La Mona Lisa de Leonardo da Vinci, uno de los cuadros más famosos del mundo, está rodeada de misterio, desde la identidad de la figura hasta su enigmática expresión. Ahora se ha desvelado al menos uno de los secretos de la obra, según una geóloga afincada en Italia.
Ann Pizzorusso, geóloga e historiadora del arte especializada en Leonardo y el Renacimiento, cree haber descubierto la ubicación de la Gioconda gracias a sus conocimientos geológicos.
Hace tres décadas, Pizzorusso visitó la ciudad de Lecco, en la orilla sureste del lago de Como, Italia. Ella cree que el cuadro está ambientado allí. La geóloga siguió los pasos de Leonardo, armada con anotaciones de su diario y dibujos del artista. “En su cuaderno menciona haber estado en Lecco”, explica a CNN en una entrevista telefónica. “Trabajaba como ingeniero”.
Según Pizzorusso, el proyecto en el que trabajaba Leonardo se canceló, pero sus bocetos geológicos de campo permanecieron (un dibujo de tiza roja de una cordillera cercana a Lecco pertenece a la Colección Real de Windsor, en Londres).
Aunque Pizzorusso no es la primera que ha teorizado sobre la ubicación de la Gioconda (en 2011, un historiador del arte atribuyó el escenario del cuadro a una pequeña localidad llamada Bobbio, mientras que otro lo hizo a Arezzo) ella cree que es la primera geóloga en hacerlo.
Los cálculos anteriores se han centrado en el puente arqueado sobre el hombro derecho de la Gioconda. Sin embargo, Pizzorusso insiste en que se pueden sacar más conclusiones de la singular formación rocosa del horizonte. “Los puentes son fungibles”, afirma. “Si mira al fondo, verá pináculos. Es un tipo de erosión que se produce en la piedra caliza que tiene fracturas y se rompe en bloques, casi como un patrón de dientes de sierra… Podemos demostrar que la piedra caliza existe en Lecco. Cuando se mira la Mona Lisa, hay una serie de montañas al fondo que tienen este patrón de dientes de sierra”.
Pizzorusso cree que se trata del lago de Como, un lago glaciar subalpino de unos 10.000 años de antigüedad. “Si se mira detrás de ella, se ven los lagos glaciares alargados que tienen una forma particular, como dedos”, explica. “Porque cuando el glaciar se desplazó arrastró ciertos trozos de tierra”.
A pesar de su confianza, Pizzorusso mantuvo en secreto sus sospechas durante 30 años, y solo se lo contó a otros estudiosos de Leonardo en conversaciones informales. Esta semana ha regresado a Lecco, convencida de que “todo cuadraba”, y ahora presentará sus hallazgos en un congreso de geología que se celebrará en la ciudad.
Aunque la combinación de ciencias de la tierra e historia del arte pueda parecer dispar, Pizzorusso sostiene que el enfoque interdisciplinario puede enriquecer la experiencia de contemplar la obra de Leonardo.
“Botticelli e incluso Miguel Ángel hacían fondos terribles porque consideraban que las figuras eran más importantes”, explica a CNN. “Si el fondo está bien pintado, se aprecia más la naturaleza”. Aunque Pizzorusso admite que le sorprende el interés generalizado. “Tal vez Leonardo estaba tratando de inclinarme para el movimiento ecologista o algo así”, bromeó. “Es un testimonio de lo mucho que le gusta a la gente este cuadro”.
Pero el descubrimiento solo puede dar lugar a más misterio. Si el lugar es Lecco, como sugiere Pizzorusso, quedan más preguntas sobre por qué el célebre pintor eligió ese lugar concreto, para este retrato en particular.
“No sabemos quién es (Mona Lisa), algunos creen que era la esposa de un rico comerciante toscano”, dijo, refiriéndose a una popular teoría histórica que propone que la figura se basó en la noble italiana Lisa Gherardini. “¿Por qué la puso en este entorno salvaje e indómito? Esto no es la Toscana. ¿Qué intentaba decirnos colocando a esta dama serena y enigmática en este entorno agreste y alpino?” dice Pizzorusso.
“Me intriga mucho cuál era su mensaje para nosotros”.