(CNN) – En la que posiblemente sea su última aparición en el Abierto de Francia, el 14 veces ganador del torneo y leyenda de Roland Garros, Rafael Nadal, fue eliminado en la primera ronda por el favorito Nº 4 Alexander Zverev por 6-3 7-6 (7-5) 6-3 en tres horas y cinco minutos.
La victoria de Zverev en dos sets quizás ponga fin a una de las mayores aventuras amorosas en la historia del deporte. Nadal, el “Rey de la Tierra Batida”, salió de la cancha Philippe-Chatrier entre una atronadora ovación acorde con su notable récord en París, que ahora es de 112-4.
Algunas de las estrellas más importantes del tenis (y rivales de Nadal) asistieron para ver este pedazo de historia; Novak Djokovic, Carlos Alcaraz e Iga Świątek, un aficionado confeso de Nadal, estuvieron allí para ver al gladiador español luchar frente a una multitud que lo adoraba.
¿Una última oportunidad?
“Es difícil para mí hablar”, dijo Nadal en su entrevista en la cancha después de la derrota. “No sé si será la última vez que estaré aquí frente a ti. No estoy 100% seguro, pero si fue la última vez, lo disfruté”.
“El público ha estado increíble durante toda la semana de preparación. Los sentimientos que tengo hoy son difíciles de describir con palabras, pero para mí es muy especial sentir el amor de las personas en el lugar que más amo”.
“La primera ronda no fue la ideal”, añadió sobre el empate contra Zverev. “Fui competitivo, tuve mis oportunidades, pero no fue suficiente contra un gran jugador como Sascha. Para mí es difícil decir qué pasará en el futuro.
“Hay un gran porcentaje de probabilidad de que no volveré a jugar aquí en Roland Garros, pero lo disfruté mucho. Viajo con la familia, me divierto y el cuerpo se siente un poquito mejor que hace dos meses”.
Nadal, quien agregó que esperaba regresar a Chatrier para los Juegos Olímpicos de verano, ha luchado contra una lesión desde el Abierto de Australia de 2023 y se vio obligado a perderse la gran mayor parte de la temporada pasada mientras intentaba preparar su cuerpo para un último el año de gira.
Pero el experto de Eurosport y dos veces finalista de Roland Garros, Àlex Corretja, dijo que Nadal le había dicho la semana pasada que su cuerpo se sentía libre de dolor por primera vez en dos años, lo que lo llevó a pensar en regresar la próxima temporada.
Es comprensible que el Abierto de Francia tenga un lugar especial en el corazón de Nadal. El jugador de 37 años hizo todo lo que estuvo a su alcance para asegurarse de que no solo estuviera lo suficientemente en forma para jugar, sino también para competir al más alto nivel.
Ciertamente lo hizo en ocasiones durante su derrota ante Zverev. Al comienzo del tercer set, un par de golpes de derecha ganadores fueron azotados por la línea, y provocaron un rugido ensordecedor de la multitud que casi voló el techo retráctil de Chatrier.
Incluso en el segundo set, Nadal encontró un quiebre temprano en su saque ya que el impulso parecía estar cambiando después de que el alemán se llevara el primero, pero no pudo mantener ese nivel y Zverev se defendió para llevarse el set en un tie break.
Había potencial para que la marea volviera a cambiar con 2-2 en el tercero cuando Nadal tuvo un agotador juego de saque de 12 minutos y defendió cuatro break points, solo para que Zverev rompiera el siguiente juego de servicio del español.
Incluso frente a la derrota, Nadal, famoso por su tenacidad y coraje, nunca dejó de luchar en cada tiro, levantando el puño hacia la multitud cada vez que ganaba un punto.
Al final, sin embargo, Zverev fue demasiado bueno. Uno de sus tiros fue tan bueno que Nadal no pudo hacer más que aplaudir cuando pasó al lado suyo.
Tal vez, si tuviera 10 años menos la habría alcanzado.
“Nunca me imaginé cuando era niño que estaría aquí con casi 28 (años de edad) – 38, me encantaría tener 28”, dijo entre risas de la multitud.
“No podría haberlo soñado. Ha sido un proceso hermoso, todos los recuerdos han sido diferentes, pero no obstante especiales. Los sentimientos que me hacen sentir aquí son inolvidables, muchas gracias desde el fondo de mi corazón.”