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Descubrimiento ruso de petróleo en la Antártida enciende las alertas internacioneles
05:39 - Fuente: CNN

(CNN Español) – Las inquietudes presentadas por algunos legisladores británicos a mediados de mayo en una audiencia de la comisión de auditoría medioambiental de la Cámara de los Comunes tuvieron énfasis en las investigaciones que realiza Rusia en la Antártida, lo que desató reportes sobre posibles hallazgos de hidrocarburos en una zona protegida por un tratado internacional que solo permite investigaciones científicas.

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Boric dice que no va permitir la explotación de recursos en la Antártica chilena
01:29 - Fuente: CNN

Parte de esas exploraciones, según ha consignado la empresa rusa Rosgeo de investigación geológica, fueron realizadas en un área antártica donde se superponen reclamos territoriales del Reino Unido, Argentina y Chile.

En la audiencia parlamentaria, la legisladora Anna McMorrin dijo que la comisión fue informada de “actividades problemáticas rusas” recientes y de la recolección de datos sísmicos en la Antártida que, según expuso, “suena a búsqueda de minerales, antes que recolección e investigación científica”, en referencia a las tareas que sí están permitidas por el Tratado Antártico, firmado en 1959.

La Antártida es el hogar de millones de pingüinos.

Posteriormente, el periódico Telegraph con base en informes de fuentes anónimas que, afirma fueron presentados a la comisión legislativa, que Rusia encontró en esa zona reservas que suman un aproximado de más de 500.000 millones de barriles de petróleo, casi el doble de las reservas de crudo comprobadas de Arabia Saudita en 2022, según la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).

El tema despertó el interés no solo en el Reino Unido, sino también en Argentina y Chile. La reacción oficial del Gobierno de Argentina llegó cinco días después del informe en la prensa británica y otros medios. “Esto no es nuevo. Si bien se conoció en las últimas horas, es un hallazgo que ocurrió años atrás”, dijo el vocero de la Presidencia, Manuel Adorni, en conferencia de prensa. Añadió que la Cancillería está recolectando toda la información para entender si son cuestiones de investigación o si esto infiere algún otro tipo de prácticas en la Antártida, y dijo que, con base en esas averiguacione,s tomarán “las acciones que correspondan”.

Una fuente de la Cancillería argentina confirmó a CNN que la información fue recibida con anterioridad, pero no dio precisiones sobre la fecha. Posteriormente, el Gobierno no ha informado sobre posibles acciones al respecto.

A su vez, Alberto van Klaveren, ministro de Relaciones Exteriores de Chile, indicó en X que “ocasionalmente surgen noticias no confirmadas sobre reservas minerales y de hidrocarburos” en la Antártida, y remarcó que el tratado de 1959 prohíbe su prospección y explotación.

El Gobierno de Rusia no ha hecho comentarios sobre los informes de hallazgos de hidrocarburos y no respondió a la solicitud de comentarios de CNN.

En enero, el presidente de Rusia Vladimir Putin dijo en el lanzamiento de un nuevo complejo en la base antártica rusa Vostok (una de las cinco permanentes del país en el continente) que las perforaciones en el hielo se realizan desde los años 70. Además, detalló que durante una década estuvieron paralizadas, según dijo, hasta que la comunidad internacional estuvo segura de que Rusia cumplía con los requisitos de protección medioambiental.

Klaus Dodds —experto en la Antártida y profesor de geopolítica de la Universidad Royal Holloway de Londres, quien fue citado en la audiencia del Parlamento británico por las preocupaciones que expresó en un escrito por una posible competencia estratégica sobre los recursos de la región— también había dicho días antes en un mensaje en X que el hallazgo era de 2020 y explicó la cifra de barriles mencionada es en realidad una conversión de los 70.000 millones de toneladas de hidrocarburos reportadas originalmente.

En 2020, Rosgeo, el mayor grupo ruso de investigación geológica, publicó un informe en el que habla de “recursos potenciales de hidrocarburos” en cuencas sedimentarias estimados en “aproximadamente 70.000 millones de toneladas”, descubiertas en exploraciones realizadas por la firma PMGE (Polar Marine Geosurvey Expedition), una filial de Rosgeo.

Incluso en 2012, cuando PMGE celebraba su 50 aniversario, repasó sus estudios geológicos en la Antártida y ya reportaba un potencial previsto de hidrocarburos que “asciende a unos 70.000 millones de toneladas”.

CNN intentó contactar a representantes de Rosgeo para saber si tienen comentarios sobre sus últimas investigaciones, pero no recibió respuesta.

Qué dice el Tratado Antártico

En 1959, 12 países (Argentina, Australia, Bélgica, Chile, Estados Unidos, Francia, Japón, Nueva Zelandia, Noruega, el Reino Unido, Sudáfrica y la entonces URSS) firmaron el Tratado Antártico en Washington.
En su artículo I señala que la Antártida debe “utilizarse únicamente con fines pacíficos”. También, indica que la ciencia estaría al frente de cualquier desarrollo o asentamiento allí.

Si bien el texto señala que los miembros de las Fuerzas Armadas pueden estar en la zona, solo están habilitados para funciones de apoyo.

Los turistas suben por el camino empinado y helado en Almirante Brown, una base argentina en la Antártida.

El texto forma parte del Sistema del Tratado Antártico, que a su vez incluye un instrumento jurídico complementario, el Protocolo al Tratado Antártico sobre Protección del Medio Ambiente, firmado en 1991 y en vigencia desde 1998. En su artículo 7 prohíbe “cualquier actividad relacionada con los recursos minerales, salvo la investigación científica”.

Bajo ese marco, las autoridades británicas señalaron que no hay pruebas de que Rusia esté incumpliendo el tratado. David Rutley, ministro para las Américas y el Caribe y territorios de Ultramar del Reino Unido, respondió ante la comisión parlamentaria británica que Rusia tiene un largo programa de mapeo de geología y las autoridades rusas han asegurado que sus actividades en la Antártida son pacíficas. Además, subrayó que Moscú apoyó nuevas resoluciones que reafirman el compromiso de la extracción de minerales que no sea con fines científicos. “Seguiremos monitoreando esa situación”, añadió.

Definir la división entre qué es una investigación científica y qué no lo es puede ser difícil, según dice a CNN Luis Valentín Ferrada, director del Departamento de Derecho Internacional y del Programa de Estudios Antárticos de la Universidad de Chile. “En la práctica es complicado, sobre todo en área como la geología. Los geólogos dirán que lo que están haciendo es investigación científica, determinando qué elementos se encuentran en el fondo del mar o en las piedras”, expresó.

Ferrada explica que debates similares en el ámbito antártico surgen en exploraciones biológicas. Por ejemplo, científicos que investigan cómo sobreviven organismos en condiciones extremas pueden obtener resultados patentables por alguna empresa química. “¿Dónde termina la investigación y dónde comienza lo productivo? Es la misma zona gris que lo geológico, la línea es difícil de trazar”, agrega.

Sobre las investigaciones rusas, Ferrada dijo que solo se cuenta con información indirecta. “El punto más dudoso es lo que Rusia siempre ha dicho, que solo hace investigación geológica. No sé si será verdad, pero es lo que manifiesta”, remarca. También, indicó que se desconoce qué es lo que sucedió a partir de los descubrimientos.

“Hay un hecho fáctico, real, que en 2020 reportaron algunas reservas. Nadie lo ha negado. La pregunta es saber qué pasó con esa investigación. Las pruebas se pueden hacer desde un buque, a una profundidad de 2.000 o 3.000 metros, son tentativas. Después hay que bajar. No sabemos si se hizo eso o solo hicieron las primeras pruebas con sensores, sismógrafos”, apunta.

Al respecto, Dodds, de la Universidad Royal Holloway, comentó en X que una posible controversia puede surgir si es que no todas las partes consultivas del tratado no tienen el mismo entendimiento de lo que significa “investigación científica”.

El protocolo antártico puede ser revisado a partir de 2048 a petición de las partes, al cumplirse 50 años de su entrada en vigor, pero eso no significa que expire, sino que desde entonces las partes consultivas pueden convocar una conferencia de revisión de su funcionamiento.

Reclamos de soberanía

El Tratado Antártico también reconoce la existencia de reclamos de soberanía previos a 1959, pero no reconoce de hecho esa soberanía ni los reclamos posteriores.

Argentina, que tiene bases científicas en el continente antártico, reivindica la soberanía sobre un territorio de 1.461.597 km2 (incluyendo tierra firme y aguas territoriales), delimitado por el paralelo 60° y el Polo Sur; y los meridianos 25° y 74° de longitud oeste, de acuerdo con el Ministerio de Relaciones Exteriores del país.

Esa área se superpone con las reivindicaciones de Chile (reclama soberanía en una zona de 1.250.257,6 km2 entre los meridianos 53° y 90° de longitud oeste); y Reino Unido (que afirma soberanía sobre entre los meridianos 20° y 80° de longitud oeste).
Es decir, la zona comprendida entre el meridiano 53 y el 74 de longitud oeste es reclamada por los tres países

Otros cuatro países (Australia, Francia, Nueva Zelandia y Noruega) también tienen reclamos de soberanía en otras partes del continente, que no se superponen entre sí.

Reunión consultiva

Las inquietudes expuestas por legisladores británicos ocurrieron días antes de la Reunión Consultiva del Tratado Antártico, que se desarrolla en Kochi, India, del 20 al 30 de mayo, donde el tema puede ser foco de las reuniones multilaterales.

Cuestionado en la audiencia parlamentaria sobre si cree en la versión rusa, el ministro Rutley sostuvo que hay instancias multilaterales, como la reunión en Kochi, en las que el Reino Unido y sus aliados dejan claras sus posiciones sobre el cumplimiento del Tratado, sobre el que comentó que “ha sido inmensamente exitoso”.

Ferrada, de la Universidad de Chile, señala que las reuniones consultivas son “bastante esqumatizadas” para discutir el contenido de documentos presentados en períodos previos, por lo que pone en duda que se presenten temas nuevos, pero resalta la importancia de las “conversaciones de pasillo” para discutir cuestiones or fuera de la parte formal.

Por su parte, el excanciller de Argentina Andrés Cisneros se refirió con menor es menos optimista optimismo que Rutley sobre los acuerdos internacionales. En cuanto al respeto por el Tratado Antártico, Cisneros advirtió: “Soy muy escéptico acerca de que la simple firma de un papel impida que las grandes potencias persigan sus intereses económicos. En la medida que la tecnología avance y haga más accesible la explotación rentable de los recursos, en esa medida se irá debilitando la prohibición del Tratado Antártico”, dijo este miércoles en el programa Primera Mañana de CNN.