recibida de cualquier fuente que no sea una farmacia podría ser potencialmente mortal, incluso después de una sola ingestión”.
El número de muertes por fentanilo sigue siendo “alarmantemente alto”, dijo Keyes. Pero las tendencias más prometedoras reflejan esfuerzos significativos y múltiples de muchos sectores diferentes, dijo, incluyendo el uso de tratamientos para el trastorno por consumo de opiáceos, la ampliación del acceso a la naloxona y otros programas de reducción de daños y la reducción de la prescripción de opiáceos.
“Creo que ha sido un verdadero éxito para la salud pública”, afirmó.
Mientras que las muertes por sobredosis de opioides disminuyeron, las de cocaína y las de psicoestimulantes, como la metanfetamina, aumentaron, según los datos preliminares de los CDC.
En 2023, se produjeron más de 36.000 muertes por psicoestimulantes, un 2% más que el año anterior. Y las muertes por cocaína aumentaron un 5%, hasta casi 30.000. Alrededor de un tercio de todas las muertes por sobredosis en 2023 estuvieron relacionadas con psicoestimulantes y la cocaína estuvo implicada en más de una cuarta parte.
Gran parte de este aumento se debe probablemente a la proliferación del fentanilo en todo el suministro de drogas, dijo Keyes. “Sabemos que la mezcla de estimulantes con opiáceos es especialmente letal”, afirmó. Pero la ampliación de la vigilancia puede ayudar a quienes trabajan para hacer frente a la crisis de las sobredosis a comprender su epidemiología, que cambia rápidamente, y a adaptar sus esfuerzos en tiempo real.
Los últimos datos de los CDC muestran aumentos «notables» en algunos estados occidentales, como Washington y Oregon, donde las muertes por sobredosis aumentaron al menos un 27% interanual. En otros estados, como Nebraska, Kansas, Indiana y Maine, las muertes por sobredosis descendieron al menos un 15%.
“Las diferencias entre estados apuntan a la necesidad de seguir ampliando estos esfuerzos”, afirmó Keyes. “Pero creo que las tendencias que se observan a nivel nacional son indicativas de cómo puede funcionar. Podemos hacer frente a la epidemia de opioides. No es inevitable”.
Para muchos Gobiernos estatales y locales, los fondos procedentes de los acuerdos sobre opioides han sido “decisivos” para los esfuerzos de prevención de sobredosis y el aumento del acceso al tratamiento y el apoyo a la recuperación, dijo en un comunicado el Dr. Marcus Plescia, director médico de la Asociación de Salud Estatal y Territorial.
“En el futuro, las jurisdicciones seguirán dando prioridad a las inversiones en la reducción de daños, la prevención y el tratamiento de los determinantes sociales de la salud en las comunidades más afectadas por la crisis de las sobredosis”, dijo. “Asimismo, los organismos de salud estatales y territoriales seguirán coordinándose con sus socios para dar una respuesta integral a este complejo problema de salud pública. Por último, las jurisdicciones seguirán vigilando y preparándose para responder a los cambios en las tasas de sobredosis y a las amenazas emergentes dentro del suministro de drogas”.
Encuestas recientes sugieren que el consumo de drogas entre los adolescentes de EE.UU. ha sido relativamente bajo y con tendencia a la baja. Pero las muertes por sobredosis han ido en aumento en este grupo de edad y millones de adultos y adolescentes padecen un trastorno por consumo de drogas.
“Las investigaciones han demostrado que retrasar el inicio del consumo de sustancias entre los jóvenes, aunque sea un año, puede disminuir el consumo de sustancias durante el resto de sus vidas. Puede que lo estemos viendo en tiempo real”, dijo Volkow. “Esta tendencia es tranquilizadora; sin embargo, sigue siendo crucial continuar educando a los jóvenes sobre los riesgos y daños del consumo de sustancias de forma abierta y honesta, haciendo hincapié en que las pastillas ilícitas y otras sustancias pueden contener fentanilo mortal”.