CNNE 1689117 - una de cada tres mujeres negras de ee-uu- sera diagnosticada con cancer durante su vida-
Estudio sobre el cáncer busca cambiar disparidad en diagnósticos y tratamientos en mujeres negras
01:36 - Fuente: CNN

(CNN) – Un estudio sueco encontró una posible relación entre los tatuajes y un tipo de cáncer llamado linfoma maligno, pero –en última instancia– reclama más investigación sobre el tema y expertos en cáncer dicen que la posible relación es exagerada.

Los investigadores de la Universidad de Lund dijeron que querían hacer el estudio porque se sabe muy poco sobre los efectos a largo plazo de los tatuajes en la salud, a pesar de su continua popularidad. Solo en Estados Unidos, casi un tercio de la población tiene al menos un tatuaje, según una encuesta realizada en 2023 por el Pew Research Center.

En el estudio, publicado en la edición más reciente de la revista eClinicalMedicine, participaron casi 12.000 personas de Suecia. A partir de registros de población, los investigadores identificaron a todos los diagnosticados con linfoma maligno entre 2007 y 2017 –casi 3.000 personas– y los emparejaron con un grupo de la misma mezcla de edad y sexo que no tenía cáncer.

El linfoma maligno es un cáncer del sistema linfático, la parte del cuerpo que ayuda a combatir los gérmenes y las enfermedades. Los factores de riesgo conocidos incluyen un sistema inmunitario debilitado por enfermedades o trastornos inmunitarios como el sida, infecciones como la de Epstein-Barr, la edad y antecedentes familiares de la enfermedad. Cierta exposición a sustancias químicas como pesticidas y herbicidas también puede aumentar el riesgo de linfoma, además del humo de segunda mano.

En 2021, los autores del estudio enviaron cuestionarios a las personas que habían identificado, preguntándoles sobre determinados factores del estilo de vida que pueden aumentar el riesgo de padecer este tipo de cáncer y sobre si tenían algún tatuaje.

Incluso después de tener en cuenta factores que se sabe que afectan al riesgo de cáncer, como el tabaquismo y la edad, los investigadores descubrieron que el riesgo de linfoma maligno era un 21% mayor entre quienes tenían al menos un tatuaje. El hallazgo es solo una asociación, no una relación directa, pero los autores del estudio subrayaron que serán necesarias más investigaciones para corroborar esta conclusión.

Para sorpresa de los investigadores, no encontraron pruebas que sugirieran que el riesgo aumentaba a medida que la piel de la persona estaba cubierta de más tatuajes.

“Aún no sabemos por qué ocurre esto. Solo se puede especular que un tatuaje, independientemente de su tamaño, desencadena una inflamación de bajo grado en el cuerpo, que a su vez puede desencadenar el cáncer”, dijo el coautor Christel Nielsen, profesor asociado en la División de Medicina Ocupacional y Ambiental de la Universidad de Lund, en un comunicado de prensa. “El panorama es, por tanto, más complejo de lo que pensábamos inicialmente”.

El estudio no se creó para determinar cuál puede ser la relación entre el cáncer y los tatuajes, si es que existe, pero los expertos se muestran escépticos.

La conclusión es “realmente exagerada”, dijo el Dr. Timothy Rebbeck, epidemiólogo del Instituto Oncológico Dana-Farber y profesor de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard, quien no participó en la investigación.

“Si yo hubiera escrito ese artículo, si yo hubiera sido el editor, habría dicho que la conclusión es que no hay pruebas de una asociación sólida”, afirmó.

Los datos son sólidos, dijo, pero los principales factores de riesgo de los linfomas no se encuentran en los tatuajes.

“Yo diría que el mensaje aquí debería ser que realmente no aprendimos mucho acerca de si los tatuajes están asociados con el cáncer con esto, y si tuviera que hacer una conclusión diría que los datos sugieren que no hay asociación”, dijo Rebbeck, señalando que un estudio más pequeño de 2023 sobre una conexión entre el tatuaje y los linfomas o cáncer hematológico tampoco encontró un mayor riesgo.

La estimación del 21% de riesgo añadido procede de los modelos del nuevo estudio, pero no es estadísticamente significativa, señaló.

La Dra. Catherine Diefenbach, directora del Programa Clínico de Linfomas del Centro Oncológico Perlmutter de NYU Langone Health, dijo que algunas cosas del estudio no cuadran.

“Lo que no tiene sentido para mí es por qué no hay correlación con el tamaño del tatuaje. Realmente no tiene sentido para mí que si hay una respuesta inmune o tóxica, que el tatuaje más grande no tuvo ningún impacto en absoluto en la asociación”, dijo. “Este estudio me plantea muchas preguntas”.

Diefenbach dijo que nunca le habían preguntado sobre una conexión entre el tatuaje y el cáncer, pero ha visto noticias sobre la nueva investigación.

“Creo que la gente se está poniendo muy nerviosa por algo que es un estudio inicial que tiene que ser validado”, dijo.

Los autores del estudio especulan que, si los tatuajes aumentan el riesgo de linfoma maligno, una de las razones puede ser un problema con la tinta. La tinta de los tatuajes suele contener sustancias químicas consideradas carcinógenas, como metales e hidrocarburos aromáticos policíclicos.

Estudios anteriores han demostrado que, en ocasiones, la tinta puede viajar por el cuerpo y pequeñas partículas pueden quedar atrapadas en los ganglios linfáticos, lo que podría causar problemas de salud.

Otro estudio descubrió que la tinta de los tatuajes podía alterar ligeramente partes de las células sanguíneas que se comunican con otras, pero no está claro si eso repercute en la salud.

Incluso las infecciones son raras después de tatuarse, según los estudios. En 2023, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) de EE.UU. publicó un borrador de directrices para los fabricantes de tinta de tatuaje y sus distribuidores para ayudarles a reconocer cuándo la tinta puede estar contaminada, después de que la agencia recibiera informes sobre tintas contaminadas y algunas empresas retiraran esas tintas. La FDA registrará e investigará las quejas contra el sector, pero no regula la práctica ni las tintas utilizadas en los tatuajes porque se consideran un procedimiento cosmético.

Nielsen dijo que su grupo estudiará si los tatuajes están relacionados con otros tipos de cáncer o enfermedades inflamatorias como la artritis, el lupus, la hipertensión y las cardiopatías.

Rebbeck señala que este tipo de investigaciones pueden resultar difíciles de interpretar para el público. Rebbeck colabora en la web cancerfactfinder.org, cuyo objetivo es ayudar a la gente a entender qué causa cáncer y qué no. Algunos han preguntado por los tatuajes, pero la investigación no muestra realmente una conexión, dice.

“Yo diría que no sabemos mucho, pero no hay pruebas concluyentes de que un tatuaje cause cáncer”, dijo Rebbeck.