(CNN) – La presidenta de Georgia, Salome Zourabichvili, vetó un polémico proyecto de ley sobre “agentes extranjeros” que provocó semanas de protestas generalizadas en todo el país.
Zourabichvili había prometido previamente torpedear el proyecto de ley, pero su veto aún podría ser anulado por una mayoría simple en el parlamento, que aprobó el proyecto de ley este martes con 84 legisladores votando a favor y 30 en contra.
La controvertida ley obligaría a las organizaciones que reciban más del 20% de sus fondos del extranjero a registrarse como “agentes de influencia extranjera”, en caso contrario, pagarían pena de multa. Los opositores afirman que el proyecto sigue el modelo de leyes similares en Rusia, que el Kremlin ha utilizado para acabar con la oposición y la sociedad civil.
“Esta ley, en su esencia y espíritu, es fundamentalmente rusa, contradice nuestra Constitución y todas las normas europeas”, declaró la Presidenta Zourabichvili tras vetar el proyecto este sábado.
Afirmó que el proyecto de ley debe ser derogado, sugiriendo que podría impedir la adhesión del país a la Unión Europea (UE). La UE había hecho advertencias similares.
Georgia solicitó la adhesión a la UE en 2022 y en diciembre se le concedió el estatuto de candidato, lo que se considera un esfuerzo por invertir la tendencia de la antigua república soviética hacia Rusia.
Georgia lleva mucho tiempo atrapada entre Rusia y Occidente. A pesar de haberse independizado de la Unión Soviética en 1991 y de que las encuestas indican que alrededor del 80% de los georgianos desean ingresar en la UE, su historia con Moscú dificulta su relación con Europa.
La postura de Georgia hacia Rusia es decididamente mixta. Los dos países no mantienen relaciones diplomáticas formales desde que Rusia invadió Georgia en 2008, pero los rusos que viven y trabajan allí disfrutan de unos requisitos de visado laxos, lo que la convierte en una opción fácil para quienes huyeron del reclutamiento de Rusia en la guerra de Ucrania.
Con información de Ekaterine Kadagishvili, Joshua Berlinger, Jessie Gretener, Amy Cassidy y Christian Edwards, de CNN.