(CNN) – Los participantes de despedidas de soltero y soltera que tengan un mal comportamiento en público podrían enfrentarse pronto a fuertes multas si se pasan de la raya en una localidad turística en Cataluña, España.
Las autoridades de Platja d’Aro, ubicada en la Costa Brava española a unos 100 km al noreste de Barcelona, han introducido multas para quienes salgan en público con disfraces que representen genitales o lleven muñecas sexuales.
Las personas podrían ser multadas con US$ 811 (750 euros) por “pasear o permanecer en una calle o espacio público sin ropa, o solo en ropa interior, o por llevar prendas o accesorios que representen genitales humanos, o con muñecas de naturaleza sexual”, declaró el jueves a CNN un portavoz del ayuntamiento.
También podrían imponerse multas más elevadas, de hasta US$ 1.620 (1.500 euros), por comportamientos antisociales que causen más molestias, aunque la naturaleza exacta de estas infracciones sigue sin estar clara.
Las nuevas medidas también prohíben ir sin camiseta o en bikini en zonas urbanas alejadas de la playa, añadió el portavoz. Entrarán en vigor a finales de junio.
Platja d’Aro tiene una población de 12.500 habitantes, pero los fines de semana de verano puede llegar a recibir unos 150.000 visitantes al día.
El ayuntamiento aprobó esta semana las nuevas multas y dijo que contrataría a más policías para hacerlas cumplir. La policía emitirá las sanciones, pero los presuntos infractores podrán recurrir y no tendrán que pagar en el acto, dijo el portavoz del ayuntamiento.
En una rueda de prensa realizada esta semana, el jefe de policía de la ciudad citó una celebración reciente en la que el novio fue atado con cinta adhesiva a un poste de la luz mientras sus amigos ponían música a todo volumen y cantaban hasta altas horas de la noche, molestando a los residentes locales, dijo el portavoz.
“Este tipo de actividades no son exclusivas de Platja d’Aro. Cada pueblo debe decidir cómo cambiar esta situación”, añadió el portavoz.
El cuerpo de policía de la ciudad, compuesto por 48 miembros, contará con 12 agentes más durante los seis meses de temporada alta turística, que incluye la primavera y el principio del verano, cuando se celebran muchas bodas, así como las despedidas de soltero y soltera que las preceden.
Los visitantes de mal comportamiento proceden de toda España y de fuera del país, según el portavoz, que añadió que entre los residentes permanentes de la ciudad hay ciudadanos de 80 nacionalidades.
El Ayuntamiento tiene previsto contar con la ayuda de los propietarios de hoteles, alojamientos turísticos, bares y restaurantes de la localidad en la campaña para mejorar la convivencia con los turistas en la ciudad.
España se enfrenta a un creciente número de protestas relacionadas con el turismo excesivo. Los manifestantes han amenazado con paralizar el aeropuerto de Mallorca este verano en un intento de frenar el turismo de masas, mientras que en Baleares se han introducido medidas para reprimir el consumo de alcohol en la vía pública y las embarcaciones de fiesta.